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Showing content with the highest reputation on 07/04/14 en toda la comunidad

  1. 1 punto
    A veces uno no se da cuenta que las cosas más maravillosas pueden estar a sólo unos pasos de ti. Cuando viví seis meses en la ciudad de México, hice amigos intercambistas de varias partes del mundo. Sin embargo, la que se convirtió en mi "familia" por esos seis meses estaba formada por tres chicas mexicanas, cuatro españoles y una colombiana. Juntos, quisimos aprovechar nuestras becas y hacer algunos viajes dentro del país. Claro está, yo y las otras mexicanas fuimos los anfitriones de los demás. En uno de los casos, decidí traerlos a mi ciudad natal, Veracruz, que tiene una gran importancia histórica, al ser la primera ciudad fundada por los españoles en toda América Continental. Al tratarse de una ciudad pequeña, quise mostrarle un poco de sus alrededores, que tiene paisajes naturales espectaculares: la montaña más alta de México, selvas repletas de monos y chamanes (brujos) y la cascada más alta del país. No obstante, nos dirigimos a Jalcomulco, un pueblo a la orilla de un furioso río y rodeado por montañas y una selva exuberante. El camino desde Veracruz no es nada complicado. Tomamos la autopista que va a Xalapa y después nos desviamos por la carretera libre. No toma más de una hora y media llegar hasta allí. Jalcomulco es muy famoso en el estado gracias a su reciente promoción como zona de ecoturismo. La verdad es que había oído hablar mucho de este sitio, pero nunca me había tomado el tiempo de visitarlo, aún viviendo tan cerca. Investigué un poco sobre las diferentes empresas de ecoturismo del pueblo y decidí arriesgarme a comprar por adelantado (online) nuestros boletos para practicar deportes extremos con la compañía que parecía menos fidedigna, pero que tenía los precios más baratos. Afortunadamente todo salió bien, y al llegar al lugar nos recibió un señor muy amable, que con sólo verme, dijo: "¿Tú eres Alexis, verdad? Te estaba esperando a ti y a tus amigos". Así, nos subió a todos en una camioneta y nos llevó a nuestra primera actividad: Rafting, descenso en río. Tuvimos suerte de que el río siguiera en niveles estables, ya que había estado lloviendo y creímos que el agua sería demasiado turbulenta y peligrosa para navegar en ella. Con un casco, un remo y un chaleco salvavidas, cada uno de nosotros subió a bordo de dos botes inflables. Hicimos dos equipos, para ver quién se caía menos veces de la lancha. Los primeros metros fueron bastante lentos, pero poco a poco el río se llenaba de rápidos. Grandes rocas por donde el agua resbalaba a gran velocidad. Tenía miedo al principio, pues no creí que una embarcación tan pequeña fuera a resistir golpes tan fuertes. Además, pensé que si caía al agua me lastimaría mucho con las rocas filosas y que podía morir. Pero son sólo las primeras impresiones. Caer al agua no era tan malo, a pesar de que su temperatura era un poco fría. Fue cuestión simplemente de seguir las órdenes de nuestro guía y de mantener siempre los pies firmes entre las sillas de la balsa. Cada rápido tiene niveles de dificultad. El guía nos explicó que estos rápidos no superaban el nivel 3 (hay desde el nivel 1 hasta el 5). El recorrido duró 2 horas, en las que pudimos apreciar paisajes magníficos: cañones tallados por el curso del agua, pequeños acantilados, formaciones boscosas a ambos lados del río, y hasta hicimos una pequeña escala para tirarnos clavados desde un pilar de piedra. Al final, llegamos de vuelta al pueblo de Jalcomulco, y desembarcamos debajo de un puente. Después de secarnos y cambiarnos de ropa, continuamos con la siguiente actividad: rapel. El guía nos condujo a una pared vertical de roca a menos de un kilómetro del pueblo. Con todo nuestro equipo bien sujeto fue muy fácil descender. Es bastante divertido mirar abajo cuando te encuentras en la cima de la montaña. Y cuando desciendes, sientes como si volaras por un instante. Te sientes muy libre. Nuestra última actividad fue la tirolesa, una cuerda atada a dos árboles a ambos lados del río con un gancho colgante, de donde se sostiene un arnés para así deslizarse de un lado a otro. Sinceramente esperaba una tirolesa a más altura, pues estaba a pocos metros sobre el río. Aún así, las condiciones de Jalcomulco no se prestan mucho para encontrar un sitio tan alto. Fue una jornada bastante cansada, pero divertida. Uno se puede asustar un poco cuando llegas a una agencia de turismo y te hacen firmar un papel donde declares que "estás consciente de que en este tipo de deportes puedes lesionarte, fracturarte o hasta morir, y que la empresa no se hace responsable por ello". Pero realmente este tipo de deportes no son de extremo cuidado. Pueden llegar a ser bastante divertidos. Me da gusto haber podido visitar Jalcomulco en tan agradable compañía y los invito a todos a darse una vuelta, si algún día están en Veracruz.
  2. 1 punto
    Es difícil iniciar un relato cuando tienes muchas partes de donde partir. Pudiese comenzar a relatar de las maravillas de San Pedro de Atacama considerando la primera vez que lo visité en mi viaje de estudios, pero creo que le hago más honor al lugar centrándome en la época en donde comencé a enamorarme de esta zona, que fue a contar del año 2011 en donde me hice visitante frecuente una vez que me trasladé a vivir a la región de Antofagasta, por lo que imaginarán que tengo millones de experiencias que compartir, aunque en esta oportunidad, solo compartiré una de ellas. San Pedro de Atacama, se encuentra emplazado en el Norte de Chile, y es un pueblo que alberga alrededor de unos 5000 habitantes y en donde de forma anual, recibe visitantes de todas partes del mundo, debido a la belleza de los parajes en donde es posible apreciar el desierto de atacama en todo su esplendor. Para llegar a ésta localidad desde la capital de Chile, basta tomar un avión con destino a Calama (2 horas de duración), para luego tomar un bus o transfer en dirección a San Pedro (1 hora de trayecto terrestre). El trayecto a la zona es de por si impactante, ya que es posible antes de llegar al pueblo, poder contemplar desde la carretera el volcán Licancabur y vistas desde lo alto del valle de la luna. Esta es una de las principales atracciones que es un imperdible si visitan el lugar y marca claramente porqué mucha gente se traslada desde diferentes partes del mundo para conocerla, tal como lo hizo una querida amiga que vino desde Rumania (sí Adriana, aunque no comprendas mucho español, sé que te esforzaras por leer este relato) para poder conocer en persona de lo que yo tanto le hablaba en repetidas oportunidades: de las maravillas del norte de mi país. Antes de llegar al pueblo de San Pedro, decidimos hacer una parada en la piedra del coyote, en donde resulta posible contemplar toda la zona desde un acantilado y tomar unas fotografías maravillosas y sobrecogerse por la belleza de los parajes circundantes. Mi amiga fue mucho más osada que yo y logró llegar hasta el límite del precipicio para poder capturar imágenes increíbles, pero yo me conformé con retratar todo desde una distancia algo más segura, evitando así un posible ataque de vértigo. Al llegar al pueblo, te das cuenta inmediatamente de que es una localidad pintoresca, con pequeñas callejuelas en donde predominan las casas de adobe (arcilla, arena y paja), suelos no pavimentados y cientos de centros artesanales en donde es posible encontrar diferentes creaciones de la zona, siendo fácil perderse entre colores y texturas a la hora de elegir un suvenir para regalar a los familiares. Llegamos a media tarde al pueblo y luego nos dirigirnos a nuestro hotel y posteriormente salimos a comer algo para reponer energías y prepararnos para la travesía que nos esperaba. (Nota: Cabe mencionar que en temporada media y alta, resulta muy difícil encontrar alojamientos en el sector, por lo que les recomiendo, planificar el viaje con mucha anterioridad, ya que además los precios de los hoteles y hostales suelen subir bastante en temporadas de mayor demanda) El local elegido en esta oportunidad (y bueno en la mayoría de mis visitas ya que es mi personal sitio favorito) fue el Restaurant Adobe, siendo éste el más antiguo de la zona y en donde resulta posible degustar productos típicos de Chile con preparaciones innovadoras junto a ya mi bien amado pisco sour (Para aquellos que sean vegetarianos, recomiendo sin duda la ensalada de quinoa). Al atardecer decidimos visitar el Valle de la Luna y contemplar la puesta de sol desde éste lugar. El nombre de ésta localidad se genera porque el terreno se asemeja muchísimo con lo que sería estar en terreno lunar, y las dunas ha sido modeladas a causa de la erosión eólica y fluvial, ya que estudios muestran que en el sector, habría anteriormente existido un gran lago o mar. Existe un tip básico para poder disfrutar de éste paseo en todo su esplendor y poder contemplar calmadamente la puesta de sol y este es simple: visiten la duna mayor con tiempo suficiente y no entren al parque después de las seis de la tarde. Debo decir que he hecho el ascenso a la duna mayor, al menos 10 veces y jamás….jamás he logrado respetar este consejo tan pero tan básico, ya que resulta muy fácil entretenerse con actividades en el pueblo y caminatas sin un rumbo aparente y en un instante, te das cuenta que la hora límite para salir del pueblo ya se te ha pasado y llegar a las dunas (13 kilómetros al oeste de San Pedro) requiere al menos media hora en auto. Esto que les menciono, ha generado que en cada ascenso que he realizado, he llegado al borde de un ataque cardiaco y asmático antes de la cima, producto de la altura del lugar, la escasez de tiempo para realizar el ascenso y las ganas de no perder el atardecer. Todo esto, siempre ha transformado mi travesía en un desafío monumental (si usted posee un estado físico semi decente se percatará que mi descripción puede ser una exageración) Pero este día en particular, además de salir tarde al recorrido, el desafío se duplicó aún más ya que desde la entrada al parque nos advirtieron que resultaba casi imposible realizar la travesía producto de una tormenta de arena en el sector, lo cual ya resultaba evidente porque el viento azotaba mi auto de forma impresionante. Pensamos en un principio no subir, pero esto implicaba no poder hacerlo en ninguno de los días posteriores, ya que nuestra planificación para aprovechar los días al máximo era muy estricta, por ende tomamos la decisión y nos cubrimos con todo lo que teníamos a mano y dimos inicio a la caminata. El viento soplaba en todo su esplendor, por lo que las dunas del lugar se estrellaban como millones de alfileres en nuestra partes de piel que estaban descubiertas (y esto sí no es una exageración ). Resultaba muy difícil ver y respirar pero luego de unos 15 minutos de subida, llegamos a la cima en donde fue posible apreciar que el esfuerzo valió la pena. Contemplar una puesta de sol en el desierto más árido del mundo es una experiencia maravillosa, que te hace sentir pequeña y sobrecogida y que resulta muy difícil de explicar en pocas palabras y ni siguiera una fotografía permite capturar el momento en donde logras perder tu mirada en las múltiples tonalidades que el sol proyecta en los montes. Aún recuerdo las lágrimas de mi amiga al darme las gracias por arrastrarla a éste lugar del mundo y contemplar algo que a mi parecer si bien no es una construcción, o creación humana, debiese estar entre las maravillas del mundo que no puedes dejar de ver. Con tormenta de arena, con mal estado físico, sin agua suficiente, no importa: si vas a San Pedro de Atacama, terminar el día dentro del Valle de la Luna, es lo que a mi parecer, se considera como un momento perfecto. Existen muchísimos lugares que se pueden visitar en la zona de San Pedro de Atacama (Geissers, lagunas altiplánicas, salares, termas, museos con momias, cuevas escondidas, pero estos los dejaré para un próximo relato. ----- Quedarse es existir, pero viajar es vivir. Gustave Nadaud
  3. 1 punto
    Hola Daniel, qué tal! Pues yo sólo he tenido la oportunidad de estar por Guatemala. Lo que te puedo decir sobre la seguridad, es que debes tomar las mismas precauciones que en todo el mundo: no pasar por lugares oscuros o muy solitarios, cuidarte de los carteristas, etc... lo que sí es verdad es que no puedes confiar en la policía, es mejor confiar en algunas personas para hacer preguntas o demás. También evita viajar de noche en autobuses, yo lo hice y luego te contaré mi odisea, que no fue tan divertida como esperaba. A mí la recomendación que me hicieron fue "no parecer turista" aunque creo que es un poco difícil jaja. Pero al final creo que es más lo que te asustan con palabras que lo que vives ahi. Yo la pasé muy bien. En cuanto a qué visitar, en Guatemala no te puedes perder las ruinas mayas de Tikal y La Antigua. Quisiera recomendarte más sitios en el resto de Centroamérica pero aún no los conozco, aunque se que en Costa Rica hay muchos parques naturales (y es mucho más seguro). Mucha suerte.
  4. 1 punto
    Precioso relato, como siempre logras hacernos viajar contigo gracias Tal y como he comentado en facebook: Hay sitios donde uno va para encontrar algo, otros en los que solo deseas perderte...
  5. 1 punto
  6. 1 punto
    O sea, todo depende desde donde viajes. Yo que viajo siempre desde Chile, te diré que Cuba es más barato en todo sentido, pasajes, estadía comidas etc. Varadero es lindo pero las recomendacione dependerán de cuanto dinero dispongas. Yo me alojé en el Resort Paradisus Varadero que es costoso pero no el mas costoso. Las instalaciones no son nuevas nuevas pero la playa es realmente increible. Dependiendo de tu presupuesto puedes optar a algo mejor o algo más económico pero en geenral las playas de toda la zona son preciosas, unas más rocosas que otras. Si quieres nombrame lo hoteles que se ajustan a tu presupuestl y te digo que me han parecido. Si a ti o a tu mujer le gustan los delfines, hagan el tur de fotografías con delfines, es una aventura eso si...ya que finalmente terminas haciendo acrobacias con los delfines. Por lejos el mejor tur con delfines que he tomado en el caribe
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