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flormdk

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Relatos publicado por flormdk

  1. flormdk
    Viví siempre en una ciudad con playa, costa y obviamente mar, mi querida Mar del Plata… Siempre me llamó la atención el mar, es algo que por más que vea seguido nunca deja de sorprenderme, me gusta caminar por la costa y disfrutar del mar en mi ciudad, cuando hace calor me agrada andar por la orilla y a veces sentarme simplemente a contemplar esa llamativa línea que lleva el nombre de horizonte.
    Viviendo en la actualidad en una ciudad de río, en ocasiones siento que falta algo… No es que el río no me guste, todo lo contrario. Es un paisaje muy bonito, especialmente en Brisbane, ciudad de Australia en la que estoy viviendo. El río es muy largo, tiene casi unos 400 kilómetros, siempre salgo a caminar por la orilla, también me divierte cruzar los puentes peatonales e inclusive dar un paseo en ferrie para ir desde un barrio hacia otro mientras contemplo la vista.
    Pero como les decía, el mar se extraña... Afortunadamente hay varias opciones de playa y muchas de ellas están muy cerca de aquí, además se puede ir en tren, medio de transporte que me encanta, porque viajas super rápido y de manera muy cómoda.
    Ya había estado en la Gold Coast, el destino meca para quienes quieren disfrutar de un día de sol y playa y viven en Brisbane y también en la Sunshine Coast.
    En la tercera oportunidad de un día de playa estaba entre la duda de elegir un nuevo destino o volver a la Gold Coast, la cual me gustó mucho, porque tiene unas extensas playas y un interesante centro comercial muy bonito para recorrer.
    Pero decidí “aventurarme” hacia algo distinto  y de paso ahorrar algunos minutos de tren, ya que el destino que elegí estaba a solo 40 minutos contra los anteriores que están a casi una hora y media o dos, o de algunos otros que me faltan conocer que están un poco más lejos.
    Entonces partí con destino a Redcliffe...

    Redcliffe, está ubicado en el área que se llama "Bahía Moretón" (Desde mi punto de vista el nombre es erróneo, ya que si se fijan en un mapa, el lugar no es una bahía, sino una península) Es un pueblo costero sumamente tranquilo, viven aproximadamente un poco más de 10000 mil personas.
    Lo primero que hice al bajar del tren, fue tomar un colectivo para ir hacia la zona de playas. Afortunadamente en esta ocasión,  la estación no estaba muy lejos y el viaje llevó menos de 10 minutos.
    Tuve mi almuerzo en un café de la zona comercial que está ubicada frente al mar y después salí a caminar por la costa.
    Es un paisaje de playa muy diferente al que ví en los otros destinos, tiene otra vegetación, en algunas partes hay rocas en lugar de arena.

    Luego de caminar un rato, llegué hacia una hermosa parte en donde había una gran pileta pública con todas las facilidades, lugares para preparar comida y calentarla... pero no quería quedarme allí, prefiero siempre el mar...
    Seguí caminando un poco más y llegué a una parte de playa en donde se podía bajar y había arena. No dude en bajar para caminar por esa orilla nueva para mí. Me llamó la atención que el agua estaba aún más "calentita" que en los destinos anteriores, tenía una temperatura muy agradable como si fuera una pileta.
    Lo mejor es que no estaba super poblada, había sí algo de gente, pero no una gran cantidad. El lugar era sumamente tranquilo, se puede dejar la mochila en la arena sin ninguna preocupación y aprovechar a refrescarse un poco en las aguas cálidas, cosa que no dudé en hacer.

    Después de disfrutar del agua del mar, seguí caminando por la costa y nuevamente di un paseo por el centro.
    Antes de irme pasé también por un shopping village que había en el lugar, pero ya estaban cerrando todos los negocios. En Australia es muy común que todo cierre temprano, tipo 5:00 de la tarde en mi reloj biológico, horario que aquí se considera la noche, momento de descansar, volver a casa y cenar.
    Un detalle que me llamó mucho la atención del paseo, es que el horizonte no se veía como estoy acostumbrada a verlo, sino que atrás de esta línea natural tan maravillosa, se veían sierras y construcciones, supongo que pertenece a la Isla Moretón, otro destino al que voy a ir antes de regresar a mi país, ya que tiene varias atracciones turísticas como ver delfines...


     
  2. flormdk
    Una de mis grandes metas o mejor dicho mi sueño, es conocer todo mi país, la Argentina.
    Me gusta viajar y conocer los lugares turísticos, pero también disfruto de estar en aquellos lugares que parecen olvidados de los mapas. Debo confesar que tengo un mapa en el cual voy coloreando con fibras los lugares que voy conociendo.
    Cada vez que tengo la oportunidad de viajar, armo la valija y salgo. Esta vez, el motivo que me llevó a viajar, fue un golpe de suerte, de mucha suerte. Nunca había ganado nada, hasta que me gané un viaje para dos personas a la ciudad más antigua de todas o también conocida como “Madre de Ciudades”, es decir, Santiago del Estero. El premio era completo… set de viaje, estadía, pasajes en avión de ida y vuelta y un city tour.
    Para la gran mayoría de los viajes, al lugar donde hay que ir primero, es a la capital federal. Contraté un servicio que me llevó directamente hacia Aeroparque, aunque con bastantes horas de anticipación, pero era lo más cómodo.
    Llegué al aeropuerto, temprano. Era eso de las siete de la mañana aproximadamente.
    Saliendo para Santiago del Estero desde "Baires".
    Tenía pasajes para salir a las dos de la tarde, pero fui con ánimos de paseo y gracias a ello se me pasó realmente muy rápido. Lo primero que hice fue guardar mi equipaje para poder pasear tranquila. Después de desayunar fui a dar una vuelta para conocer los distintos negocios. Entré a la librería y me compré un libro de bolsillo que me acompañó gran parte del viaje. No sé cómo, pero el tiempo se voló y llegó el momento de hacer el famoso check in.
    La experiencia de vuelo fue divertida, a decir verdad era la primera vez que viajaba en avión, por lo que un viaje corto me vino muy bien. Iba mirando por la ventana disfrutando del paisaje en la altura, viendo los cursos de agua, contemplando el verdor de los campos e imaginando figuras con las caprichosas formas de las nubes.

    Luego de unos minutos, para ser exactos, tres cuartos de hora, pisé tierra firme en el tranquilo aeropuerto de la Ciudad de Santiago del Estero donde me esperaban para trasladarme al hotel. Me deshice rápidamente de los abrigos, pese a que era invierno, allí no lo parecía. El cálido aire invitaba a estar de remera, como en una tarde de verano.
    No tardé mucho en prepararme para salir a dar una vuelta por la ciudad. Para sintetizar, podría decir que es una curiosa mezcla de construcciones antiguas, muy antiguas, con estructuras en desarrollo y sitios nuevos. Las edificaciones antiguas como la Catedral dan cuenta del paso del tiempo por esta tierra y dan fe del apodo que lleva el lugar.



    Aproveché a hacer el city tour por la ciudad y también por sus alrededores. Siempre me ha resultado interesante disfrutar de estos paseos, ya que vienen acompañados de explicaciones. Visitamos el parque y también un sitio muy típico, un patio santiagueño donde se escucha folclore y se comen comidas típicas.


    Entramos al Museo del Bicentenario, un espacio muy moderno que reúne varias colecciones históricas, arqueológicas y mucho más. Un sitio que recomiendo visitar.

    Cuando viajo, me gusta aprovechar el tiempo y conocer lo más posible, soy una viajera incansable siempre con ansías de conocer más y sacar fotos. Después del city tour tomé un colectivo con destino a la Ciudad de Termas de Río Hondo. Fui con ganas de caminar y conocer ya que descansar en las termas no me parecía muy atractivo, no es mi estilo. Al llegar a la terminal de Termas, lo primero que hice fue visitar la oficina de información turística para buscar folletos. Con el plano en mano y una botella de agua bien fresca (aquí también seguía haciendo mucho calor), empecé a caminar acompañada por el buen tiempo.
    Es una ciudad nueva, muy diferente a la Capital. Tiene bastantes locales de ventas de artesanías, cafeterías y bares. También tiene una plazoleta muy bonita decorada con luces, frente a la cual me senté a tomar un rico café para descansar los pies. Fue un atardecer muy lindo, ya que no refrescó, parece que el invierno no tiene lugar en estas tierras del país.
    Después de haber cenado, tomé un colectivo para regresar a Santiago del Estero, para volver a descansar al hotel. Prometo en otro post, dar más detalles sobre esta ciudad tan linda que recomiendo que conozcan.

    Como comenté anteriormente, me gusta aprovechar los viajes para conocer la mayor cantidad de lugares posibles, aunque eso implique algunas horas en ruta y volver más cansada de lo normal. Por ello, al día siguiente, me levanté temprano y luego de desayunar me tomé un colectivo con destino a San Miguel de Tucumán. Es una ciudad con mucho movimiento, con gente que va y viene, con colectivos llenos y autos que poblaban las calles. Sabía que allí la alta densidad de población es una característica, pero realmente no me lo imaginaba tan así. Es más, puedo asegurar que en el centro de la ciudad hay más movimiento que en el centro de mi ciudad, es decir, Mar del Plata.
    Mural dentro de la Casita de Tucumán
    Por supuesto, conocí la Casita Histórica de la Independencia y pasee largas horas, pero prefiero contar esta parte del viaje en otro relato, para poder dedicarle más atención.
    El tiempo pasó y como de costumbre bien de prisa, (pareciera que al viajar pasa aún más rápido) Llegó la hora de acomodar el equipaje y prepararse para tomar de nuevo el avión para volver a la rutina cotidiana de la cual no podemos escapar por mucho tiempo.
    Podría decir que fue un viaje muy interesante. Sin planearlo y casi sin pensarlo llegué a la ciudad más antigua del país, conocí la ciudad de Termas de Río Hondo y San Miguel de Tucumán. Conocí varios lugares en muy poco tiempo y muchos otros me quedaron por conocer. Prometo en algún momento volver para terminar de colorear mi mapa…




  3. flormdk
    Hoy les voy a contar mi viaje a la provincia de Misiones. Fui a esta hermosa provincia del litoral de mi querida Argentina hace unos años, cuando estaba estudiando la carrera de Turismo. Era, como podrán imaginar, un viaje de estudios, para ir a un Congreso de estudiantes. El evento tenía lugar en la capital de la provincia, Posadas. Pero además de conocer la capital e ir a algunas de las charlas, aprovechamos para conocer una de las Siete Maravillas: Las Cataratas del Iguazú.
     

     
    Luego de unas cuentas horas de viaje, llegamos a Iguazú. A pesar de todo, “se pasó volando”, tomando mates, jugando a las cartas, escuchando música y charlando. (El motivo por el cual fuimos primero a esta ciudad fue para poder visitar las Cataratas)
     

     
    El primer día, recuerdo que fuimos en grupo a conocer el “Hito de las Tres Fronteras”. Es un punto geográfico que se encuentra en el cruce de las fronteras de Argentina, Brasil y Paraguay. Este sitio es muy visitado por turistas que buscan sacarse una foto con los escudos y banderas de los tres países que nombré. Pero, no solo el Monolito que indica las fronteras se lleva todas las fotos y aplausos, el paisaje también tiene su encanto. Desde aquí se puede ver las aguas de los ríos Iguazú y Paraná. Las del Iguazú se distinguen por su tonalidad entre rojiza y marrón.
     
    Al día siguiente, fuimos a conocer el Parque Nacional Iguazú. Si mal no lo recuerdo, era mes de junio y hacía un calor impresionante que invitaba a estar de remera y tomar mucha agua.
     

     
    Al llegar al punto principal de nuestro viaje, quienes nos dieron la bienvenida fueron unos simpáticos coatíes, enseguida tomaron confianza y aprovecharon la visita para pedirnos comida. Siempre me encantaron los animales, así que estuve en compañía de ellos un rato y les saqué algunas fotos…
     

     
    La gran mayoría del grupo optó por hacer el paseo en lancha, yo no estaba muy entusiasmada con esta idea (debo confensar que me daba un poco de miedo), al igual que mis amigos más cercanos, así que decidimos caminar un rato por el Parque. En ese momento, las Cataratas no tenían el sello distintivo de Maravilla Natural, creo que por este motivo no había mucha cantidad de gente. Prácticamente estábamos solos junto con nuestras cámaras de fotos y rodeados de la imponente naturaleza
     

     
    Caminar por este espacio natural, es realmente sorprendente. Es difícil describirlo en palabras. Pero es una oportunidad para sentir los intensos aromas de las plantas y flores, escuchar los sonidos de las aves… podría definirlo como un “recreo para los sentidos”. La postal es única, con el verdor de las plantas y la tierra teñida de coloración rojiza como consecuencia de la presencia de hierro.
     

     
    Luego de la caminata, nos volvimos a unir al grupo y a un guía del Parque, para dar un paseo en el Tren Ecológico de la Selva, o simplemente Tren de las Cataratas. Lleva el nombre de ecológico porque, según nos comentó el guía, para no provocar impactos negativos en el medio ambiente, es impulsado a gas. Otro dato curioso que nos comentó, es que fue el primero de Argentina en contar con este tipo de propulsión. Además tiene la ventaja de que no hace mucho ruido, por lo que no perjudica a los animales del lugar. El sonido de los helicópteros que sobrevuelan el lugar para hacer la excursión a Foz de Iguazú (lado de Brasil) si afecta a las aves. Pero de todas formas, tuvimos suerte y pudimos ver unas cuantas, entre ellas un tucán.
     

     

     
    Lo que más recuerdo de este día de paseo en la naturaleza, es la Garganta del Diablo. Es el punto donde culmina el recorrido del río Iguazú en una unión de saltos, conformando una potente y única caída de agua. Para resumir… es un punto, o mejor dicho postal, donde se pueden sentir varias sensaciones: el sonido del agua, la humedad que produce el vapor de agua (te empapas sin darte cuenta, afortunadamente tenía una campera impermeable, de todos modos, al estar aquí ni te das cuenta que te estás mojando), los arcoíris que se dibujan en el cielo por la bruma del agua y los rayos del sol, se puede ver la combinación del verdor de la vegetación y las aguas, es un lugar único… Lamentablemente, es un punto muy elegido por suicidas, pero mejor, olvidemos esta cuestión.
     

     
    Terminó el recorrido y llegó el momento de regresar al hotel en compañía de un magnífico atardecer, para partir hacia Posadas para ir a las charlas y por supuesto, seguir paseando. Creo, que las Cataratas son realmente una Maravilla que todos los argentinos y también los extranjeros, por qué no, deben conocer. Yo tengo pensado hacer una escapada para visitar nuevamente este lugar y conocer los cambios que se han producido con la nueva nominación de “Maravilla Natural”, además de lógicamente volver a deleitarme con el hermoso sitio. También está la propuesta de hacer la excursión de noche, con luna llena… Las excursiones nocturnas siempre me han llamado la atención, así que ni bien tenga oportunidad de ir, sacaré fotos y les contaré…
     

     
    Antes de despedirme, si me permiten, les dejo algunos consejitos para que tengan en cuenta a la hora de ir al Parque: lleven bastante agua ya que luego de las caminatas se hace muy necesaria, es indispensable un calzado bien cómodo, pero desaconsejo las ojotas, para este tipo de lugares lo mejor son las zapatillas. No vallan a olvidarse del repelente y por supuesto del protector sol. Y una última cosa… la cámara de fotos con varias baterías o pilas!!
  4. flormdk
    Al momento de decidir a qué lugar viajar, las opciones que se me ocurren son infinitas. Es que hay tanto para conocer y para hacer que uno no sabe por dónde empezar. Pero, poco a poco iré logrando mi objetivo de tachar el mapa de mi país y también de conocer lugares del mundo
    Este último verano pensé en ir a algún punto del sur de la Argentina. La decisión que tomé fue ir a Trelew, una localidad ubicada en la provincia de Chubut.
    Luego de haber estado unas cuantas horas arriba de un colectivo llegué a Trelew, un encantador pueblo de estilo galés.
    Luego de dejar el equipaje en el hotel y de organizarme, salí a caminar. Tenía muchas ganas de estar en movimiento ya que el viaje había sido bastante largo (pero valió la pena)
    El primer lugar que visité fue la Oficina de Turismo, muy linda por cierto. Como pueden apreciar en la foto, el edificio donde funciona esta oficina, conserva su fachada original de estilo galés. Este estilo es característico del paisaje de la ciudad, es importante recordar que el nacimiento de esta ciudad está muy relacionado con la historia de la colonización galesa, quienes llegaron en el año 1865.

    Seguí caminando con un plano en la mano y descubriendo otras construcciones del mismo estilo como la hermosa glorieta ubicada en una plaza donde funcionó antiguamente un kiosco y el banco.

    Pero a las construcciones antiguas conservadas de manera implecable, se suman otras de estilo muy moderno, como el casino sumamente decorado por una gran cantidad de flores.

    Otro de los puntos de interés que marcaba el plano, era el shopping. Debo admitir, que me sorprendió que en esta localidad de estilo antiguo existiese uno, fue por eso que no dudé en ir a visitarlo. Estaba bastante distante del centro, pero no importaba porque el día estaba muy agradable para seguir caminando.
    Pasadas unas treinta y tantas cuadras del centro de la ciudad llegué al shopping El Portal, un espacio muy grande, con varios locales e incluso un supermercado en su interior. Luego de hacer unas compras de recuerdos y souvenires me senté en el patio de comidas para comer algo y descansar.
    Algo que no les comenté todavía es que el motivo principal por el cual había ido hacia Trelew era para visitar Punta Tombo. Adoro a los animales, sobre todos los pingüinos y Punta Tombo es una de las mayores colonias de pingüinos magallánicos de todo el mundo. Fue por eso, que el segundo día que estuve en este pueblo galés, fui con un servicio de excursión a la pingüinera. Era la mejor manera de ir ya que no hay colectivos que te dejen en este punto, el viaje en taxi ida y vuelta es sumamente caro y además la ruta es de ripio, por lo que conviene ir en una camioneta o vehículo apropiado. La verdad que el viaje hacia la reserva fue muy cómodo ya que nos llevaron en auto junto con otra pareja más.

    Al primer lugar que nos llevó el guía fue el Centro de Interpretación. Siempre me ha resultado interesante conocer estos lugares, porque se aprende un montón. El centro es sumamente nuevo, tiene mapas grandes, fotografías, etc.

    Nos dieron un tiempo prudencial para recorrer la reserva y para tomar algo en la confitería, por supuesto que invertí todo mi tiempo en conocer a los simpáticos pingüinos.

    Tan pronto como empecé a caminar ví al primer pingüino y saqué las primeras fotos. Había varios grupitos de pingüinos, algunos descansando, otros caminando, otros bañándose, otros observándonos cuidadosamente.
    En la época en la que fui (principios de marzo) solamente estaban los adultos, los bebes y los juveniles ya habían migrado. El mejor momento para conocer la reserva es en diciembre-enero ya que es el momento en el que llegan todos.

    El lugar donde viven, es un lugar privilegiado. Podría calificarlo de paraíso. Es una extensa playa de varios kilómetros donde reina la quietud. A lo lejos se pueden admirar unas aguas de color turquesa cristalino bordeadas por grupos de rocas de coloraciones rojizas conformando una postal única.
    Sin darme cuenta, el tiempo voló y se hizo la hora de regresar hacia Trelew. Seguía con ganas de pasear, así que después de almorzar me tomé un colectivo para ir a Gaiman, otro pueblo de estilo galés a una hora de distancia. Para ir hay dos opciones, ir por ruta o ir por el valle. Obviamente, elegí la segunda opción para poder apreciar el paisaje.

    Al cabo de una hora ya estába allí. Gaiman es un pueblo que parece detenido en el tiempo donde se pueden ver construcciones muy antiguas, como el primer colegio y el sitio donde funcionó el primer correo.


    Otra parte muy linda de Gaiman es el sector donde se puede admirar el Río Chubut, decorado por el verdor de la vegetación donde se destacan los sauces llorones que le dan un estilo único a la postal.

    Tomamos un par de fotografías, di una vuelta por el puente peatonal que se encuentra sobre el Río Chubut y regresé a la plaza principal, sitio por donde pasa el colectivo de regreso a Trelew. Hay más historias y datos de Gaiman, pero se los contaré en otro relato...

    Uno de los principales atractivos turísticos de Trelew y quizás el motivo de porqué es conocida esta ciudad, es el MEF, es decir, el Museo Paleontológico.

    Es un museo de gran importancia a nivel internacional, donde se encuentran restos reales de dinosaurios. A la entrada del museo, me sorprendió una gran pieza, un femur de dinosaurio mucho más alto que una persona. Hay otras varias piezas reales y por supuesto unas cuentas réplicas. Recomiendo que lo visiten, también se pueden ver a los científicos trabajando.


    Llegó el día de dejar Trelew, aunque una parte de mí, seguía con ganas de seguir estando allí, pero también quería seguir conociendo. Mis próximos destinos eran Puerto Madryn y Las Grutas…
  5. flormdk
    Una de las mejores épocas para viajar en Tandil, es en la primavera, cuando empiezan los días más lindos, más cálidos y a su vez no hace demasiado calor. Sin lugar a dudas, la época en la que este sitio recibe la mayor cantidad de turistas es durante Semana Santa, es un destino de turismo religioso por excelencia. A pesar de ello nunca me llamó la atención viajar a esta ciudad durante esta época del año, pero si suelo visitarla durante los meses cálidos.
     

     
    Cada tanto me gusta salir de mi ciudad e ir a algún punto cercano para pasar la tarde o un fin de semana. Afortunadamente, cerca de Mar del Plata (ciudad en la que vivo) hay varias ciudades y pueblos para recorrer.
     
    Se preguntarán por qué titule al relato con el nombre de “Un viaje diferente por Tandil”. La distinción se debe a que este viaje no fue solamente para pasear…
     
    En esta oportunidad, fui a Tandil, con la intención de participar de la primera Exposición de Tecnología de Tandil, TandilTec. Una exposición relacionada con productos e innovaciones tecnológicas. Siempre me ha llamado la atención el mundo de la tecnología, la idea de recorrer caminos nuevos y de crear nuevas cosas.
    Viajé entonces, para presentar uno de mis emprendimientos: El Localizador PET. Seguramente se estarán preguntando de qué se trata, es una identificación para mascotas con muchas más ventajas que las identificaciones comunes. Afortunadamente me habían asignado un stand de manera gratuita, fue una gran ayuda, además de una gran experiencia.
     

     
    Pero volvamos a la cuestión del viaje… A pesar de que el motivo no era recreativo, aprovechaba la nochecita, cuando terminaba mis actividades en la exposición, para despejarme y recorrer un poco el centro de la ciudad y por supuesto cenar algo rico.
    De todas maneras, siempre combino la diversión y el descanso con mis otras actividades, aprovecho a escribir, a sacar fotos, a buscar material para leer, a presentar mis productos, etc.
     
    Pero para conocer más y aprovechar el buen tiempo que me acompañaba, decidí quedarme también el fin de semana para poder pasear por las sierras.
     
    Para no perder ningún punto de vista y hacer los recorridos más conocidos, conseguí un folleto en donde se encontraban detallados todos los puntos turísticos de Tandil e inclusive con la diagramación de circuitos. Debo admitir que me encanta coleccionar folletos, a mi entender son el mejor souvenir que uno puede llevarse de un lugar al que visitó, junto con las fotos por supuesto.
     
    Qué decir de la ciudad en sí…Tandil es una ciudad, con aire de pueblo, es un punto ideal para pasear, se destaca por todos la cercanía que tienen los sitios de interés. Además es divertido manejar en esta zona de caprichoso relieve. Por momentos sentía que estaba en una pista de un videojuego. Sumado a ello, la ciudad es muy pintoresca. Entre cada punto turístico puede disfrutarse de vistas únicas.
     

     
    Visité los monumentos en honor a los famosos personajes de Miguel de Cervantes “Don Quijote” y “Sancho Panza” con los que me saqué algunas fotos.
     

     

     
    También hice un alto en el “Castillo Morisco”, una estructura muy bonita emplazada en un marco de gran verdor, el famoso Parque Independencia. Este sitio es muy concurrido durante los fines de semana por los lugareños y claro que también por los turistas y visitantes.
     

    Uno de los principales puntos turísticos y emblemas de Tandil son las sierras, el paseo por ellas incluye el Cerro La Movediza, famoso ahora por encontrarse una réplica exactamente igual a la antigua roca, en la misma posición… igual que antes, casi a punto de caerse. Por supuesto que no me privé de sacarle una fotografía.
     

    Otro cerro en el que hice un alto para respirar aire puro y hacer una caminata fue el Cerro El Centinela. Preferí hacer el ascenso a pie para disfrutar más del ambiente serrano en lugar de hacerlo en aerosilla. No era muy exigido el recorrido y además el tiempo invitaba a recorrer y caminar.
     

     

    Pese a que, como dije anteriormente, no soy muy aficionada al turismo religioso, si fui a la meca y punto de concentración de los días de Semana Santa: el Monte Calvario. Un dato de color, es que el Monte Calvario de Tandil, es el tercero en importancia a nivel mundial y que fue inaugurado en el año 1943.
    Las escalinatas invitan a ejercitarse un poco, según los datos del folleto, están conformadas por 195 peldaños. Pero no es cuestión de asustarse, entre el aroma de los eucaliptos, pinos, olivos, el buen tiempo y las distintas esculturas que ilustran el recorrido del Vía Crucis, uno no se entera que está subiendo tantos escalones.
     

     

     
    Es un punto realmente espectacular que justifica adecuadamente la fama de la ciudad como lugar para celebrar los días de Pascuas. En estas fechas más de 50000 turistas arriban a la ciudad para sumarse a los festejos y celebraciones.
    Luego de visitar el Monte Calvario, y ya sin ganas de elegir un restaurante fui a hacia la zona del dique para disfrutar de un pic-nic en compañía del agradable día soleado sin ninguna nube y de temperatura sumamente agradable.
     

     
    Tandil es una perfecta mezcla de ciudad con aire de pueblo. Es una suma de monumentos, locales comerciales, naturaleza, aire puro y tranquilidad es por ello que de vez en cuando vuelvo a elegir este lugar para pasar unos días, en especial algún fin de semana primaveral. Recomiendo que si tienen la oportunidad, planifiquen un fin de semana en esta ciudad…
  6. flormdk
    Era vacaciones de invierno y tenía ganas de salir de mi ciudad, pero no tenía ganas de estar mucho tiempo en la ruta. Por lo que decidí pasar unos días en la Ciudad de Buenos Aires.
     
    Una de las primeras cosas que hice al llegar fue visitar una casa que se dedica a la venta de puzles. Adoro armar rompecabezas, sobre todos los días de lluvia. Estando allí, no podía perder la oportunidad de visitar este local, para conseguir algún nuevo puzle para mi colección.
     
    Por supuesto que aproveché a recorrer todos los barrios turísticos de Buenos Aires. Como viajé en colectivo, opté por comprar los tickets del bus turístico. Y recomiendo que lo hagan, ya que es posible subirse y bajarse en cuantas paradas uno lo desee y así poder conocer de manera cómoda y rápida los principales puntos de la ciudad.
    Recorrí los tradicionales barrios y postales que uno no puede dejar de ver… como la colorida calle de Caminito, el barrio histórico de San Telmo, la pintoresca zona de Recoleta, la calle Florida con sus imponentes galerías, el centro de la ciudad con sus renombradas construcciones como la Catedral y el Cabildo y la lista sigue… Pero son anécdotas e historias que prefiero contarles en otro relato.
     

     

     

     
    Por supuesto que no me privé de sacar la tradicional foto...La del Obelisco.
     

     
    En esta oportunidad les voy a “hablar” de mi paseo por Tigre y por Tecnópolis…
     
    Una tarde en tecnópolis
     
    Esto fue en el año 2011, recién cuando se abría el predio de Tecnópolis. Más allá de no estar de acuerdo con algunas ideologías políticas, como dice el tradicional dicho de política y religión mejor no hablar, hay cosas bastante interesantes para ver.
    Al llegar allí, me llamó la atención las dimensiones del lugar y sumado a ello, que aún se estaban haciendo más y más atracciones. Lo primero que visité fue el sector donde se encuentran los antiguos autos, trenes, avionetas y aviones.
     

     

     

     
    La cuestión de la historia del transporte es algo que siempre me ha interesado. Es posible subir a los mismos para conocerlos por dentro. Los trenes son totalmente diferentes a los actuales. Eran de madera, tenían un estilo más pintoresco, eran completamente diferentes.
    Otro sector bastante divertido, es uno donde había juegos, como por ejemplo un metegol, un juego con instrumentos musicales y muchas más atracciones, especial para los más chicos.
     

     
    Por supuesto, que es imposible recorrer y ver todo. Para entrar a ver algunas cosas, tenes que hacer cola. Y el problema es que si bien fui cuando terminaron las vacaciones de invierno, estaba lleno de maestras que llevaban a sus grupos de alumnos a recorrer el lugar. (No fue el mejor momento para visitar este lugar, pero de todas formas la pasé muy bien)
     

     
    Otra de las zonas de Tecnópolis a las que se podía entrar sin tener que esperar, era a un galpón que decía “Orgullo Nacional”… No me gustó, era netamente campaña política. Así que mejor obviemos esta parte...
     

     
    Una cosa que sí es muy interesante, es poder ver como los científicos trabajar. Se los puede ver como diseñan robots.
    Estuve bastante rato recorriendo el gran predio, claro que no pude ver todo, pero fue una linda tarde.
    Lo otro que había prometido contarles, era mi paso Por Tigre…
     
    Conociendo Tigre
     
    Quería visitar la zona del Tigre desde hacía bastante tiempo. Estando en la Ciudad de Buenos Aires, no podía desaprovechar la oportunidad de ir. Entonces, lo primero que hice fue ir hacia San Isidro.
     
    Luego de conocer esta ciudad, cómo quien dice “a vuelo de pájaro”, subí a bordo del turístico tren y al cabo de unos minutos ya estaba en Tigre.
     
    El Tigre es un lugar, a mi criterio, especial por estar enmarcada por el Delta que le confiere una belleza única… y no sólo eso, sino también un estilo de construcciones ribereñas, atípicas desde mi punto de vista. Desde la costanera pueden apreciarse estas construcciones elevadas, las cuales responden al diseño del paisaje y marco natural.
     
    La costa es un lugar que invita a caminar sin prisas. Era invierno, pero el sol armonizaba la tarde e invitaba a recorrer y también a dar un paseo sobre el espejo de agua.
     

     

     
    Como el día estaba muy agradable para estar al aire libre, seguí caminando por la costa hasta llegar al Museo de Arte Moderno. La localidad del Tigre tiene varios museos, pero sin lugar a dudas el más llamativo, en cuanto a su estilo arquitectónico es este que les acabo de nombrar.
     

     

     
    En el Museo de Arte del Tigre hay varias colecciones, entre ellas, la muestra de Milo Lockett, uno de mis artistas preferidos por su especial estilo, el cual considero muy divertido.
     
    Regresé bordeando la costanera hacia la parte céntrica de Tigre y luego de tomar algo en una cafetería tome un colectivo para ir hacia el Shopping Dot. Ya les he comentado que soy una viajera incansable..
    Pese a estar bastante distante, seguía con ganas de pasear y de disfrutar de los cines. Fue un día con muchas vueltas, bastante intenso, pero muy divertido e interesante…
     

  7. flormdk
    Como todas las veces en las que viajo, busqué información sobre lugares a visitar, distancias, colectivos, horarios de ida y vuelta y por supuesto, varias opciones de hospedaje.
    Luego del relevamiento de datos, tarea de la cual disfruto (porque siempre se aprende algo nuevo, o aparece alguna alternativa nueva) salí con destino al sur de mi país.
    Para ser más precisa al sureste de la Patagonia argentina. El plan inicial consistía en parar en primer lugar en la galesa ciudad de Trelew para conocer desde aquí otros puntos como Punta Tombo (una reserva de pingüinos), Gaiman, Rawson, Playa Unión y Puerto Madryn.
    Por lo general, compro todos los pasajes juntos, pero esta vez decidí que sería mejor comprar solo el de ida para no tener que estar sujeta a fechas y horarios. Hay veces en las que es mejor poder decidir en el momento, si quedarse más tiempo o irse a otro punto.
    Llegué a Trelew luego de unas quince horas de colectivo, un viaje bastante largo, pero por suerte fue en su mayor parte de noche. Vi algunas películas, dormí un poco y a la mañana cuando me desperté empecé a escribir. Me encanta escribir, es un buen pasatiempo, ideal para viajes, esperas o días nublados.
    Antes de llegar a Trelew, el colectivo pasó fugazmente por Puerto Madryn ofreciéndome una hermosa vista panorámica de esta localidad que posteriormente visitaría.

    Finalmente llegue a destino, a la localidad galesa. Aquí pasé unos intensos días en los que recorrí varios puntos, casi todos los que nombre antes. Excluí a Rawson del itinerario ya que muchas personas me dijeron que no había mucho para ver y para hacer. Se trata de una capital, que más que nada tiene funciones administrativas.
    Mi idea original era visitar desde Trelew a Puerto Madryn, es decir, organizar un paseo en el día ya que se encuentran a muy corta distancia una localidad de la otra. Pero, aprovechando que no había comprado ningún pasaje y que nada me ataba, decidí cambiar de idea. Armé nuevamente mi valija y salí rumbo a la terminal a comprar un pasaje para Puerto Madryn.

    Descendí en la terminal de la portuaria ciudad y fui en búsqueda de un plano y de algunos folletos. Caminé hasta llegar a la calle principal la cual se encuentra frente a la costanera. Pregunté en algunos hoteles por disponibilidad y terminé eligiendo para quedarme un apart hotel, muy cómodo y lindo con vista a la costa. Después de acomodarme salí a tomar aire y caminar.

    Frente a la deslumbrante costanera se despliegan varios hoteles, comercios y lugares de venta de artesanías a los que entré para comprar algunos recuerdos. Es llamativo, la cantidad de agencias de turismo receptivo que allí se encuentran. Por supuesto que no dude en entrar a preguntar qué excursiones había. Obviamente, la primera excursión que me ofrecieron en todos los lugares a los que entra, era la de visitar Península Valdés.
    Claro que no estaba en mi mente ir hacia allí porque la idea original era visitar Puerto Madryn en el día. También debo admitir que ver ballenas no es santo de mi devoción, de todas formas en marzo, época en la que viaje, es muy raro poder ver a estos gigantes seres vivos. Por todo lo que nombré anteriormente puede deducirse fácilmente que no tenía planeado conocer Península Valdés.
    Por otra parte pensé que seguramente no volvería por algún tiempo a esta zona de mi país… ya que había conocido Trelew, los pueblos vecinos y posteriormente el viaje seguía hasta Las Grutas. Por lo tanto esta parte quedaría salteada… Además, no suelo repetir lugares, trato de ir siempre a un lugar distinto (salvo algunas excepciones que ya habrán leído) Finalmente decidí hacer la excursión a Península Valdés para conocer los paisajes de esta zona de la provincia del Chubut.
    Si hay algo malo que tienen las excursiones, es que empiezan muy temprano, pero vale la pena hacer el esfuerzo de madrugar en vacaciones. Al día siguiente, muy temprano, a eso de las 7 am me pasó a buscar una combi para llevarme a recorrer Península Valdés.
    Uno de los tantos espectáculos que ofrece esta excursión es la de estar en la ruta y ver agua a ambos lados. Al transitar por el Istmo Florentino Ameghino es posible ver cuerpos de agua de los dos lados de las ventanillas. Fue algo que no había vivido nunca y no sé si en otra zona del país o del planeta podré volver a vivirlo.
    La primera parada fue en Puerto Pirámides. Un apacible pueblo de estilo tranquilo donde apenas viven 600 personas que se dedican a la actividad turística. El centro de la localidad es muy pequeño, tiene apenas unas dos cuadras, pero no por ello deja de ser muy pintoresco.

    Después de haber recorrido este sitio visitamos otros como Punta Norte, donde fue posible ver fauna típica de la región como focas y elefantes marinos.


    Otros puntos de la Península Valdés que conocí fueron Caleta Valdés y Punta Cantor. Tuve nuevamente la oportunidad de poder volver a ver pingüinos, uno de los animales que más me gustan. Volví a sacarles fotos y a divertirme con su gracioso andar.
    El recorrido de la excursión había sido alterado ya que había varias combis que iban a hacer el mismo paseo y para poder conocer los lugares de una manera mejor, los guías habían decidido cambiar el orden del itinerario.
    Por eso el último lugar al que nos dirigíamos fue el Centro de Interpretación (sitios que normalmente suelen visitarse como primer paso). Antes de ello decidieron darnos una sorpresa y llevarnos a un lugar que supuestamente no estaba pensando ir… Punta Pirámides.

    Punta Pirámides es un paradisíaco lugar donde pueden admirarse aguas de color azul intenso. A lo lejos se divisaban apostaderos de lobos y elefantes marinos, enmarcados por gigantescas roscas que forman una postal única.

    Volviendo a la cuestión del Centro de Interpretación, les puedo contar que es bastante nuevo y también interesante. Allí vimos varias cosas como un esqueleto de ballena y sus barbas, mapas... Una de las mejores cosas fue su mirador!

    Después de paradas, fotos y recorridos se hizo la hora de emprender la vuelta. Aproximadamente a las seis de la tarde. Descendí en la terminal en búsqueda de pasajes. Volví al hotel para darme un baño refrescante, buscar las cosas y prepararme para seguir viajando.

  8. flormdk
    Salí de viaje con la idea de combinar naturaleza y tranquilidad. Para ello, elegí la provincia de Corrientes. Una provincia en la que sólo había estado de pasada en ocasiones anteriores cuando a visitar las Cataratas del Iguazú o el vecino país de Brasil.
    Corrientes, es una provincia muy linda con muchos puntos interesantes para recorrer como Goya ciudad que la llaman la “Petit París” por la gran cantidad de visitas europeas que recibió, Mburucuyá con su magnfico Parque, la ciudad capital y la lista podría seguir. Además hay carnavales y lugares donde se puede vivir la vida de campo, es decir, alojamientos rurales.
    Pero como en todo viaje, hay que elegir qué conocer, por dónde empezar. En este viaje por Corrientes (y digo este porque pienso volver en algún momento) conocí los Esteros del Iberá y la localidad de Empedrado.

    Una combinación que para muchos resultará extraña o poco convencional.
     
    Viviendo la magia en Esteros del Iberá
    Para conocer los Esteros del Iberá paré unos pocos días en Colonia Carlos Pellegrini.
    Pellegrini es el punto que recomienda mucha gente para hospedarse por la cercanía con los Esteros, es un pueblito chico con gente sumamente encantadora que pasea sin preocupaciones y donde la inseguridad parece no existir.
    Este pueblo es ideal para hacer base y conocer los Esteros, pero eso sí, doy algunos consejos… Antes de ir, pasen por el banco y lleven todo lo que vayan a necesitar, también cosas por las dudas. Allí no hay cajeros ni farmacias, hay muy pocos locales y cosas. Les doy un ejemplo, hay solamente cuatro lugares para comer, se sirven platos sencillos pero muy ricos, parecen caseros.
    Visto así parece un lugar poco recomendable para ir, pero la cuestión es que Empedrado es muy lindo para despejarse del bullicio de la ciudad y conocer un modo de vida distinto al cual estamos acostumbrados quienes vivimos en ciudades grandes.
    Luego de una noche de descanso me levanté temprano y me preparé para el tan ansiado paseo por Esteros del Iberá. Fui provista de bastante agua y repelente, para hacer la excursión en compañía de un guía al cual habíamos contratado previamente.

    Yo ya sabía que me iba a encontrar con un panorama sorprendente y excepcional, pero una cosa es ver fotos y otra muy distinta es estar en el lugar. Es realmente impresionante, es un paseo que recomiendo especialmente para quienes desean estar en contacto con la naturaleza. No vayan a olvidar la cámara de fotos… ¡Las postales son únicas!

    Aprovechamos el día para hacer algo de caminata pero también para dar un paseo en canoa. Se puede ver de todo. Lo que más me llamó la atención fueron las aves. Según nos comentó el guía allí existen más de 350 especies.

    Otra cosa interesante que nos comentó el guía es que los Esteos, son uno de los humedales más importantes en el planeta por la gran biodiversidad que allí se encuentra.
    Entre explicaciones y paseo fui sacando varias fotos y por supuesto no me privé de sacarle una foto a uno de los representantes más significativos de esta zona: el yacaré.


    Después de disfrutar de la magia de los Esteros y sus animales, al llegar el atardecer momento soñado, después de contemplarlo emprendimos la vuelta hacia Pellegrini, un poco cansados por el paseo pero muy entusiasmados.

    Les recomiendo que si van a visitar Los Esteros vayan en primavera, en otoño llueve mucho y en verano el calor es excesivo.
     
    Entre barracas: Empedrado
    La siguiente parada (y lamentablemente última) fue en Empedrado, un pueblito ubicado muy cerca de la ciudad capital. Es un punto al que se lo recomienda visitar a modo de excursión, pero yo preferí pasar unos días distintos y parar allí. Siempre acostumbro a parar en las capitales, pero esta vez quise variar.
    Es un lugar sumamente tranquilo, ideal para relajarse. El estilo apacible de vida de este lugar no implica que no haya puntos turísticos para visitar o nada para hacer. Es más suele haber eventos como congresos y Fiestas Provinciales.
    Pero volviendo a mi paso por Empedrado… Uno de los puntos más lindos que tiene es el balneario municipal ubicado a orillas del río Paraná .Aquí se levantan unas llamativas barrancas de una coloración rojiza muy particular que nunca antes había visto en otro lugar.


    Muchas personas aprovechan este entorno natural para disfrutar de los deportes náuticos.

    Yo esta vez opté por caminar con la compañía de mi cámara de fotos. Es que realmente es sorprendente, algunas de las barracas alcanzan hasta los 50 metros de altura. Parece un espacio lunar, algo de otro planeta, algo bastante complicado de describir en palabras. Y fue luego de dar este paseo cuando comprendí porque el pueblo lleva el apodo de “Perla del Paraná”. Apodo que lo lleva con orgullo y que está muy bien justificado.

    Que puedo contarles de la ciudad…Es como dar un paseo en el tiempo. Sus calles invitan a remontarse al pasado, allí se levantan antiguas casonas que aún conservan su estilo tradicional. El origen de esta localidad se remonta a varios años atrás, según me informaron al siglo XVII pero están muy bien conservadas.

    Aún está presente al antiguo cartel sobre las vías que dice “Empedrado” el cual el paso del tiempo en estas tierras.

    Deje la provincia de Corrientes recordando las aves que había visto, las postales, las altas barrancas, la tranquilidad de la gente, las construcciones históricas…

  9. flormdk
    Piedras preciosas, termas y playa… ¿Se preguntarán el por qué del título? La respuesta es mi viaje.
    Salí con la idea de hacer varias escalas o mejor dicho paradas. Es que cuando tengo tiempo me gusta armar viajes con varios puntos para conocer. Esta vez el viaje empieza en Entre Ríos, sigue por Misiones y termina en una playa en Brasil…
     
    Las Termas de San José
     
    No soy muy adepta del termalismo, pero estaba en la ciudad de Colón rodeada de centros termales y me sentí tentada de ir por lo menos a uno.
     
    En Colón hay un centro termal, pero en el momento en que fui yo estaba siendo remodelado. Entonces, aprovechando una tarde calurosa, llamé a un taxi y pedí que me llevaran a San José.
    San José es un pueblo, bastante antiguo y no muy turístico, su encanto esta dado por sus termas y claro también por la tranquilidad del lugar.
    Llegué y luego de dejar rápidamente las cosas me fui a pasear por las distintas piletas… Hay varias, de diferente tamaño y temperatura. La recomendación que se da es no estar mucho tiempo adentro, dado que el calor del agua puede hacer mal. Así que pase mi tarde de pileta en pileta y sin darme cuenta anocheció.
     

     

     

     
    El taxista ya me había comentado que ellos no solían trabajar hasta muy tarde, debo admitir que una sensación de preocupación me invadió. Yo estaba parando en Colón, una ciudad vecina pero no tenía movilidad propia. Pero afortunadamente conseguí un taxi que me llevó de regreso a Colón, pasé una última noche aquí y a la mañana siguiente armé todo para seguir viaje.
     
    Próxima parada: piedras preciosas
     
    Me despedí de la provincia de Entre Ríos para ir rumbo a Misiones. Ya conocía las Cataratas del Iguazú pero estando aquí no podía privarme de verlas nuevamente. Es un paisaje tan sorprendente, tan único…
    Pero, voy a contarles más en detalle la otra excursión que hice (que en el viaje anterior no había podido hacer) la de las Minas de Wanda. Excursión que recomiendo que hagan ya que se van a sorprender.
    Para llegar a este sitio, tuvimos que tomar la Ruta Nacional 12. Luego de unos pocos minutos de recorrido, un simpático guía nos recibió para acompañarnos a realizar el paseo para conocer las fantásticas piedras.
     

     
    El paseo fue sumamente interesante, nos iba dando detalles sobre los orígenes y conformación química de las piedras, recordándome las clases de geomorfología de la facultad.
     

     
    Según nos comentó el guía, las Minas fueron descubiertas en el año 1976. Un dato curioso y llamativo que recuerdo es que el basamento donde se encuentra apoyada la provincia de Misiones se conformó hace muchos años en la era terciaria, es decir, unos cincuenta millones de años atrás, una cifra geológica que cuesta entender. Fue gracias al accionar de la lava y los posteriores enfriamientos que se formaron estas llamativas piedras preciosas.
     

     
    Avanzábamos por el lugar, sorprendiéndonos por los colores y por las formas de las piedras semipreciosas, algunas con forma de prismas, otras hexagonales, otras de formas más irregulares, todas muy distintas.
    Las piedras que más predominan en las Minas de Wanda son las amatistas, las de color violeta, pero hay de todo, es posible encontrar ágatas, cristales de roca, jaspes y otras variedades más.
     

     
    Luego de ver este hermoso catálogo, la propuesta fue conocer la sala de exposición. Aquí se venden gemas y joyas. Por supuesto, que aprovechamos para comprar algunos souvenires y adornos. Además, dicen que las piedras atraen la buena energía y yo creo que es cierto.
     

     
    Sorprendida por la singular belleza de este lugar y con algunos regalitos volví hacia Iguazú para acomodar la valija e ir a la próxima parada...
     
    Descanso en Florianópolis
     
    Después de unas cuantas ideas y venidas, excursiones, más idas y venidas, recambio de hoteles, horarios, etc, llegó el momento en que el espíritu del viaje cambió de aventura a descanso…
    Un lugar para descansar sin lugar a dudas, son las playas. Conozco casi todas las playas de mi país, las que están cerca, las que están no tan cerca e inclusive las del sur las cual son sumamente distintas.
    Luego de analizar mapas y alternativas, el punto a donde ir fue Florianópolis, una ciudad de Brasil, bastante cercana a mi país, Argentina.
     

     
    Florianópolis es sinónimo de playa, según leí hay apróximadamente unas cien playas en esta ciudad. Fui a unas cuantas, pero obviamente no pude conocer todas.
    Me tocaron días muy lindos, por suerte ningún día de lluvia. Aún recuerdo el intenso calor, las caminatas por la orilla del agua y por supuesto, los chapuzones en las cristalinas aguas.
     

     
    Las tardes las pasé en la playa, con la compañía de algún refresco, charlas y paseos alternados con descanso y juegos de cartas.
     

     
    Pero me resulta imposible quedarme quieta y descansar, aprovechaba la nochecita para salir a pasear por la ciudad.
     

     
    Una de las cosas que más me llamó la atención de Florianópolis fue la gran cantidad de graffitis y murales pintados.
     

     
    Aproveché también para probar los platos típicos, ya que viajar es una oportunidad para conocer la cultura y tradiciones de un lugar. Pero debo admitir que lo que más me gustó de Brasil fue la variedad de frutas que se sirven en los desayunos, muy refrescantes!
  10. flormdk
    Me encanta ver películas, el fin de semana suele ser el momento en qué aprovecho para ir al cine y ver algo. Me gusta casi todo… comedia, drama (de vez en cuando), terror (aunque nunca una película logró asustarme, ni siquiera cuando era chica), suspenso (el género que más me gusta), infantiles por qué no, históricas, películas 3D, etc, etc. Dije “casi todo” porque las de acción no son santo de mi devoción, me parecen todas iguales.
    Además de ir al cine, en el “finde” o en la semana cuando tengo tiempo, me veo alguna serie o película. Estoy siguiendo varias series, casi todas muy interesantes. Como se podrá notar, soy cinéfila…
    En la ciudad de Mar del Plata, todos los años se celebra el Festival Internacional de Cine y por supuesto que no pierdo la oportunidad de ir. En esta edición el Festival cumplió sus 60 años, ya que fue concebido en el año 1954. Yo todos los años espero ansiosa la llegada de este evento, a mi me encanta. Un detalle no menor es que es el único de toda Latinoamérica que tiene la categoría “A”, calificación a mi criterio bien merecida.
     

    Desde hace algunos años se viene haciendo duramente el mes de noviembre, antiguamente era durante el mes de marzo. Es una oportunidad que considero sumamente interesante, ya que puedo ver películas “no comerciales” y conocer más del mundo del cine, vi películas de Irán, de Colombia, de Venezuela… También es interesante porque podes escuchar a los directores y a los actores contar anécdotas y cosas sobre el rodaje de la película. Se proyectan entre 300 y 400 películas, lamentablemente dura una sola semana y lógico es imposible ver todas. Yo siempre pienso en que sería ideal que durara por lo menos dos semanas. Con las ocupaciones cotidianas, a lo sumo hago tiempo para ir a ver una película por día, y no todos los días hago tiempo a ir. Pero debo admitir que hago mis esfuerzos para organizarme y poder ir.
     

    Este año aproveché para ver de todo un poco, películas de competencia Latinoaméricana, películas de competencia Internacional y también otras que no estaban en competencia. Y en el último día aproveché para ver una de las ganadoras a mejor guión. Igual, yo creo que es cuestionable lo de las calificaciones, hubo otras que me gustaron más y no recibieron ningún premio…
     

    Hay de todo, algunas son muy buenas, con guiones super interesantes y originales, pero también hay algunas que son un poco aburridas, o demasiado lentas en comparación con el cine “tradicional” o el que uno acostumbra a ver.
     
    En cuanto a los actores, algunos son muy buenos, hay otros que no son actores pero que hicieron buenas películas y también vienen algunos que son famosos.
    Una de las mejores cosas es que podes ir en cualquier momento del día a ver películas, se empiezan a proyectar desde las 9:00 am y hasta la madrugada hay funciones. Yo generalmente aprovecho para ir a ver las que pasan en el Audiotorium, es una de las salas más grandes, con un sonido espectacular. Está ubicado en el Gran Hotel Provincial, “a pasitos” del mar.
     

     

    El Festival también ofrece varias actividades especiales, como por ejemplo, charlas con directores, con personas especialistas en cine, presentaciones de libros de cine, etc. Son principalmente actividades para estudiantes y entendidos del cine. Yo me conformo por ahora con ver las películas, quizás en algún momento lea algún libro de cine o vaya a algunas de las charlas.
    Hoy fue el último día del Festival de este año, debo confensar que me da una pequeña sensación de tristeza, los pasillos de los cines se ven menos poblados de gente, hay menos movimiento, se empiezan a ir todos los turistas cinéfilos y hay una sensación de calma, como si hago faltase.
     
    Ver por última vez la presentación del Festival proyectada en la fachada del Provincial, aplaudir por última vez a una película de cine arte, cerrar el librito de la programación y guardarlo junto con los otros en la biblioteca, son situaciones que hacen pensar en que el tiempo pasa muy rápido y en que el festival se va a extrañar.
     

     

     

     
    Pero, como dije el tiempo pasa rápido, será cuestión de esperar al próximo año, que seguramente va a ser aún mejor ya que será la 30 edición (Vale aclarar que el Festival no se llevo a cabo de manera continuada desde sus comienzos) Mientras tanto habrá que conformarse con volver a ver las “pelis” de todos los “findes” las de Hollywood (que también me gustan!)
  11. flormdk
    Es bien conocido por todos, que en el Viejo Continente, es decir en Europa, los países que se ubican más al sur son “más exóticos”. Uno de los países que tuve oportunidad de conocer hace poco tiempo fue Croacia: una joven república con un largo convulsionado pasado de identidad negada y recuperada. Su presente está marcado por turistas y viajeros deseosos de conocer “la otra Europa”.
    Pero no solo su pasado y su posición en el mapa eran las cosas que me motivaron a llegar a estas tierras, también sus puntos turísticos…
     
    Al llegar a “tierra firme” fui descubriendo varios secretos del lugar, gracias a los folletos turísticos y también gracias a los relatos de los lugareños. Algunas de las cosas interesantes que recuerdo son…Es un país que recientemente se incorporó a la Unión Europea, es un país con más de 1200 islas (me dieron ganas de tener tiempo y plata para conocerlas a todas), con ciudades protegidas por la UNESCO y, este país exótico tiene unos ocho Parques Nacionales.
     
    Hice la primera parada en la ciudad capital, Zagreb. Una ciudad donde llama la atención como los “zagrebíes” toman café, sentados en las terrazas sin ningún apuro. Yo, creía que esta era una costumbre netamente argentina, pero, dicen que los sábados aquí el “cafecito” es toda una moda y un acontecimiento para el cual todos se hacen tiempo.,,
     

     
    Una cuestión que me llamo mucho la atención de Zagreb, es que no es una ciudad netamente consumista. No se ven las grandes tiendas típicas de Europa, como las de Francia o Italia. Es más austero, pero no por ello feo o aburrido. Es diferente a los otros países de Europa. Tiene su encanto propio, su particularidad.
     

     
    La calle principal es Ilica, aquí se levantan vidrieras sobrias. Predominan las casas de zapatos y sombreros (cosa que también me llamó la atención, porque en mi país los sombreros cada vez se usan menos). La ropa es sumamente discreta, como ya dije, nada que ver con las deslumbrantes tiendas de otras capitales europeas o grandes metrópolis americanas.
     

     
    Siguiendo con las curiosidades (cosa que me encanta), aquí va una… ¡La corbata nació en Croacia! Fueron los soldados croatas quienes empezaron a marcar esta tendencia, que en la actualidad sigue en vigencia. Ellos colocaban en sus cuellos, pañuelos atados de los cuales colgaban extremidades. Los franceses (siempre interesados en la moda), no pasaron por alto este detalle, para ellos desconocido y no dudaron en incluirlo en su vestuario.
     
    Los franceses le pusieron el nombre de “Cravate”, una derivación de la palabra croata. Con el tiempo, la original “Cravate” se modernizo y llegó a tomar la forma que tiene hoy en día, elegante y, como dicen casi todos: complicada de colocar. La corbata original se puede ver en una boutique de Zagreb.
     
    Otro de los lugares que visité en el país exótico de las curiosidades, fue un lugar maravilloso de nombre un tanto complicado de pronunciar (que aún no logré poder enunciar correctamente) Plitvice.
     

     
    Se trata de un Parque Nacional, ubicado nada más que a dos horas de Zagreb. Es un lugar encantador, como todo espacio protegido, difícil de describir con palabras.
     

     
    Recomiendo que lo visiten. Es uno de los puntos más elegidos para “dar el sí”. Dicen los lugareños, que muchas parejas eligen este escenario natural para casarse. Según me contó el guía que nos acompaño a Plitvice, anteriormente, todos los 25 de mayo tenían lugar allí, decenas de casamientos. Inmediatamente le pregunté el por qué de la fecha, a lo que el me respondió: es el día del cumpleaños de Tito, los casamientos eran cientos.
    Otra curiosidad es un museo muy especial, el Museo de Broken Relationships. Es un espacio que fue creado por una pareja de artistas tras su separación. Como no sabían qué hacer con sus cosas en común y regalos, decidieron ponerlos en un museo.
     

     
    Es un museo nuevo, fue inaugurado en el 2010, hay de todo. Son varios quienes tras separarse, donan los objetos para enriquecer al museo. Abundan los ositos de peluche, los vestidos de novia e inclusive vidrios rotos tras peleas. Eso sí, también se venden souvenires para olvidar los malos momentos.
    Después de pasear unos días fugaces por Zagreb, me despedí de la ciudad donde nació la corbata y donde las relaciones terminadas se transforman en arte, pero antes compré algunos "licitar". Es un souvenir que aunque parezca de plástico, es un pastel exquisito con sabor a miel. ¡Riquísimos!
     

  12. flormdk
    Fue en sus comienzos un pueblo minero y hoy en día se transformó en una de las estaciones de esquí más chic o más top (como dicen hoy en día)… Me refiero a Aspen, un lugar para disfrutar la nieve a pleno, un lugar para conocer también en primavera. Es difícil decir que estación es la mejor, ambas tienen su encanto, sus particularidades. Es un sitio al que volvería a ir, pero la próxima vez, espero que sea en navidad para conocerlo en otra faceta.
    Pero volviendo a lo que “estaba diciendo”, les voy a contar de mi paseo en época invernal y también en época primaveral para que comprueben por ustedes mismos que es muy difícil decir cuál momento es el mejor para ir…
     
    Días de nieve
    Hace algunos años, tuve la oportunidad de viajar por primera vez a estas tierras. El primer viaje fue en invierno, con mucho frío. Más de lo que creí que iba a hacer.
     

     
    Por supuesto que fui bien equipada, con guantes, con sweaters bien grandes (de esos que parece que pesaras cinco o diez kilos más cuando te los pones), pantalones gruesos para soportar el frío de la nieve, guantes de polar (varios pares) y soquetes azules tejidos por mi abuela .
     
    Además de partir con mi terror al frío y con la cámara de fotos con varias baterías… Empaqueté también dos días antes de salir, dos ideas que me daban un poco de miedo, quizás más pánico que el frío mismo…
     
    Bueno, las confieso… La primera de ellas, era que en estas tierras donde la gente derrocha simpatía y gracia deportiva, mi condición de completa principiante quedaría totalmente descubierta y en evidencia. Me daba bastante vergüenza de sólo pensarlo. La segunda idea que rondaba por mi cabeza era me pasaría una semana completa a base de cosas ricas y calóricas, hamburguesas, papas fritas y platos abundantes con salsa barbacoa acompañarían mis días. Ésta segunda se cumplió. De solamente recordarlo, se me hace agua la boca…
     
    No solo el viaje con sus encantadores paisajes me sorprendieron, sino algo aún mejor, para mi segunda clase de esquí ya estaba en condiciones de ir a pistas más difíciles y parecía una esquiadora experimentada, de esas que todos los años viajan a algún destino de nieve.
     

     
    Mis días en este primer viaje invernal, transcurrieron entre esquí, nieve, tropezones y comida rica con salsa barbacoa…
     

     
    De todas formas, debo admitir, que para aprender a esquiar bien, tuve que recurrir a las clases para principiantes. La verdad que valieron la pena, además había instructores bilingües, que explicaban y enseñaban muy bien el arte de esquiar, siempre dando ánimos a quienes al principio pasábamos más tiempo tropezando que esquiando.
     

     
    Días primaverales en Aspen
    La segunda vez que planifique mi viaje hacia Aspen, fue en primavera. Una estación que siempre me gusto, siempre me ha parecido romántica.
     
    Para mí la primavera es sinónimo de amor. Es que el aire primaveral tiñe los paisajes de otro encanto. Los lugares parecen ser distintos.
     
    No sabría decir con certeza cuál de las dos postales es mi preferida, lo cierto es que las actividades y los paseos son otros. Por supuesto, que también los recomiendo. Pero no me pidan que les diga cuál es mejor o más lindo, porque como viajera fanática que soy, me gustan todos los lugares a los que voy, en cualquier estación.
     
    En este viaje primaveral, uno de los paseos que hice fue visitar una Reserva Forestal, que lleva el nombre de White River.
     

     
    Luego de pedalear varias horas, entre subidas y caminos un tanto difíciles llegué a destino. El paisaje es muy parecido al Parque Yellowstone, pero sin la enigmática fuente termal.
     

     

     
    Por momentos me acordaba de la serie del osito famoso de televisión.
    La vista de los montes y de los espejos de agua, son difíciles de describir con palabras. Varios turistas aficionados posan y sacan fotos. El aire puro y cálido acompaña el lugar, un sitio ideal para andar en bici y también para caminar. Es un punto que se recomienda sobre todo para los amantes del trekking. Después de varias vueltas en bici, llegué al hotel sumamente cansada, a degustar nuevamente un plato de salsa barbacoa y a dormir para reponer energías.
     
    Otra de las cosas fantásticas que tiene la primavera, es que invita a almorzar al aire libre, con vista a las montañas nevadas. Un momento increíble.
     

    Algo que me sorprendió bastante, es que según me comentó el mozo, los restaurantes usan productos orgánicos para apoyar a los productos de la economía local y también para mejorar la salud de los residentes y también, de nosotros los turistas. Sea como fuese que estuviesen preparados, los platos eran realmente increíbles.
     
    Con el recuerdo del aire primaveral, los paseos en bicicleta y ganas de regresar, volví a mi país. Espero que el próximo viaje sea en alguna Navidad, para ver a Aspen con otro encanto…
  13. flormdk
    El mar que se encuentra en México tiene su encanto propio, evidencia colores que sólo los trópicos saben acentuar con ganas. Es una tierra en dónde las arenas brillan todo el tiempo, especialmente al anochecer con la luz de la luna y también, (lógicamente) con la luz del sol. Ese sol típico de las tierras caribeñas, que invita a estar en la playa todo el día.
     

    Aunque todo lo que haya dicho, quede medio poético, puedo dar fe que Tulum, es un lugar mágico, es uno de los mejores lugares de playa en donde tuve la oportunidad de estar. Mucha gente lo define como lo más cercano que existe al ideal de playa caribeña en la Riviera Maya.
     

     

    Tulum es un sitio que se destaca sobre todas las cosas por la tranquilidad (o al menos esta cualidad es una de las que yo más rescato del viaje) . Su calle principal, la cual está un poco lejos del mar, unas treinta cuadras, no es para nada glamorosa. Pero eso sí, tiene todo lo que hace falta, farmacias, algunos mercados, algunos bares ideales para sentarse a tomar algo fresco a la tardecita y también restaurantes, pero muy pocos.
     
    Lo más típico y recomendado por los lugareños son los tacos, y claro como no sentirme tentada a probarlos estando en México. Me encantaron, por suerte no estaban muy picantes.
     
    Una de las cosas que me comentó el simpático mozo que atendía en el restaurante del hotel, fue que el chile habanero es uno de los cultivos más típicos de la región de Yucatán, la cual es productora de unas mil quinientas toneladas anuales. Es un tipo de ají muy particular, que no me animé a probar (como se darán cuenta no soy amante de lo picante). Es el más picante de todos y uno de los más usados.
     
    Siguiendo con la cuestión gastronómica… recomiendo, que si andan paseando por Tulum, no pierdan la oportunidad de probar los postres helados, son deliciosos.
    Algo que también recomiendo, es el “yaxhú”, es un jugo muy refrescante, ideal para una salida post playa. Se prepara con piña, chaya, apio y licor de xtabentún. (Este licor de difícil pronunciación es de anís y de miel de abeja)
     
    Si hay algo que sí es masivo en Tulum son las ruinas mayas. A tan sólo un kilómetro y un poquito más, es posible visitarlas. A diario llegan contingentes de turistas deseosos de visitar este interesante legado que dejó la civilización maya.
     

     
    Eso sí, no son tan llamativas como lo son las ruinas de Chichén Itza, pero lo que las hace famosas y también interesantes de conocer, es su ubicación. Creo que mejor ubicación no podrían haber tenido: frente al mar.
     

     
    Pero no quiero que esto se preste para confusión, no son las únicas que tienen vista al mar. En las guías de viajes figuran otras, como es el caso de la costa oriental del Mayab a unos 70 kilómetros del Tulum (yo me conformé con visitar las más cercanas, prefería estar en la playa)
    Una de las características más destacadas que tiene el conjunto arquitectónico de Tulum (el cual en lengua maya significa muralla) es que es uno de los más importantes, además de ser el que está a mayor altura.
    En la entrada del lugar, se puede contratar de manera opcional, un guía. Yo lo recomiendo, porque gracias a ellos se puede conocer cómo funcionaba esta ciudad, la cual fue construida entre los años 900 y 1500.
    De todas formas, los guías cuentan su versión, lo más importante, o lo que más me gustó a mí, fue el hecho de que ellos ayudan a ver detalles, cosas que uno no puede ver con tanta facilidad. Me refiero a formas de serpientes en la columna, nichos con dioses grabados en la piedra y también frisos con mascarones zoomorfos.
    Todos los aplausos, se lo lleva el Castillo. Este es, el edificio principal, el que sale en todas las fotos. El que todos tenemos en mente a la hora de llegar. Lo que primero nos paramos a ver.
     

     
    Según el guía que contratamos, el Castillo tiene unos doce metros de altura. Está construido al borde del acantilado que cae a pique en el mar. Dicen que se había construido en ese punto y con esa altura para funcionar como un faro.
     

    Terminé la tarde de paseo por las ruinas mayas viendo las casas, adoratorios y los templos. En total hay unas doce construcciones y además una muralla. Todo se puede ver pero está prohibido subir a las pirámides. Hay que ver sin tocar.
    Lo que más me gustó fue bajar a la tranquila e íntima playita que está bajo el Castillo. Vino muy bien entrar en ese mar increíblemente calmo y verde para refrescarse. Desde el agua seguí contemplando las construcciones de piedra, esos vestigios eternos que dan una sensación que en pocas palabras puedo calificar como única.
     
    No sé cuál habrá sido la primera sensación que experimentaron los primeros conquistadores que llegaron a estas tierras mayas de la Península de Yucatán, pero si puedo asegurarles que el paisaje es, como dije antes, único, difícil de describir en palabras...
  14. flormdk
    Hoy voy a contarles mi viaje a la tierra de corsarios, a la tierra de hippies, al lugar donde nació Bob Marley.
    En el pasado, supo ser un enclave pirata, más precisamente allá por el siglo XVII, fue también un refugio de bucaneros famosos, hablo de nada más y de nada menos que de Jamaica.
     

    Jamaica es como todos bien sabemos, la cuna del reggae, una de las islas más grandes y hermosas del Caribe y sobre todas las cosas, es un excelente lugar para descansar y tomar sol.
     

    Debo admitir que llegué a la isla con un poco de miedo, yo creo que fueron mis amigos y familiares quienes con sus comentarios me dieron un poco de temor. “¿Te vas a Jamaica?” “¿No pensaste en un lugar más seguro?”, “¿Vos estás segura de que es una buena idea?”, éstas y unas cuantas preguntas más (del mismo estilo) eran las que escuché. Pero, no me detuve. Yo hacía tiempo que quería conocer este país, así que a pesar de todo, seguí en pie con mi idea y de todas formas viajé dispuesta a disfrutar y conocer.
    Una de las primeras cosas que hice al llegar, mientras completaba el famoso “Check In” en el hotel, fue hablar con el recepcionista. Después de algunas preguntas no tan significativas del tipo “¿vino mucha gente esta semana?”, “¿Refresca mucho a la noche?”, como para entrar mínimamente en confianza, me animé a preguntarle por aquello que daba tantas vueltas en mi cabeza, la cuestión de la seguridad en Ocho Ríos y en el resto de las ciudades a las que iba a conocer.
    Me dijo que había situaciones como en todos lados, pero nada grave como para andar preocupándome en exceso, que bastaba con tener las precauciones que se tienen en cualquier ciudad.
     
    Un poco me alivio, pero recordé una frase que una vez me dijeron cuando era chica “Si no pensás el miedo desaparece”, así que lo que hice en los próximos días, fue disfrutar de mi viaje sin pensar en más que en el famoso “amor y paz” de los hippies.
     
    Mi viaje transcurrió entre Ocho Ríos, Montego Bay y la capital del país, Kingston. Lugares increíbles si los hay. Las playas parecen postales.
     

     
    Recuerdo a una pareja casándose en la playa, parecía el rodaje de una película pero era totalmente real. La flamante novia disfrutaba de una ceremonia al aire libre, caminaba acompañada de sus padres para encontrarse con su futuro marido, en uno de los mejores lugares del mundo.
     

     
    En este viaje opté por conocer las playas de tipo all inclusive, quería hacer algo diferente en este viaje de sol y playa y conocer otra cara del turismo, pero de cerca. Como se imaginaran, están todas las comodidades y uno pasa las mejores tardes que pueda imaginarse.
     

     

     
     
    Una cosa fantástica que se suma a los encantos de Jamaica es la variedad y belleza de sus aves, seguro que para los amantes del “birdwatching”, esto debe ser todo un paraíso.
     

     
    Además de conocer las playas, tomar sol y darme unos cuantos baños y chapuzones en las aguas celestes cristalinas, visité un sitio que hacía tiempo que tenía ganas de conocer: el “Mausoleum de Bob Marley”.
     

     
    Es una aldea ubicada a un poco más de hora de distancia de Ocho Ríos, si mal no lo recuerdo, creo que el viaje duró una hora y media. Fui en un autobús que llevaba el nombre de “Zion” y estaba pintado con los colores típicos: rojo, amarillo y verde. Como podrán ver, todo está acorde y perfectamente ambientado.
    Qué decir del traslado, ¿Hace calor para ir? Sí, es cierto, el camino tampoco está en las mejores condiciones, hay varias curvas, pero les aseguro que vale la pena y el esfuerzo tomarse la “molestia de ir”. En el camino nos encontramos con varios niños que notaban que éramos turistas y venían a pedir algunas monedas y algunos caramelos, como sucede en otras partes del Caribe.
    Esta pequeña aldea fue el sitio donde nació el querido Bob y también es el lugar donde fue enterrado.
     

     
     
    El Mausoleum, es un lugar que tiene sus particularidades, hay gente fumando marihuana y vendiendo, porque allí es legal. Es una visita que se recomienda no hacer con niños, o no hacerla si se van a considerar este tipo de cuestiones como ofensivas. Ya me las habían aclarado previamente, pero de todas formas no me pareció que esto tuviera que ser un impedimento, elegí pasear ignorándolos, me interesaba mucho conocer el punto dónde nació el creador de tan fantástica música.
    Está la opción de solicitar una visita guiada al llegar al lugar, no tiene un valor muy costoso y es interesante, porque como toda guiada, va acompañada de explicaciones y detalles que si no fuera por la ayuda de los guías, uno los pasaría por alto o se los perdería. Demás está decir que el recorrido también está acompañado por música reagge.
     

     

     
    En el lugar hay además, un restaurante vegetariano, pero no probé los platos porque ya habíamos almorzado previamente. Entonces aproveché el tiempo para entrar a la tienda y comprar algunos souvenires, y bueno claro, algunos regalos para mí ja ja.
    Con unas cuantas bolsitas en la mano, me despedí de Nine Mile, la aldea dónde nació Bob, escuchando su música y pensando en su talento.
  15. flormdk
    Un destino muy conocido por los deportes relacionados con el viento es Ceará. Este sitio es muy buscado por los amantes del Kitesurf y del windsurf y también es una buena opción para turistas curiosos, ávidos de nuevos paseos, como es mi caso. Vale aclarar que los “deportes de viento” no me atraen, prefiero los de invierno. Además, en este viaje tenía en mente la idea de broncearme y descansar.
     

    Primera parada: Canoa Quebrada
    El primer punto que visitamos fue Canoa Quebrada. En sus cuadras cada noche se da un encuentro único donde tienen cita artesanos ambulantes, músico, bailarines espontáneos que llevan el ritmo en su sangre, trotamundos y todo tipo de curiosos. La “fiesta” dura hasta el amanecer. Nadie parece cansarse ni querer irse a dormir.
    Hace muchos años atrás, este sitio supo ser una Aldea de Pescadores además de un reducto hippie. En su calle central siempre existieron algunos “mercadinhnos”. Dicen los lugareños que nunca antes había habido tanta gente como ahora, hoy la peatonal de difícil pronunciación: “calçadão es un hormiguero humano y doy fe de ello. A la tardecita cuando van terminando las horas de playa, el lugar se llena de gente.
    Algo que me llamó la atención, fue enterarme por los lugareños, que cada playa tiene su color. En el caso de Canoa Quebrada, la playa tiene un color rojo ladrillo, pero también las hay de color blanca muy blanca y también azules. Canoa Quebrada es un lugar realmente enigmático.
     

     
    Historia en Aracatí
    Para conocer el pasado de Ceará, lo mejor es recorrer el centro histórico de Aracatí y eso fue lo que hice un día un poco nublado.
     

     
    Los centros históricos siempre tienen su encanto y son una invitación para conocer el pasado del lugar.
     
    Es muy llamativo, ver las fachadas de los edificios, casi todos ellos tienen dos plantas, algunos esperan ser restaurados (o deberían serlo), tienen llamativas decoraciones con azulejos reflejando el antiguo gusto portugués y colores fuertes. La variedad de formas y de diseños es increíble, hay tramas y diseños en gamas del verde, también del amarillo, blanco y azul.
     

     
    No pude con mi genio, de querer saber de dónde provienen los nombres y le pregunté a uno de los lugareños, quien me respondió que el nombre proviene de la lengua tupí y que significa “aire perfumado”.
    Luego de dar el primer recorrido por Aracatí y apreciar las fachadas del lugar, me senté a almorzar en uno de los restaurantes más recomendados.
    Desafortunadamente había varios platos a base de pescados y cangrejos, cosa que no me atrae en lo más mínimo, debo admitir que estoy considerando la idea de hacerme vegetariana, cada vez consumo menos carne. Lo que hice fue optar por algo refrescante. En realidad no tenía tanta hambre, sólo cansancio y sobre todo sed, mucha sed.
     
    El punto en que se pone más interesante el viaje: Fortaleza
    Llegué a la capital del estado, una ciudad que es llamada como ciudad noctámbula, hay quienes dicen que es la meca de los noctívagos.
     
    En Fortaleza, al caer el sol empieza la fiesta y dura hasta la mañana siguiente. Hay de todo para hacer… visitar restaurantes de moda, recorrer las ferias de artesanos en las playas, ir a bares con música en vivo, la verdad que las opciones son inagotables. Me hubiera gustado quedarme más tiempo, adoro bailar y sobre todo al compás de la música brasilera. Hay varios clubes, o como les llamo yo, boliches, en donde se pasa muy buena música.
     
    Pero no sólo la vida nocturna es lo que tiene Fortaleza para ofrecer, sus playas tienen su encanto. Praia de Iracema, fue la primera que visité. Es un punto muy elegido para eventos importantes, sobre todo los deportivos, y también para megashows. Dicen que el evento más importante es la Fiesta de Año Nuevo de Fortaleza, donde van más de un millón de personas.
     

     

    También aproveché las tardes de Fortaleza para conocer la playa de Titanzinho, la playa más chica de fortaleza. No es para nada turística, quizás ese motivo fue lo que me dio curiosidad para ir. Es muy buscada para la práctica de surf, no conozco nada de surf, pero de todas formas fue divertido ver a chicos hacer piruetas en el agua con sus tablas.
     
    Pero, como si a Fortaleza no le bastaran las largas noches divertidas y las espectaculares playa, también tiene varios shoppings. Así que reservé uno de los días en que estuve por allí para conocerlos y también para hacer compras.
     

    Además de llevar algunos regalos, no dudé en comprar el típico souvenir cearense, la llamada “Garrafa de Areia Colorida”. Se trata de unas botellitas con diseño de paisajes hechas con arena. Las más conocidas son las de Canoa Quebrada, además como fue uno de los puntos que más me gustó del viaje, aproveché para comprar esas.
     
    Con las valijas algo más abultadas por las compras, con el cansancio de las tardes de sol y de las noches de baile, volví hacia mi ciudad. Costó mucho acomodarse a la rutina después de haberla pasada tan bien. Por supuesto que ronda en mi mente la idea de planificar otro viaje a algún punto de Brasil…
  16. flormdk
    Nueva York, es una ciudad caleidoscópica como casi todas, bastante neurótica como muchas, pero irresistible como muy pocas.
     

     
    Es imposible no sentirse con la ansiedad al mil, al saber que vas a conocer una de las ciudades más fabulosas e inquietantes del mundo. La ansiedad se va acrecentado cuando vas armando el viaje, y creo que se acelera aún más el día que tenés el pasaje en la mano.
     
    Ni bien estaba confirmado que iba a partir hacia allá, empecé a buscar todo tipo de información, de cómo llegar, recomendaciones de restaurantes, opiniones de viajeros. Los puntos para conocer ya los tenía en mente, de mirar tantas películas y de leer cosas sobre la ciudad.
     
    Nueva York siempre había despertado en mí un interés enorme… Es una ciudad que a mi criterio, tiene un imán, atrae a turistas y viajeros de todo el mundo.
     
    Llegué al hotel, extremadamente cansada, pero desesperada por salir. Hice el famoso check in y me senté a desayunar, mientras sacaba mi cuaderno de anotaciones y miraba el plano de la ciudad para ver por dónde empezar.
     
    Hay tanto para ver y para hacer, que es imposible no ponerse ansioso e intentar organizar todo para que los tiempos alcancen y rindan al máximo.
     
    El primer lugar de la lista de puntos a conocer fue la Quinta Avenida, uno de los principales símbolos de la ciudad de Nueva York.
     

     
    Dicen los lugareños, que hace muchos años atrás era uno de los lugares turísticos fundamentales, pero que actualmente no es tan así. No sé cómo sería antes para que opinen así, pero hoy en día es un mundo de gente que va y viene y sin quererse se choca.
     
    Otro de los lugares que visité, al día siguiente, fue el Central Park, pulmón verde por excelencia.
     

     
    Cada barrio tiene su parque, pero este es único. Podría definirlo como “el rey de los espacios verdes”. Cada habitante y cada turista se adueña del parque a su manera, algunos haciendo algo de deporte, caminando a ritmo rápido, otros haciendo running, por supuesto que no faltan las parejas de turistas que están de picnic, otros leyendo, otros haciendo fotos para una fiesta o boda, otros con música, otros como yo observando todo lo que pasa en este lugar tan emblemático de la ciudad.
     

     
    Está la opción de alquilar una bicicleta para dar un pantallazo por el Parque, se alquilan por hora, lo recomiendo, es otra manera de conocer el lugar y el precio no es muy caro.
     
    No me gusta la comida china para nada, en lo más mínimo, tampoco me gustan sus souvenires y adornos, ni su estilo de dragones, no es que esté menospreciando a la cultura china, para nada. Me llama la atención a pesar de que no comparto su gusto.
     
    Por eso, aproveché para ir a conocer el Chinatown de Manhattan.
     

     
    Según leí en algún lado, se calcula que hay tres millones de chinos en el país (contando tanto los residentes legales como los ilegales) conforma la comunidad más grande fuera del continente asiático.
    En Chinatown hay de todo para comprar, joyas, carteras y productos que son réplicas de reconocidas marcas a precios muy accesibles.
    Las pescaderías, como se podrán imaginar, abundan. Por supuesto, que cada vez que veía alguna pasaba “bien rapidito”.
    Sin exagerar, en este barrio hay más de 200 restaurantes donde se pueden probar platos típicos. No me animé, no es mi estilo de comida, pero aproveché a caminar y conocer por fuera los distintos lugares. Me gusta además, observar a la gente (creo que me hubiera gustado estudiar antropología, siempre estoy leyendo cosas sobre lenguaje corporal u observando, me encanta, me apasiona y más en un lugar tan especial como el Chinatown)
     
    Otra zona comercial que quedó grabada en mi memoria es el “Time Square”, el mítico cruce de Broadway y la 7ª, un punto de la ciudad de Nueva York que brilla las 24 horas sin parar. Durante varios años había tenido muy mala fama, pero con el tiempo se fue transformando en un lugar turístico sin igual. Es bastante difícil avanzar por la gran cantidad de gente que hay, y lo que hace aún peor las cosas a la hora de caminar, es los grandes descuentos que ofrecen las tiendas.
     
    La gente se detiene a ver y se dificulta el paso. Las publicidades son totalmente distintas a las que estoy acostumbrada a ver en mi ciudad, (en Mar del Plata un reciente código publicitario, prohibió los carteles de gran tamaño como así también los que sobresalen, la ciudad cambió totalmente y quedo muy limpia en ese aspecto)
     
     

     
    Pero, en Nueva York, y especialmente en este lugar, las pautas son otras. Aquí las publicidades son tamaño extra large, especialmente los de los musicales, que se pelean para ver que cartel llama más la atención y logra vender más y más entradas. El Time Square es una esquina fascinante, alucinante por dónde se la mire…
     
    Por supuesto que es imposible ir a Nueva York y no visitar Lady Liberty. El viaje a este punto es emocionante, es el símbolo democrático por excelencia, y lo más llamativo es que durante el paseo se puede ver gente de todos lados. El día que la visité había gente de todas partes, de India, Israel, Trinidad y Tobago, Venezuela, España y la lista podría continuar.
     

     
    Luego de compras y paseos por calles coloridas, pobladas y luminosas, dejé la ciudad de Nueva York, por supuesto que sin las más mínimas ganas de irme. Creo que haría faltan al menos un mes para poder conocerla en detalle…
  17. flormdk
    Mis últimas vacaciones las pasé en Caviahue, un pueblo ubicado en el norte de la provincia del Nuequén.
    Es un pequeña ciudad ubicada a orillas del Lago de igual nombre en la Cordillera de Los Andes. Tiene la particularidad de estar dentro de un Parque Provincial. Es algo que al principio me costó entender… Yo pensaba “¿Cómo es que existe una ciudad dentro de un Parque?” Es algo medio raro… Si bien es cierto que todas las áreas protegidas tienen zonas con distintos tipos de uso, no dejó de llamarme la atención.
    Lo mejor de todo esto es que hay una gran cantidad de paseos para hacer, muchos de ellos se pueden hacer caminando. Cuestión ideal para mí ya que adoro caminar.
    Uno de los puntos que me recomendaron conocer fue la Laguna Escondida.
    Para llegar hacia la Laguna, había que caminar asciendo una pequeña montaña o mejor dicho sierra. No tenía un calzado de trekking pero de todas formas me animé a hacer el paseo.
    Llegué al punto donde comenzaba el recorrido y no había absolutamente nadie. Cosa que no me sorprendió porque en el pueblo viven unas 500, 600 personas... En temporada alta algunas más que vienen a trabajar. Es muy común caminar y no cruzarse a nadie, cosa que en la ciudad donde vivo es algo imposible. Pero ya me había acostumbrado a la falta de gente.
    Empecé a subir siguiendo unas pequeñas marcas. En algunos puntos hay troncos de árboles con flechas y también hay algunas piedras con pintadas blancas. No voy a decir que es fácil seguir el recorrido porque a mi criterio tendría que estar un poco más señalizado, con flechas de colores más llamativos, con más cantidad de pintadas. Lo bueno es que si prestas atención al suelo, vez las marcas de zapatillas y con eso te guías un poco más. Así que fui subiendo caminando entre las magníficas araucarias.

    Era la tardecita, tipo 19:00 horas, horario que recomiendo para hacer este paseo porque durante el día el sol está demasiado fuerte. Por suerte allí oscurece bastante tarde, tipo 21:15 horas. Subí bastante rápido quería que me quedara tiempo para sacar fotos y que no me sorprendiera la noche.
    A medida que comenzaba a ascender podía ir viendo al pueblo desde lo alto y también los medios de elevación que se utilizan en el invierno.

    Otra de las cosas que se puede ver mejor en altura, es el Volcán Copahue. Se podía ver como el Volcán estaba fumando en ese momento.

    Después de unos esfuerzos, no muy grandes llegamos a la cima de la montaña o sierra. Desde allí se obtiene la mejor vista de todas…

    Se pueden ver los límites y forma del Lago Caviahue y toda la pequeña ciudad. Parecía una maqueta de juguete, realmente muy linda.

    Es que es un pueblo encantador, con gente sumamente amable y hospitalaria, con construcciones de madera y piedras y con un paisaje espectacular.

    El quid de la cuestión era la Laguna Escondida, nombre realmente muy buen puesto. Luego de terminar de ascender se llega a este punto que les comentaba anteriormente dónde se puede ver toda la ciudad y si giras la vista al otro lado ahí se puede ver la Laguna.

    Un espejo de agua bellísimo de una coloración azul intenso, enmarcada por araucarias y un cielo totalmente diáfano. Esa es otra de las cosas que me llamaron la atención… En estas tierras todos los días estaba soleado y era muy raro ver una nube. El cielo parecía una pintura de un cuadro.

    Después de sacar unas cuentas fotos me senté unos pocos minutos a tomar algo fresco y emprendí el regreso. No quería que me agarrara la noche, me daba miedo encontrarme algún animal. En el recorrido solamente me crucé a alguna que otra lagartija, pero debo admitir que los animales de la familia de los reptiles no son santo de mi devoción.
    De todas formas, el descenso es siempre más simple, uno ya sabe por donde volver y la bajada es siempre más fácil que la subida. Afortunadamente llegue bien e incluso con margen de tiempo antes de que cayera el sol.
    La verdad que la experiencia me encantó. Prometo comprarme calzado de trekking para hacer alguna otra escalada en algún momento, es una experiencia divertida ir viendo que roca pisar, por donde pasar, esquivar plantas e ir sacando fotos.

  18. flormdk
    Un lugar que siempre había querido visitar es San Martín de Los Andes, siempre me había resultado enigmático este lugar. Es un pequeño pueblo, aunque ahora no tan pequeño, enmarcado por la Cordillera de Los Andes y un bosque de pinos, realmente espectacular.
    Yo conocí San Martín este verano que pasó, pero me pregunto cómo será en invierno este lugar… Ver todos esos pinos nevados, la Cordillera de fondo…
    Llegué después de varias horas de viaje… Salí desde mi querida Mar del Plata rumbo a Zapala. Zapala es el lugar a donde tenés que ir para combinar con otros destinos. Allí están todas las combinaciones para todos los lugares del Sur argentino.
    Tuve que estar varias horas en la terminal porque el micro tenía retraso. No conocí este lugar porque no tenía donde dejar la valija, de todas formas por lo que pude ver a través de la ventanilla del colectivo, me pareció un lugar aburrido, con el perdón de las personas de este lugar que puedan estar leyendo este artículo…Pero yo había salido en búsqueda de paisajes imponentes.
    Después de la espera, larga espera, llegó el micro y partimos hacia allí. Algo sumamente llamativo, es que las rutas de la región patagónica ya son todo un paseo de por sí, se puede ver la estepa patagónica en su estado más puro y natural, montañas de fondo…
    Llegué a San Martín a la tardecita. Lo primero que hice fue sentarme en un café sin dejar las valijas, no había comido nada en todo el día y tenía mucha sed. Así que tuve una suerte de desayuno- almuerzo -merienda con tostado y una gaseosa bien fresca. Algo curioso es que en todos los bares, cafés y restaurantes en lugar de servirte la botellita de gaseosa, te sirven la latita.
    Después conseguí un taxi para ir hacia el apart. Estaba algo alejado del centro, pero estaba en un lugar impresionante, una zona tranquila, bien cerquita de la montaña.
    Una de las cosas más lindas de San Martín de Los Andes es el estilo de construcción que tiene… Todo está hecho en madera, desde las casas particulares, hasta los negocios, restaurantes y cafés. Todo mantiene un estilo alpino acorde con el entorno.
    Otra cosa que me llamó mucho la atención es que en las veredas hay más rosas que árboles, de todos los colores, blancas, rojas y rosas, queda muy pero muy pintoresco.
    Mi paseo nocturno por la ciudad estuvo interesante, algunos negocios como las chocolaterías estaban abiertos, al igual que las casas de ventas de recuerdos y souvenires.

    En la plaza había un concierto con bandas locales y también había artesanos. Decidí volver no muy tarde para aprovechar desde tempranito el día próximo.

    Al día siguiente me levanté temprano y fui a la Oficina de Informes Turísticos (lugar y parada obligada de todos los viajes, me encanta ir a estos lugares a hablar con los informantes y recolectar folletos) para preguntar para ir a conocer el Volcán Lanín.
    Lamentablemente no pude hacer esta excursión, me implicaba más horas de micro que el tiempo que podía estar allí. Entonces me ofrecieron otras opciones de paseo…
    Para suplir este paseo al Lanín, lo que hicimos fue ir hacia la orilla del Lago Lácar. Allí alquilamos un bote con estabilizador (sí, tenía miedo a que se diera vuelta y perder mi mochila con la cámara de fotos) y dimos un paseo de una hora. Es realmente impresionante, porque a medida que vas navegando, te vas acercado más y más a las montañas.

     
    Fue un paseo muy lindo, pero las ganas de pasear y hacer cosas seguían… Recuerden que soy una viajera muy inquieta, que siempre quiere estar haciendo cosas y conociendo más y más…

    A la tardecita fuimos hacia Catritre, un balneario ubicado a muy pocos kilómetros del centro. Fuimos en taxi y volvimos a pie.

    Fue algo sacrificado, por la cuestión de las subidas, pero valió la pena… Pudimos disfrutar más del paisaje, sacando fotos y conociendo más (y de paso haciendo actividad física)

    En cuanto al balneario, es muy lindo el paisaje que se ve, no lo elegiría para pasar un día completo porque…¡ No hay arena! Son todas piedras, algo que me resultó un poco incómodo.

    Fue un día muy intenso y muy largo. Así que aprovechamos la pileta climatizada del hotel para relajarnos mientras disfrutábamos de la vista de la montaña…
    Estuve muy poco tiempo en San Martín, mi viaje debía seguir a Villa La Angostura, a Caviahue y también hacia Neuquen ciudad capital.
    Siempre los viajes resultan fugaces, a vuelo de pájaro… Pero me quedaron los mejores recuerdos.
    Por supuesto me quedan varias cosas pendientes para hacer, como conocer los otros balnearios, dar más vueltas por el Lácar, subir hacia el Lánin, ver como cae la nieve en invierno, esquiar y mucho más…
    Pero no faltará oportunidad de volver y pasar más tiempo disfrutando de la Cordillera y sentirse el “Oso Yogui” en medio de esos bosques de pinos tupidos…

  19. flormdk
    Ya había estado en un viaje por Melbourne en un fin de semana, con algunos pequeños percances pero la había pasado muy bien. Es una ciudad muy grande con mucho para hacer y para ver…
    Afortunadamente tuve la suerte de poder ir por una segunda vez.  Esta vez paré en otra zona de la ciudad, cerca de South Bank, una de las zonas más lindas a mi criterio de la ciudad de Melbourne.
    Anteriormente había viajado con mi novio y esta vez el viaje era con mis padres,  opté nuevamente por tomar el bus turístico para que ellos también conocieran la ciudad, creo que es una muy buena alternativa para cuando viajas con poco tiempo, ya que siempre te llevan a recorrer los puntos más interesantes de la ciudad.
    Al dar la primera vuelta en el bus, divisé a lo lejos un logo muy bonito ubicado en el museo que me llamó la atención, se trataba de una flor que en el interior tenía un mapa mundi. Al lado del dibujo decía exposición  “Melbourne International Flower and Garden Show”... Nos quedamos pensando en la posibilidad de visitar esta exposición mientras seguíamos dando vuelta en el bus turístico.
    Al día siguiente, luego de recorrer los principales puntos turísticos de Melbourne, la Federation Square con sus emblemáticos edificios en los alrededores como la Flinder Station y la Cátedral, fuimos hacia la exposición aprovechando que el bus turístico nos llevaba hasta el edificio llamado Royal Exhibition Bulding donde tenía lugar la exposición.
    “Melbourne International Flower and GArden Show”, es una exposición que se viene haciendo todos los años desde el año 1995 en el mes de Abril. No tenía idea de que se hacía este evento, pero tuve la suerte de caer en la fecha precisa. 
    Según información que pude leer en los folletos, es el evento más grande de horticultura que se hace en el hemisferio sur y lo visitan cada año un promedio de 100 mil visitantes. También está dentro del top five de las exposiciones y shows de flores y jardín del mundo.

    Tuvimos que pagar una entrada que salió 30 dólares australianos por persona, leer así puede parecer caro, pero puedo asegurar que realmente valió su precio.
    Por empezar la feria estaba emplazada dentro del edificio de exhibiciones de Melbourne, el cual de por sí es sumamente lindo. Había cosas en el interior del edificio y también afuera en los jardines. Recorrer todo llevo muchas horas sin darnos cuenta del paso del tiempo.
    Desde el momento en que entramos nos sumergimos en los aromas de las flores, había flores de todos lados del mundo, algunas variedades y flores que desconocía y que nunca jamás había visto… flores de todos colores, inclusive verdes! Sí verdes, jamás había visto flores de este color…
    Begoñas, rosas, flores de la región, realmente era un placer para los sentidos.
    Pero no era solamente flores lo que se podía ver… también había unas esculturas hechas todas con flores naturales, una más linda que la otra. No sólo era lindo mirarlas, sino también olerlas.

    También había cuadros de flores además de todo lo necesario para un jardín, desde herramientas, fertilizantes, esculturas, todo lo que se puede necesitar para tener el mejor jardín. La feria era muy completa.
    Por supuesto que también había flores a la venta, lamentablemente no pude comprar nada, pero había de todo hasta inclusive semillas de todo tipo.
    La exposición estaba perfectamente preparada con puestos de venta de comida, lugares de reacreación para niños y diferentes puestos con distintas cosas.
    Melbourne es una ciudad que tiene muchos eventos, la semana anterior a mi visita se había realizado una importante carrera, más allá de los eventos tiene muchas cosas para hacer y pese a ser una ciudad muy grande, es muy tranquila y segura.
    Todavía me queda pendiente volver para hacer la Ocean Road, dicen que es uno de los paseos y excursiones más lindas en los alrededores de Melbourne...
  20. flormdk
    Nací en la localidad de Daireaux (al oeste de la provincia de Buenos Aires) pero siempre viví en Mar del Plata. Podría decir que me siento parte de ambos lugares, a pesar de que son dos mundos totalmente distintos y opuestos. Cada sitio tiene su encanto, pero hoy les voy a “hablar” de mi querida Mar del Plata, ciudad en la que vivo y en la que pienso que seguiré viviendo ya que me gusta mucho y le tengo mucho afecto.
     

     
    Mar del Plata es un sitio con varios puntos interesantes para pasear y recorrer en cualquier momento del año. Es uno de los destinos más turísticos de la Argentina, con una gran cantidad de turistas durante el verano, pero también es visitada en invierno, durante los fines de semana largos y durante fines de semana comunes.
     
    Entre los rincones preferidos de mi ciudad está la costa. Creo que no podría vivir en una ciudad sin costa, ver el mar es una de las cosas que más me apasiona. A pesar de que siempre he vivido aquí, me sigue llamando la atención lo cambiante que puede ser el paisaje… hay días en los que se pueden ver las aguas calmas, otros en los que el mar está embravecido, los tonos siempre cambian y a mí nunca deja de llamarme la atención. Adoro la posibilidad de poder mirar el inalcanzable horizonte tan imponente como tranquilizante. Suelo ir todos los fines de semana a pasear por la costa en compañía del frío o del calor. Y si en la semana tengo tiempo, por supuesto que también me hago una escapada…
     

     
    Hay veces que mi recorrido costero va por el sector norte, donde está El Puente (una construcción relativamente nueva) las playas de la Perla, el restaurado Asilo Unzué donde funciona un centro cultural y varias heladerías.
     

     
    Pero esto no suele ser lo más frecuente. El lado de la costa que más me gusta es el otro, dónde está el emblemático Torreón del Monje y la Playa Varese, a mi criterio la más linda de todas ya que está enmarcada por dos escolleras conformando una postal única. Algo que recomiendo para quienes visiten Mar del Plata, es llegar a esta playa por la Avenida Colón, donde además de hacer un poco de ejercicio al subir la loma, se pueden ver construcciones típicas de Mar del Plata como la antigua casona de la Belle Epoque donde ahora funciona el Museo Castagnino (siempre hay varias muestras de distintos artistas). A este museo lo visité por primera vez hace poco tiempo, para ir a una muestra de un artista marplatense, Sendra, el dibujante de “Yo Matías”. También aproveché para conocer este lugar donde se hospedaban una de las primeras familias que venían a veranear por aquí.
     

     
    Siguiendo con el recorrido costero hacia el sur, se encuentran Playa Chica y Playa Grande, otras de las playas más lindas, y una de las más concurridas en verano.
     

     
    Si hay un lugar a donde voy muy seguido es el centro, acá hay varios locales comerciales, cafés y restaurantes. El motivo por el cual voy con tanta frecuencia, además de que me queda cerca, es por los cines. Si hay algo que realmente me encanta y me entretiene (además de viajar o de leer algún buen libro) es ver películas. El día que elijo para darme este gusto, son los sábados y/o domingos lluviosos. En los shoppings se encuentran las mejores salas de la ciudad. El mes de noviembre, es uno de mis preferidos porque se desarrolla El Festival de Cine. Varias películas son proyectadas durante todo el día desde la mañana hasta la madrugada y yo trato de organizarme para ir a ver la mayor cantidad posible.
     
    Si pasean por mi ciudad, les recomiendo hacer un alto en La Catedral que también se encuentra en el centro. Es un edificio de estilo neogótico con más de 100 años. Un detalle no menor, es que fue declarada como “Patrimonio Histórico Nacional”
     

     
    A la hora de dar una vueltita y tomar un café el lugar que más me gusta es la calle Güemes. Es mucho más pintoresco que el centro de la ciudad, además de que es una zona con construcciones y edificios más nuevos. Actualmente esta área comercial está bastante expandida y se han desarrollado varios locales comerciales inclusive en su calle paralela, Olavarría. También hay varios comercios y bares sobre las calles transversales. En esta zona se encuentra una de las plazas más lindas, la Plaza del Agua, tiene un salón donde se hacen varios eventos como la Expo Chocolate, la Feria del Libro Infantil y el Festival Gastronómico.
     
    Siguiendo con las plazas, la Plaza Mitre también es una de las más lindas, con varios juegos para niños. Les dejo unas fotos para que puedan conocerla…
     

     

     
    A unos pocos kilómetros de la Ciudad de Mar del Plata se encuentra Sierras de Los Padres. No es un punto al que vaya muy seguido, pero es ideal sobre todo para estar en contacto con la naturaleza. Un consejo: una de las mejores épocas para visitar las sierras es en primavera.
     

     
    La ciudad de Mar del Plata tiene otros puntos más a parte de los que nombre, como el paseo de la base naval donde también se hacen eventos. Allí tuvo lugar el el Rally Dakar Argentina-Chile. Aún recuerdo ese día…¡ Fue toda una fiesta !
     

     

     

     

     
    El puerto es otro punto muy turístico pero no es santo de mi devoción, ya que no me gusta comer pescado. Pasando el puerto, se encuentran las famosas playas del sur donde tienen lugar recitales en verano. Son muy distintas a las del centro o a las de la zona de la perla, ya que combinan arena con vegetación y son mucho más tranquilas.
     
    Hay mucho para ver y para hacer en Mar del Plata. Durante todo el año hay actividades y eventos. Yo les recomiendo especialmente disfrutar de la costa.
     

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    No sé si es por su ubicación estratégica en el mapa, por la belleza y armonía del lugar o por la gran cantidad de paseos y excursiones que desde aquí pueden hacerse... Pero este lugar es muy famoso y buscado por turistas, me refiero a la ciudad de Villa Carlos Paz o simplemente Carlos Paz. Es por la suma de todas sus características que la visité en más de una ocasión.
     
    La primera vez que viajé hacia Carlos Paz había sido en el mes de febrero. Unos diez años después decidí volver por estas tierras, pero esta vez fue en plena temporada turística, durante la segunda quincena del mes de enero. Creo que fue una de las pocas veces que he viajado en temporada alta, me gusta más conocer los destinos o volver a visitarlos, en temporada baja, con menos gente, pero justo había surgido la oportunidad en ese momento así que no lo dudé (me encanta viajar, es una de mis pasiones, es por eso que cada vez que tengo la oportunidad de hacerme una escapada lo hago)
     
    Estuve una semana completa en Carlos Paz, una semana bastante intensa, con muchas actividades. Como viajera inquieta y curiosa que soy aproveché el tiempo para recorrer todo lo más que se podía. Como se imaginarán volví más cansada de lo que fui, pero valió la pena.
     
    No todo fueron excursiones, también disfrute de la ciudad, de su emblemático Reloj Cu-Cu y del complejo recreativo con aerosillas (Los paseos en aerosillas siempre me gustaron, la vista que se obtiene desde unos metros de altura, aunque no sean muchos es realmente magnífica)
     

     

     
    Un detalle no menor para tener en cuenta, es que esta localidad de la provincia de Córdoba, se caracteriza por tener un trazado urbano sumamente irregular de diagonales. Voy a anticipar algo, es muy fácil perderse y también les voy a confesar que en más de una ocasión me perdí. Pero con un plano en la mano, todo se resuelve fácilmente.
     
    En la ciudad en la que vivo, Mar del Plata, el trazado es bastante regular, por lo que no estoy acostumbrada a las calles que van y vienen, que se mezclan con diagonales. De todos modos, es muy lindo pasear por Carlos Paz.
     
    Como es costumbre mía, casi todos los días aprovechaba para ir a algún lugar, como por ejemplo a la localidad de Los Cocos, donde hay un parque de diversiones con un laberinto entre otros juegos. Les dejo algunas fotos, y en otro momento les cuento este paseo con más detenimiento. Lo único que les voy a anticipar es que a pesar de dar unas cuentas vueltas por el laberinto, llegué a la salida.
     

     

     

     

     
    Otro de los paseos que hice fue a un pueblito de estilo Alemán que lleva el nombre de Villa General Belgrano. Tiene un centro muy pintoresco, de pocas cuadras pero sumamente atractivo.
     

     

     
    Es muy cómodo parar en la ciudad de Carlos Paz, porque cerca de aquí hay un montón de lugares para visitar y lo mejor del caso es que están a muy pocos kilómetros de distancia. Además, hay varios servicios de excursiones y también de transporte público. Algunas excursiones las hice acompañadas con guías, otras las hice de manera particular. De vez en cuando está bueno aventurarse a un lugar y descubrir por uno mismo las cosas, aunque en este caso yo ya conocía todos los puntos porque había viajado hacía unos años.
     
    Anduve también desandando los caminos del Che, en Alta Gracia. Di una vuelta por el Museo Casa del “Che”, aquí se exhiben varios objetos relacionados con la vida del Che Guevara.
     

     

     

     
    Pero, no es lo único que tiene Alta Gracia, otro punto interesante para conocer y que les recomiendo es la Parroquia de Nuestra Señora de la Merced.
     

     
    Es difícil decir cuál fue el paseo más lindo, el lugar que más me gusto, pero creo que una de las posibles respuestas sería La Cumbrecita.
     

     
    Se trata de un pueblo peatonal donde los habitantes del lugar viven en total armonía con la naturaleza. El paisaje es único, cascadas, construcciones con estilo alemán, una intensa vegetación y por sobre todas las cosas el silencio de un lugar no contaminado por el tráfico vehicular.
     

     
    Creo que la próxima vez que ande por Córdoba, voy a organizarme para quedarme unos días en este hermoso pueblito, o por lo menos una noche. Siempre me ha llamado la atención escuchar el silencio y admirar la quietud, de vez en cuando viene muy bien desconectarse…
     
    Que más les puedo contar de este viaje… Por las noches disfrutaba del centro de la ciudad con su gran variedad de restaurantes y bares. Hay un montón de lugares para cenar y se sirven todo tipo de platos.
     
    Una de las noches en las que estuve allí aproveché para ir a Cosquin ya que estaba el Festival de Folclore. Llegué luego de un paseo muy breve, creo que el colectivo tardó menos de una hora. Lo que realmente me sorprendió fue la cantidad de gente que había en el lugar. Las calles se encontraban pobladas de personas que iban y venían. La noche estaba muy agradable y la gente aprovechaba para tomar algo al aire libre, caminar y compraban artesanías y recuerdos.
     

     
    Después de recorrer localidades y pueblos cercanos, de sacar fotos, de conocer, de disfrutar, de dar un paseo en aerosilla, de conocer un museo, de pasear por la tierra del folclore, de desconectarme, volví a mi hogar dulce hogar, con los mejores recuerdos y por supuesto, con ganas de volver a pasear!
  22. flormdk
    Llegué a Las Grutas, muy cansada ya que venía viajando hace algunos días por otras partes del sur de Argentina. El día anterior había hecho una excursión de unas doce horas, a eso se agregaron unas cuantas horas más de viaje en colectivo. Terminé llegando a este lugar en horas de la madrugada.

    Dejé el equipaje y casi de manera instantánea me quedé dormida. Al día siguiente me despertaron unas fuertes ráfagas de viento que me hicieron recordar que estaba en la Patagonia. Sumado al viento, lloviznaba. Me levanté y luego de desayunar salí a conocer el lugar. Afortunadamente la lluvia había cesado pero el viento todavía seguía soplando y soplando. De todas formas era un viento cálido.
    Fui en búsqueda de algo para almorzar y volví al apart hotel a comer. Ya estaba algo cansada de comer en restaurantes. El apart era muy cómodo, prácticamente nuevo. Siempre me ha resultado más práctico parar en este tipo de lugares. Este era muy nuevo y tenía todas las comodidades además de unos dueños muy simpáticos. La contra es que estaba lejos de la parte céntrica, pero de todas formas a mi me encanta caminar.
    Luego de almorzar, me di cuenta que el día no se iba a despejar y la idea de ir a la playa quedaba completamente descartada. De todas formas salí a pasear por la costanera y por el centro para conocer un poco. Después de caminar unas cuantas cuadras llegué a la bajada principal de la playa.

    Para mi asombro, me encontré con playas sumamente amplias, desprovistas de servicios de carpas, cosa que me parece excelente, ya que de esta manera se puede disfrutar, a mi criterio mucho mejor del lugar. Decoraban el paisaje las famosas cavernas que dan el nombre a la localidad. Saqué algunas fotos con el cielo nublado como telón de fondo. El paisaje era muy atractivo.


    El centro, tiene esa decoración típica que se ve en las fotos, de paredones blancos con ondulaciones irregulares. Hay varios comercios, muchas casas con las mismas marcas de mi ciudad, Mar del Plata. Lo que me sorprendió es que no hay una gran cantidad de restaurantes y bares. Sí hay varias casas donde se venden productos regionales y chocolates.


    El cielo se tornaba cada vez más amenazante entonces regresé velozmente para que la lluvia no me alcanzara.
    Al día siguiente el tiempo era otro, estaba muy lindo y hacía calor por lo que me preparé para ir a la playa. Al llegar, ya cerca del mediodía, me encontré con un panorama distinto al del día anterior, otra postal, parecía otro lugar. Había subido la marea y la playa era casi inexistente.

    Volví a almorzar y de paso a resguardarme del sol fuerte del mediodía. Al ir por la tarde me encontré con la extensa playa que había conocido el día anterior. La baja y alta marea dibujan dos panoramas totalmente diferentes. ¡Es increíble! Si tienen oportunidad de viajar hacia este lugar de la provincia de Río Negro, no dejen de ir a la playa por la mañana y luego a la tarde para poder ver las dos versiones de las playas.

    Otra cosa muy llamativa de Las Grutas son los piletones que se forman sobre las rocas. Estas por lo visto, han sido excavadas y al llenarse de agua forman unas interesantes piletas. Me senté al borde de una de ellos para refrescarme los pies y rápidamente un perro del lugar vino a hacerme compañía.

    Una de las cosas que más me llamó la atención es que el mito no era verdad. Yo había leído en varios sitios que el balneario de Las Grutas tenía la interesante característica de que sus aguas son cálidas como consecuencia de que la misma toma temperatura tras reflejarse en las rocas el sol. Inclusive todos los lugareños con los que hablé me decían lo mismo. Pero, yo vengo a confesarles la verdad: esto no es cierto. El agua tiene la misma temperatura que en cualquier balneario de la costa bonaerense. Estaba fría, no es que estuviera congelada, pero no tenía la temperatura cálida que todos prometieron. De todos modos disfruté de un hermoso paseo por la orilla, siempre me ha gustado caminar por la orilla.

    Saqué otras fotos más del paisaje totalmente cambiado como consecuencia de la baja marea. Luego de dar algunas vueltas por la playa, volví para el centro para tomar algo y fui hacia la terminal a buscar mi pasaje de regreso.
    Tenía planeado quedarme más tiempo, pero el lugar no me llamaba la atención lo suficiente como para seguir estando. No es que quiera desanimar a quienes tienen planeado conocer Las Grutas. Me gusta conocer y estar en los pueblos, pero considero que son lugares para estar uno o dos días a lo sumo. Soy una viajera inquieta a la que le gusta salir y andar de acá para allá. Ya había recorrido bastante y no me quedaba mucho para hacer.
    Desde Las Grutas se pueden hacer varias excursiones como visitar la ciudad Puerto Madryn y la Península Valdés. Yo ya los había conocido unos días anteriores (historias que les contaré en otros relatos)
    Otra excursión muy interesante que puede hacerse desde Las Grutas (y que tenía muchas ganas de hacer) es visitar las Salinas del Bajo del Gualicho, donde el mayor atractivo es disfrutar del atardecer. Pero, lamentablemente en esos días no se hacía. Así que decidí volver. Fue un buen sitio que me vino muy para descansar ya que venía de recorrer y viajar bastante. Me quedo pendiente la visita a las Salinas… 
  23. flormdk
    La primavera es una estación ideal para pasear. Para hacer viajes de escapada, o por qué no, para hacer recorridos en el día para cambiar de aire. (Vale aclarar que para mi cualquier momento del año es propicio para irse de vacaciones o de paseo)
    Volviendo al tema de “los viajes de escapada” o de “paseos en el día”, yo creo que muchas veces las realidades, o aquello que buscamos puede estar muy cerca, inclusive en nuestra propia ciudad. Muchas veces soñamos con esfumarnos, tomarnos unos días y transportarnos a un lugar remoto. Y con el solo hecho de pensar en estas ideas y cerrar nuestros ojos por unos instantes, la fantasía se encarga de traducir todos nuestros deseos en confines donde la inaccesibilidad o lo desconocido dice presente... Pero claro, quién nunca soñó con islas perdidas, aldeas remotas ubicadas en el medio de la montaña, refugios ocultos en medio de un paisaje selvático o ese infinito deseo de irse para olvidarse de todo. Para volver renovado.
    No es que sea imposible ir a algún lugar remoto, o exótico como le suelen llamar en las agencias y en los paquetes de viajes. Pero, algo más sencillo es escaparse de a ratos, respondiendo a la lógica de nuestros ritmos diarios. Yo particularmente recomiendo, combinar ambas cosas… de vez en cuando, hacerse un “viajecito al más allá” pero combinarlo con paseos cortos.
     
    Uno de los lugares a los que suelo ir cuando quiero escapar de la rutina y del paisaje de todos los días (además de la costa de mi ciudad la cual me parece espectacularmente alucinante y nunca me abure) es ir hacia Sierra de Los Padres.
    Las Sierras se encuentran a tan sólo unos quince minutos en auto. Es un sitio que lleva la categoría de Barrio Residencial de la ciudad de Mar del Plata. También se puede ir en colectivo. Pero, es más lindo ir en auto. No solo por la comodidad, sino porque la ruta que hay que tomar para llegar hasta aquí, es una de las más pintorescas del país.
     

     
    Junto con la ruta interbalnearia están dentro de mis preferidas. La frondosa arboleda acompaña todo el recorrido. Árboles y pájaros amenizan el viaje, haciendo que sea parte del mismo paseo.
     

     

     
    Voy cada tanto. La última vez que fui, me acuerdo que fue un fin de semana largo. Nunca había ido en una ocasión así. Recuerdo que había mucha más gente que un fin de semana común. Había inclusive colectivos que traían a grupos para realizar excursiones.
    Por lo general, siempre hago el mismo itinerario…Camino por el centro comercial rumbo hacia el mirador, para deleitarme una y otra vez con la vista panorámica esplendida de las Sierras.
     

     

     
    Luego de sacar fotos, sigo paseando, comprando productos artesanales y antes de emprender la vuelta, entro a alguno de los cafés y tomo algo.
     

     

     
    Pero esta última vez, me dí cuenta que hacía mucho que no hacía el recorrido por la “Gruta de Los Pañuelos” Se trata de un recorrido por las sierras, en el cual puede apreciarse una especia de cueva entra las rocas. Allí hay varias figuras de la Virgen. Pero lo más llamativo es la gran cantidad de pañuelos anudados entre sí colocados por los turistas y curiosos que visitan el lugar. En el sector donde están los artesanos, era posible ver como los excursionistas compraban pañuelos para luego sumar a la maraña.
     

     
    Según me comentaron esta tradición, empezó hace varios años, allá por el año 1949, cuando una parejita de inmigrantes italianos colocó sobre este pedestal natural ( esta enorme cavidad entre las rocas que conforma en las grutas se formó sola) una imagen de la virgen atándola con un pañuelo. Esto simbolizaba para la pareja, la unión espiritual de sus cuerpos ante la virgen.
     

     
    Una vez anudada la figura, se arrodillaron a rezar aprovechando la tranquilidad del lugar y el silencio. Según se comenta, lo que tan encarecidamente pedían era un hijo al cual todavía no podía tener. Rezaban desesperados, pensando en que tal vez nunca tendrían la oportunidad de ser padres, ya los que años iban pasando y la mujer no lograba quedar embarazada. Pese al sentimiento de angustia, se fueron con fe. A los meses, volvieron al lugar, pero esta vez a agradecer… la mujer había quedado embarazada.
     
    Decían que realmente un milagro había ocurrido. Y como forma de agradecimiento, comentaban estos a todos los que por allí cruzaban, quienes también se sumaron a anudar pañuelos.
    Están quienes creen en los milagros y quienes no, pero lo cierto es que hay miles de pañuelos como se puede ver en la foto. No sé si por tradición, si por pedir, o porque en los artesanos se los ofrecen, la gente va y anuda su pañuelo.
     

     
    Después de visitar este mítico lugar y antes de que caiga el sol, di una vuelta más por el lugar y emprendí la vuelta en compañía de muy buena música…
     
    Les dejo para despedirme esta hermosa foto de flores primaverales
     

  24. flormdk
    Brisbane es una ciudad con muchos paseos y cosas para hacer, estando ya desde hace un mes viviendo aquí sigo descubriendo nuevos lugares y nuevas cosas para hacer… Además de recorrer el centro de la ciudad el cual es sumamente prolijo y lindo también hay otros barrios que vale la pena recorrer como por ejemplo, South Bank un punto ideal para caminar y también refrescarse en la pileta.
    New Farm es un barrio al que no hay que dejar de ir, ideal para desconectarse en el parque… Cruzar el puente  y llegar a Kangaroo Point un sitio con vistas al lago y cafés es otro paseo, visitar canguros y koalas en el santuario más antiguo... pero una de las propuestas que me pareció muy interesante fue la de tomar un café con gatos…
    Había leído antes de viajar, que en Australia y Japón es posible tomar un café acompañado por gatos. Me gusta hacer cosas distintas y además soy una fanática de los animales, especialmente de los gatos, no dudé en ir al café para pasar un rato agradable del fin de semana.
    El Café se llama Lucky Cat Café está ubicado en Annerley, bastante cerca del centro de la ciudad de Brisbane o de la “City” como se le suele llamar al centro en la ciudad más grande de Queensland. Tomando un colectivo se llega muy fácilmente (el transporte público es super cómodo y ordenado además de sumamente puntual con los horarios por lo que es muy fácil trasladarse de un lado a otro)
    Es importante, antes de ir, reservar... Es conveniente visitar el sitio web y elegir el momento en que se va a hacer la visita. La visita dura una hora y se puede elegir cualquiera de los horarios disponibles hasta las 4 de la tarde, momento en que cierra el café. Es muy cómodo ya que se puede hacer todo por internet inclusive pagar.
    Para aprovechar el tiempo de visita a los gatos, se recomienda llegar unos minutos antes, para poder tener el café listo para el horario en que empieza el turno.
    Demás está decir que el lugar es super lindo, no es como un café tradicional con mesas y sillas ordenada de manera monótona, sino que es un living con rascadores, sillones, juguetes para gatos, peines y cepillos, camitas y todo lo que un gato puede necesitar para estar cómodo, por supuesto que es un lugar muy iluminado y prolijo.

    La propuesta es muy interesante, porque además de pasar un lindo rato esto permite ayudar a los gatos. Algunos de ellos fueron rescatados y ahora se encuentran muy felices y contentos disfrutando del lindo lugar y del cariño que reciben de los visitantes y de “sus familiares”.
    Todos eran hermosos, no sabría decir cuál es el más lindos de todos, pero sí recuerdo particularmente a Archer, era muy inquieto y juguetón, tenía un pelaje muy particular y unos intensos ojos verdes que demostraban curiosidad por todo lo que pasaba en el lugar aquella tarde...

    A parte de disfrutar de una gran variedad de cafés, entre ellos los fríos los cuales son riquísimos para un día de mucho calor también se puede comprar merchandising,todas cosas de gatos, todas cosas que un fanático de gatos quisiera tener, desde remeras, camisas, tazas, accesorios para pelo, carteras, medias y todo lo que uno pueda querer e imaginarse..

    Hay que tener en cuenta algunas reglas y cuestiones antes de llegar al café, son muy sencillas (principalmente cuidados que todo fanático y amante de los gatos sabe de antemano) una de ellas es que los gatos que están allí no están en adopción, así que si vas con la intención de adoptar a un gatito, no es el lugar.. Además los gatos están muy bien y felices en el lugar. Es necesario también respetar los horarios de los turnos y lo principal respetar a los gatos, de todas formas son muy sociales y están dispuestos a jugar y hacerte compañía. Se pueden sacar todas las fotos que se desee pero siempre sin flash.
    Para terminar, puedo decirles que fue un lindo paseo al que sin lugar a dudas volveré alguna otra tarde para pasar un rato entre los gatitos….
     

  25. flormdk
    Si hay algo que me gusta mucho además de los paisajes son los animales.. Muchas veces mi viaje ha girado entorno a visitar una reserva de animales, un Parque Nacional donde pueda ver alguna especie típica de una región. 
    Debo confesar que no soy amiga de visitar zoológicos, prefiero las reservas o los santuarios en donde los animales están en buenas condiciones como es el caso del Lone Pine, el santuario más antiguo y más grande de todo el mundo donde se pueden ver koalas y canguros. Fui muchas veces mientras vivía en Brisbane, porque los canguros y koalas realmente están muy bien cuidados y no están en jaulas.
    Los canguros están al aire libre en un campo muy grande, también tienen una zona en donde pueden descansar si desean estar a solas y lejos de los humanos Pero, generalmente son muy sociables, es como si fueran mascotas, te podes acercar, acariciarlos, darles de comer y sacarte fotos. Les encanta recibir caricias. 
    Los koalas son otros de los animales que no podes dejar de visitar y ver si estás en Australia. Son muy lindos pero tienen otro comportamiento bastante distinto, ellos duermen en promedio unas veinte horas por día y están todo el tiempo entre las ramas de los eucaliptos. Comen aproximadamente medio kilo de hojas por día y tienen un metabolismo lento, es como si estuvieran en "modo ahorro de energía". Siempre que iba a visitarlos los veía durmiendo, muy de vez en cuando veía a alguno de ellos moviéndose y cambiándose de rama, pero lo más seguro si vas a verlos es que los encuentres durmiendo en posiciones muy divertidas y adorables. Muy fácil para una foto ya que no se mueven 

    Muy cerca de Brisbane, en la zona de la Sunshine Coast está el zoológico más grande de toda Australia, el Australia Zoo. Me habían invitado a ir en una oportunidad, pero no soy muy amena de estos lugares entonces rechacé la invitación.
    En otro momento recibí nuevamente una invitación para ir a este lugar, una amiga que conocí aquí en Australia me propuso ir el domingo al Zoológico, acepté la invitación luego de hacer algunas averiguaciones por internet aunque no estaba muy segura…
    Cuando llegué pude comprobar que no es un zoológico común. Los animales tienen mucho espacio para estar. El zoológico cumple con normas de calidad, además una de las cosas que me gustó mucho, es que no hay animales que no pertenezcan a la zona climática, por ejemplo, no se pueden ver animales de zonas frías como osos polares. 
    Se pueden ver animales de Australia y también algunos de África. Una de las cosas a destacar del zoológico es que no hay jaulas.

    El lugar es como dije antes, enorme… Llegamos en una combi a las 10 de la mañana y recien a las 15:30 terminamos de recorrerlo (¡Y eso que no habíamos parado ni un minuto!)
    Se pueden ver cocodrilos, algunos de ellos son muy grandes, recuerdo que en un cartel leí que una de ellps, “Alison” había nacido en el año 1933!
    También se pueden ver cebras, jirafas y por supuesto animales de la región como los Woombats, koalas y canguros de varias especies. Mis preferidos son los canguros ya que se puede interactuar con ellos, darles de comer, sacarte fotos y selfies desde muy cerca.

    Hay mucha vegetación y  paisajes bonitos para disfrutar. Después de tanta caminata, nos quedó un rato libre que aprovechamos para descansar y tomar un café.


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