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Plues

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Todo el contenido de Plues

  1. Plues

    Figa

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Elemento para espantar el mal de ojo en Galicia.
  2. Del álbum Un paseo por Santiago

    Fachada principal de la Catedral de Santiago.
  3. Plues

    Obra polémica

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Obra "O Poder", en la que unas estatuas con hombres desnudos escenifican los pensamientos del autor.
  4. Plues

    Estatua y Ventanales

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Típicos ventanales de las casas de Santiago para refrigerar.
  5. Plues

    Escudo

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Escudo de la familia que habita esa casa, visto en muchas de las casas señoriales de santiago.
  6. Plues

    Edificio de la Universidad

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Actual rectorado de la universidad de Santiago.
  7. Plues

    Cuatro torres

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Desde el patio del colegio de Fonseca se ven las cuatro torres de la catedral.
  8. Plues

    Colegio de Fonseca

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Colegio de Fonseca, fundado por dicha familia y actual biblioteca de la universidad.
  9. Plues

    Chimenea

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Típica chimenea de las casas de Santiago.
  10. Plues

    Calle Costa Vella

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Calle empinada de Santiago.
  11. Plues

    Calle estrecha

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Es la calle más estrecha de Santigo, es complicado que si se cruzan dos personas no se rocen.
  12. Plues

    Iglesia de San Francisco

    Del álbum Un paseo por Santiago

    Altar mayor de la Iglesia de San Francisco.
  13. Del álbum Un paseo por Santiago

    Representación de alfa y omega en la fachada de la catedral.
  14. La verdad que me ha encantado compartirlo con todos, porque he ido reviviendo toda la experiencia y me dan ganas de irme otra vez (aunque eso desde el sofá de mi casa se dice pronto) . Aún tengo muchas cosas que contar Kamali, así que tendréis que seguir leyéndome
  15. Y llegó el gran día, veinte kilómetros nos separaban de Santiago de Compostela, nuestra meta, el fin. El despertar fue un augurio de lo que nos esperaría horas después. El día amaneció lloviendo, pero no chirimiri como otros días, no, llover llover. Salimos del albergue, y a partir de ahí todo serían rituales que ya no volveríamos a hacer. Sellar la credencial al salir del albergue y no encontrar la montaña de botas en el pasillo son las cosas que se echan de menos al día siguiente. Las botas se ponen en el pasillo para no aromatizar el ambiente con ese ligero olor a pies las habitaciones. Con el chubasquero puesto nos adentrábamos en el bosque para empezar la caminata. El suelo era barro y había hojas caídas en algunos tramos, así que podéis imaginaros lo que eran las suelas de las botas al cabo de un rato. Mientras íbamos caminando bajo la lluvia, los recuerdos de los días anteriores venían a la mente. La lluvia acabó con el murmullo mañanero, cada uno iba inmerso en sí mismo y en sus pensamientos y sólo se oía el goteo de agua en los árboles. Conforme íbamos andando la lluvia cesó, pero sólo a ratos. Cruzamos el río Brandos y llegamos a Cimadevilla. Hay que decir que la mañana se puso dura, esta última etapa guarda algunas subidas bastante grandes y la lluvia y el barro no ayudaban mucho. Un monolito con el bastón, la calabaza y la concha nos recibe al llegar al municipio de Santiago. A partir de aquí rodearemos la carretera y el aeropuerto de Santiago. Si tenéis suerte veréis despegar o aterrizar algún avión. Sabréis que estáis allí porque hay una valla que nos acompaña llena de cruces, incluso puede parecer algo tétrico, yo en primera instancia me pensé que era otro sitio de recuerdo a los fallecidos, pero no, las cruces son por la cruz de Santiago. El día seguía lluvioso y muestra de ello es esta bonita foto de un río rojo. El color supongo yo que será por el suelo arcilloso que pisábamos, pero como no soy geóloga tampoco puedo confirmar ciegamente que sea ese el motivo. Antes de llegar a Lavacolla paramos en una pequeña iglesia que había porque me había entrado agua en las botas, y necesitaba saber si todos mis dedos estaban sanos y salvos. Así que entramos y mientras nos ponían nuestros sellos, allí mismo delante del cura que era el que ponía los sellos me quité las botas y los calcetines y lo comprobé. El hombre se me quedó mirando un poco raro , normal por otro lado, pero yo tenía que ver que el agua no había hecho ninguna rozadura. Lo que quiero que veáis de la foto es la tienda de campaña que hay al lado. Algunos peregrinos hacen el Camino de Santiago y van pernoctando en tiendas de campaña que llevan a las espaldas, y cayendo como estaba cayendo el agua ese día, yo simplemente me quito el sombrero y felicito a esas personas que en días como ese no se dan media vuelta y se refugian en algún lugar. Somos muchos peregrinos los que hacemos el Camino y por tanto son muchos los motivos o las convicciones que nos llevan allí e ir contra viento y marea eso tiene que ser duro y por eso chapó por ellos. Continuamos y lo siguiente que vimos fue una subida que aún me estoy acordando de ella. Llegamos a Lavacolla y atravesando el pequeño pueblo vemos su iglesia, y como no, su cementerio adjunto. Lo que me llamó la atención aquí, ya no es que esté todo junto, sino que había casas alrededor que al abrir la ventana lo único que veían eran el cementerio. Las viudas del lugar dan los buenos días al marido directamente desde la cama, vamos, he visto matrimonios que durmiendo en la misma cama estaban más separados. En fin, allí estarán acostumbrados. Ya hemos llegado a mitad del camino prácticamente, a partir de ahora andaremos por travesías de asfalto, aunque hubo un tramo que me encantó porque mirad que hermosura. El poder de atracción que tienen allí los árboles es increíble. El Camino hizo que pasáramos por donde están los estudios de televisión española y televisión de Galicia. Esta parte no es nada bonita porque es un polígono industrial. Y después de eso llegaremos a San Marcos, que en una de las calles hay un puesto que vende recuerdos del Camino de Santiago y que por entretenernos en mirar nos despistamos y en vez de seguir el camino pues nos fuimos para el lado opuesto. Claro, dejamos de ver peregrinos y saltaron las alarmas. Porque algo característico del Camino de Santiago francés es que suele haber peregrinos cerca de ti siempre y entonces si no ves a ninguno puede que haya pasado dos cosas, una que te hayas equivocado, o dos, que se haya acabado el mundo, y como nos cruzamos con un autobús dedujimos que nos habíamos equivocado, y efectivamente así fue. Así que caminantes no os distraigáis. Y una vez devuelta al sendero bueno pasamos por la casa del zapatero y me encantó la bota que tenía en la entrada, y si no llega a pesar me la llevo. Y por fin llegamos al Monte Gozo. Faltaban cuatro kilómetros para ver al apóstol. Aquí el Papa Juan Pablo II dio una misa una vez que fue a Galicia. Y vemos en la escultura que culmina el monte retratos en la piedra de él. Algo que personalmente me pasó, es que al llegar allí dije, ya está Santiago aquí, porque en un día despejado se ve al fondo la catedral, como ese día nos pilló nublado la verdad que se veía poco. Pues los kilómetros que me faltaban hasta Santiago fueron los más largos de todo el Camino, fruto de la ansiedad que me produje yo misma de ver que ya estaba llegando. Bajamos el monte y a lo lejos vemos Santiago. Aunque repito que la catedral no se ve por las nubes. La rúa de San Lázaro sería la que atravesaríamos una vez entrados en Santiago de Compostela. Un cartel y una estatua que me recordaba a Patricio (Patricio es el amigo de Bob Esponja) nos dan la bienvenida. Bueno antes de eso vi algo que me llamó mucho la atención, ¿sabe alguien qué es esto? Dejaré unos minutos de reflexión antes de dar la respuesta. Nos adentramos por la rúa, ya digo que para mí la rúa más larga de Santiago de Compostela, de Galicia y de España, madre mía, que larga se me hizo. Y por si fuera poco, ya que llevábamos como seis kilómetros sin lluvia se puso a llover un poco. Mi atención se desvió cuando al mirar a la derecha vi una cabeza muy grande en el suelo . Un poco tétrica la estatua. Avanzábamos y ya nos adentrábamos en las calles asfaltadas con piedra, era señal de que estábamos llegado (la lluvia empezaba a apretar un poco más). Llegamos a la rúa de Acibechería y ya veíamos la catedral, la sonrisa se dibujaba en la cara, entramos en la Plaza de la Inmaculada, y la sonrisa ya iba acompañada de ansiedad y alegría, estábamos viendo la parte trasera de la catedral, pasamos el arco y… HABÍAMOS LLEGADO A LA PLAZA DEL OBRADOIRO!!! Ese momento de satisfacción, cuando te encaminas al centro de la plaza, esa alegría de llegar y ver llegar a los demás, esas… ¿qué pasa… ? La lluvia empezó a caer como si el mundo se fuera a acabar, mientras mirábamos la catedral y asumíamos lo que habíamos hecho, lo que habíamos sufrido y lo que habíamos superado, una tromba de agua empezó a caer sobre Santiago de Compostela. La plaza se desalojó en unos instantes, la gente buscó refugio en cualquier sitio cercano, nosotras nos metimos en un soportal que hay en el Ayuntamiento y desde allí me hice mi primera foto, había terminado el Camino de Santiago. Llegamos a la hora de comer, así que nos perdimos la primera misa del peregrino. Nos fuimos a cambiar, a comer y a pedir la Compostela. Aviso para peregrinos, la cola para conseguir la Compostela puede durar perfectamente dos horas. Nosotras no llegamos a eso, pero había gente que si había tardado ese tiempo. En la rúa do Villar, en la oficina del peregrino es donde las recogimos. Puedes pedir, la Compostela (gratuita), el certificado de kilómetros (tres euros) o los dos. Yo pedí los dos, es verdad que yo no soy muy de ir a misa, pero el Camino ha revivido en mí sentimientos religiosos y hacia la iglesia que no recordaba. No digo que ahora vaya a ser la mejor cristiana del mundo, pero sí voy a intentar estar más en paz conmigo misma y con los demás. Me revisaron la credencial y me la sellaron, aquí os dejo las tres cosas. Una vez tenía la Compostela entre mis manos, era como tener un huevo, no querías que se mojara, que se estropeara, que se perdiera, vamos, como un hijo, y nos compramos unos tubos donde meterla y protegerla de todo mal, me gasté dos euros en el tubo, para los futuros peregrinos os digo que en esa misma calle, en cualquier tienda de regalos podréis comprar el tubo por sesenta céntimos. Como este año también es el Año Jubilar de la Orden de San Francisco en conmemoración de la peregrinación de San Francisco de Asís a Santiago, la Orden entrega a los peregrinos “La Cotolaya”, que es un certificado que se recoge en la Iglesia de San Francisco. Resumiendo, en una tarde he conseguido más títulos que en siete años en la facultad, jeje . Después de recoger todos los títulos habidos y por haber, nos fuimos a la misa del peregrino a las siete de la tarde. Sinceramente, es la misa más bonita que he visto en mi vida. La catedral estaba llena, todos los bancos estaban llenos, la gente se sentaba en las escaleras, en el suelo, donde podían. Antes de empezar salió una monja, muy graciosa por cierto, y nos puso a cantar las canciones que luego en misa cantaríamos, nos hacía repetir porque decía que cantábamos muy flojito. Acto seguido salieron como veinte curas y uno de ellos tomo la palabra y dio misa, una misa muy bonita. Al finalizar, un grupo de coreanos pagaron para que el botafumeiro se alzase y se balanceara durante un par de minutos y nos impregnara con ese olor a incienso. Desde aquí doy gracias a ese grupo por pagar y que todos disfrutáramos del espectáculo, ya que sólo los viernes es cuando los comerciantes de alrededor pagan para que una vez a la semana paseen el botafumeiro. Y una vez purificadas de cuerpo y alma fuimos a abrazar a Santiago y a darle las gracias por protegernos en el Camino. Tenía pensado hacerme un selfie con Santiago pero hay un cura allí custodiando el santo, así que me quedé con las ganas. Haciéndose de noche debajo de aquel soportal y mirando la catedral a través de la lluvia recuerdas los seis días anteriores, desde que partes desde Sarria, y te acuerdas de aquella mujer que nos llevó a Sarria, de las chicas que conocimos de Jaén y Córdoba, del peregrino madrileño que llevaba la rodilla destrozada, de la chica asiática que iba sola y que al final del camino hizo amigos, de las cuatro señoras mayores que siempre madrugaban y que al final del día siempre nos las encontrábamos hablando de sus cosas y que al oírlas hablar te entraba la risa, de aquellos chavales de poco más de ocho años, que con su música llevaban el ritmo a todos los caminantes y que cuando se cabreaban no le cogían el móvil a la madre, a las abejitas mayas que cantaban canciones infantiles y que tenían mucho salero, a los ciento doce malagueños que me adelantaron cuando mi rodilla no podía más y todos te saludaban y decían ¡buen camino! a la monja que me dio aquel beso, a todos y cada uno de ellos, gracias por acompañarme en el Camino, seguramente no hubiera sido lo mismo sin ellos. No quiero olvidarme de las personas que me han acompañado/soportado durante las veinte cuatro horas de ese camino, gracias por acompañarme/soportarme, que lo que el camino ha unido no lo separe nadie, ¡volveremos! Gracias a todos por leerme, espero que os haya gustado y que os sirva de motivación para algún día ir, y por qué no, encontrarnos en el Camino. ¡BUEN CAMINO A TODOS! PD: Lo de la foto era un buzón...
  16. Plues

    Botafumeiro

    Del álbum Sexta etapa Camino Santiago(Pedrouzo-Santiago)

    En su interior tiene incienso que al moverlo se esparce por toda al catedral.
  17. Plues

    Cotolaya

    Del álbum Sexta etapa Camino Santiago(Pedrouzo-Santiago)

    Documento que extiende la Orden de San Francisco de Asís en su Año Jubilar.
  18. Plues

    Compostela

    Del álbum Sexta etapa Camino Santiago(Pedrouzo-Santiago)

    Compostela, documento que acredita que has hecho los 112 kilómetros como mínimo
  19. Plues

    Certificado de distancia

    Del álbum Sexta etapa Camino Santiago(Pedrouzo-Santiago)

    Para aquellos que hacen el Camino por motivos no religiosos, en vez de pedir la compostela piden este certificado. Si lo haces por motivos religiosos también lo puedes pedir.
  20. Plues

    Credencial del peregrino

    Del álbum Sexta etapa Camino Santiago(Pedrouzo-Santiago)

    Credencial, es el pasaporte del peregrino para conseguir la compostela.
  21. Plues

    Plaza del Obradoiro

    Del álbum Sexta etapa Camino Santiago(Pedrouzo-Santiago)

    LLegada a Santiago de Compostela, plaza del Obradoiro con la catedral de fondo.
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