Soy de esas viajeras inquietas que quieren conocer todo lo más posible… Si me preguntaran qué lugar quisiera conocer la lista podría ser infinita, cada vez que veo fotos o vídeos voy agregando nuevos lugares a mi lista de próximos viajes… Pero había un lugar en particular, al que hacía mucho tiempo que quería ir… Brujas… No me pregunten por qué, pero una vez cuando era chica, vi en una revista una publicación sobre este lugar con fotos maravillosas, un lugar de cuentos.. Desde ese entonces es que siempre quise conocer este lugar.
Y mi sueño se cumplió en mi viaje de luna de miel… Salimos desde Argentina con rumbo a Madrid, conocimos otros destinos en el medio como el país Vasco, Touluose, Carcasona y París para terminar en nada más y nada menos que en Brujas.
Muchos viajeros conocen este lugar en una tarde mediante excursión, como unos argentinos colegas que cruzamos de casualidad en un café. Es muy común que la gente visite este sitio desde París o desde Amsterdam.
Como hacía tanto tiempo que quería conocer este lugar decidí dedicarle tres noches, podrá parecer un montón, pero aproveché uno de los días para conocer Gante…
Qué decir de este lugar… Brujas es realmente un cuento de hadas… Aunque la ciudad nos recibió con lluvia no dudamos en salir a pasear para conocer en primer lugar la plaza principal donde se encuentra la famosa Torre Belfort, recorrer las calles, perderse en esas laberínticas calles es todo un sueño.
El día siguiente amanecía sin lluvia, decidimos recorrer nuevamente el centro y también aprovechar a conocer otras calles. Toda la ciudad mantiene una misma fisonomía y arquitectura. Caminos hacia la terminal para tomar un tren con destino a Gante.
Los trenes son una excelente alternativa en Europa, especialmente para moverse entre ciudades, en este caso la distancia era muy corta, pero también lo recomiendo para viajes más largos..
En cuanto a Gante, tiene una plaza principal muy bonita. Justo era una tarde de domingo, así que por allí podían verse lugareños que se entremezclaban con turistas, gente tocando instrumentos animando la tarde y muchos bares donde la gente tomaba algo y aprovechaba a charlar.
Al día siguiente lo pasamos en Brujas, aprovechamos para subir a la Torre. Recomiendo que vayan por la mañana, es el momento en el que hay menos gente. Otro consejo es ir con pocas cosas tratando de evitar las mochilas y bolsos grandes, las escaleras son sumamente angostas, pero vale la pena subir cada uno de esos escalones para tener la mejor vista de Brujas.
Si de paseos lindos se trata, algo muy especial fue dar un paseo en los botecitos por los canales, pasando por debajo de los puentes mientras escuchabamos algunas anécdotas y detalles de la ciudad.
Una curiosidad del lugar es que a las 18:00 de la tarde cierra absolutamente todo, inclusive los supermercados y como arte de magia toda la gente desaparece. No sé si en verano será igual, pero en estos días de invierno fue así… a pesar de ello aprovechamos para dar un paseo nocturno y ver los molinos los cuales se encuentran muy cerca de la ciudad. Es una sensación muy extraña caminar en medio del silencio sin gente, sin autos, pero es un lugar muy seguro y tranquilo donde viven menos de 20 mil personas.
Una de las sugerencias que nos dieron en el departamento que alquilamos fue ver la película “En Brujas” estando en Brujas. La verdad que fue una experiencia muy linda, veíamos la película y aparecían los sitios en donde habíamos estado hace instantes.
Siguiendo con las cosas imperdibles del lugar, recomiendo que prueben los waffles, nunca antes había probado uno, pero estando allí no pude evitar hacerlo, vienen con crema, con frutillas, con chocolate y muchas opciones más.
También hay varias chocolaterías, los productos muy ricos pero no es una cuestión destacabale, los waflles sí.
Lo típico de Brujas y otros destinos de Bélgica son los chocolates, la cerveza y los waffles. Probé las tres cosas. Si bien el tiempo no acompañaba para tomar cerveza ya que hacía bastante frío, no pude evitar la tentación de tomar una cerveza… hay mucha variedad, cerveza de muchos gustos distintos, elegí una muy particular: la de chocolate. Muy rica, pero un tanto empalagosa, quizás mi combinación no fue la mejor ya que la probé mientras comía una rica pizza y la terminé de tomar mientras probaba chocolates del lugar.
Fueron tres días, a pesar de varias opiniones de otros viajeros y amigos quienes decían que era mucho tiempo, para mi estuvieron muy bien. Me quedo pendiente ir a Lovaina, otra localidad belga del mismo estilo, pero lo cierto es que no quería dejar Brujas, no quería desaprovechar la oportunidad de estar allí. Mi viaje luego continuo hacia Bruselas…
Por último me gustaría dejarles algunos consejos…
La guía de la ciudad es muy buena, no es gratuita, cuesta 5 euros pero no tiene nada de publicidad, tiene mucha información, recorridos e historia. Vale la pena comprarla y leerla estando allí.
Ver la película “En Brujas” estando allí es una experiencia muy recomendable!
Hospedarse en el centro es una excelente idea, los departamentos tienen precios razonables.
Vale la pena hacer el paseo por los canales. Importante, llevar efectivo ya que es una de las pocas cosas que no pueden pagarse con tarjetas.
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