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  1. 1 punto
    Vamos a las luchas! Fue uno de los primeros pensamientos que tuve cuando me topé con un viaje inesperado a México, específicamente al Distrito Federal. Cuando viajo, siempre me gusta probar las tradiciones locales, y la lucha libre parecía una entretenida idea a pesar que jamás me había dedicado a contemplarlas en la TV, imaginé inmediatamente que un espectáculo en vivo debía de ser muchísimo más interesante. Existen numerosos paseos especialmente diseñados para turistas que quieren vivir la lucha desde un punto de vista más turístico, pero luego de comparar diferentes valores y servicios, nos dimos cuenta que la mejor alternativa era simplemente agarrar un taxi y dirigirnos directamente a Arena México y comprar el ticket ahí, ya que eso nos permitiría contemplar el show completo y no solo un breve extracto de él. El primer show de lucha libre presentado en México se realizó en 1933 en Arena México y el evento fue patrocinado por Salvador Lutteroth González, quien viene siendo algo así como el padre de la lucha libre en México. El interés en el país por la lucha libre fue creciendo exponencialmente por lo que fue necesario construir un lugar que pudiese albergar a un mayor número de espectadores, por lo que la arena se remodeló y luego de dos años se reabrió con una mayor capacidad el año 1956. Bueno pero basta de historia, ya que lo que a mi me motivó esta visita no tenía nada que ver con la tradición de este deporte sino con todo lo anexo asociado a éste, especialmente en mi caso, quería contemplar de cerca los disfraces de los luchadores ¿Porque un luchador debe disfrazarse para luchar? Algunos dicen que para ocultar su identidad y otros para presumir de su condición de luchador, ya que muchos de ellos utilizan sus máscaras cuando van al supermercado, salen a pasear con su familia y en cualquier evento público al que acuden. ¿Extraño no les parece? Llegamos a Arena México un Sábado, creo que una hora y media antes de la función. Fuimos los primeros en llegar, lo que nos permitió apreciar como de forma gradual, se iba llenando cada uno de los asientos a nuestro alrededor. Jamás pensé que tanta gente asistiese a un show de estas características, y poco a poco, me empecé a contagiar con el ambiente festivo que reinaba al interior del local. Me impresionó de manera inmediata el percatarme que el espectáculo parecía ser de gusto popular y familias completas, incluidos bebes disfrazados de luchadores llenaban las gradas. Al ser un evento televisado por FOX (que emoción no?) los presentadores ensayaban sus discursos y el escenario se iluminaba y las personas a nuestro alrededor se percibían cada vez más entusiasmadas por la emoción del momento. Unos 45 minutos antes de que partiese la primera lucha, el Arena México empezó a inundarse con vendedores de todo tipo de comida y bebidas así que por supuesto encargue inmediatamente una cerveza corona y un pop corn con salsa picante (única de las cosas más asquerosas y deliciosas en igual nivel que he probado dentro de la categoría comida chatarra). Además, me tenté inmediatamente con las mascaritas de luchador que vendían, pero la cual finalmente no compré ya que el calor era bastante y no me imaginaba cubrir completamente mi cara con una tela de un material sintético que a mi parecer lucía como demasiado abrigada para el clima . A cambio de las mascaritas, me compré una corneta gigante maravillosa para poder meter la mayor cantidad de ruido posible y así poder apoyar a mis luchadores favoritos (no tenía idea quienes luchaban obviamente, pero que más da! ) Y finalmente, luego de una amplia pero entretenidísima espera, empezó la lucha. 4 hombres disfrazados salieron a escena y por primera vez me enteré que la lucha libre es posible también pelearla por equipos (que poco informada me encontraba antes de asistir a este evento). Ah, pero como olvidar las bailarinas con poquísima ropa que aparecieron para presentar a los luchadores (sorry chicos, pero me rehúso subir fotos de las bailarinas) Ni una gota de celulitis y cubiertas en escarcha iniciaban bailes diferentes dependiendo de las personalidades de los luchadores que iban saliendo a escena. 4 luchadores entraron en el ring. 2 pertenecientes al equipo de los técnicos y 2 pertenecientes al equipo de los rudos. Los luchadores rudos son fácilmente reconocibles por lo siguiente 1) son odiados por el 99,9% del público 2) utilizan cualquier tipo de juego, o truco para poder ganarle a su contrincante. Básicamente juegan sucio y hace el espectáculo bastante más entretenido de contemplar. Los técnicos utilizan maniobras legales para vencer al oponente y son considerados los chicos buenos y suelen tener un gran número de seguidores. Solo porque la gran mayoría de las personas a mi alrededor vitoreaban a los técnicos yo hice lo mismo (temía que la gente que me rodeaba empezara a gritarme si no lo hacía ), pero creo que muchos de los rudos se roban completamente el show. Debo decir que la primera lucha me decepcionó un poco dado que era fácil darse cuenta que las pelean eran como una coreografía entre todos los jugadores para que pareciese una lucha real, pero que en realidad mostraba algo orquestado desde un principio. Escuché mucha gente que abucheaba a los luchadores, por lo mismo, así que intente tranquilizarme ya que asumí que esto no era la habitual. Y estuve en lo correcto. Desde la segunda lucha en adelante, las peleas empezaron a ser más fuertes y me fui contagiando con los gritos de los espectadores al animar a los diferentes luchadores del ring. Disfraces, música, saltos fuera del ring, maniobras gimnásticas bastante elaboradas para algunos luchadores bastante pasaditos en peso y en edad. Imposible no reírse y aunque el espectáculo a ojos de algunas personas puede ser un signo de violencia excesiva, a mi parecer, parecía una mescla de cultura, acto circense y habilidades gimnásticas muy desarrolladas; esto mesclado con la indumentaria, gritos de la multitud y comida por doquier lo transformaron definitivamente en uno de mis placeres culpables. No se si podría catalogarlo como un espectáculo para cualquier edad, ya que el nivel de violencia en algunos casos puede ser mayor, ya que estoy segura haber visto volar algun diente de un luchador y estoy bastante segura que uno de los abuelitos luchadores no se recuperará totalmente de los golpes sufridos, pero si lo recomiendo para aquellas personas que quieran vivir una tradición kitch típica del pueblo Mexicano. Ah!! Ese día era la lucha del cinto de oro. Ni me pregunten quien ganó. Sólo sé que lo hizo, un hombre enmascarado
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