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Showing content with the highest reputation on 08/12/17 en toda la comunidad

  1. 2 puntos
    El desierto de Atacama Es el desierto más seco del mundo que impresiona a los visitantes con un paisaje que combina volcanes, salares, aguas termales y en ocasiones una amplia alfombra de flores de todos los colores. Es el desierto no polar más árido de la Tierra se extiende en el Norte Grande de Chile abarcando varias regiones hasta el norte de la región de Coquimbo. Tiene una extensión de 105000 kilómetros cuadrados. En este espacio de la tierra, como el nombre lo indica, las lluvias no son moneda corriente, una lluvia que pueda ser medida, es decir, que sea mayor a un milímitro, ocurre cada 15 años o inclusive un poco más de tiempo llegando a ocurrir cada 40 años. La zona se ve afectada entre enero y febrero por el invierno altiplánico, la cual produce alguna que otra lluvia y abundantes tormentas eléctricas. Entre diciembre y marzo pueden volcarse lluvias torrenciales que transforman los coloridos paisajes minerales en una increíble realidad húmeda de grises, este fenómeno se conoce con el nombre de invierno altiplánico. El invierno altiplánico es un fenómeno muy sorprendente que aunque parezca irreal, ocurre entre los meses que van de diciembre a marzo (verano en el hemisferio sur) cuando las masas de aire húmedo provenientes del Amazonas chocan con la Cordillera de los Andres y el calor del suelo las condensa en unas nubes muy espesas que se descaran sobre una mesa sobre el pueblo. El fenómeno del niño permite la germinación de bancos de semillas naturales que se encuentran en estado latente en el sur del desierto esperando el agua para florecer y crear un tapiz de intensos colores. El desierto de Atacama es un escenario deportivo, deportistas de todo el mundo lo visitan para participar de distintos eventos como los campeonatos de Rally e inclusive el famoso Rally Dakar, el cual fue parte del recorrido del Dakar en los últimos años. Otro importante evento que tiene lugar en este desierto es la Carrera Solar Atacama la cual consiste en una carrera de vehículos que se hace por lugares del desierto. El fenómeno del desierto florido Este fenómeno consiste en la aparición de una gran variedad de flores sobre el desierto durante los años en que las precipitaciones son inusuales y superan el rango normal para el desierto. Este hecho se relaciona con el Fenómeno del Niño el cual implica un sobrecalentamiento de las corrientes marinas del litoral de Chile, esto genera a su vez un aumento de las precipitaciones. Las flores constituyen más de 200 especies distintas, la mayoría de ellas son originarias del lugar. San Pedro de Atacama El punto de partido para recorrer el desierto es la localidad de San Pedro de Atacama. Se trata de un pueblo que es el punto de encuentro de culturas ancestrales y viajeros de todo el mundo que desean perderse en las calles de tierra y recorrer las construcciones de adobe. Para conocer las costumbres de los habitantes, no debe faltar un paseo por la antigua plaza, un sitio donde parece no existir la presión del tiempo y los apuros. Para conocer más sobre el arte local es interesante recorrer el Pueblo de los Artesanos donde se pueden conocer desde cerca los talles y descubrir como las tradiciones del lugar se mantienen vivas. Existen tours que permiten conocer los atractivos de la zona que van desde géisers activos, lagunas de intensos colores y también salares. Para los más aventureros, un buen plan puede ser recorrer el desierto en bicicleta o deslizarse por las dunas haciendo sandboard o por qué no disfrutar de una mejor vista dando un paseo en globo aerostático? Las propuestas gastronómicas se suman a los atractivos de la zona, con platos locales y también internacionales. A la hora del descanso las opciones son baños termales y masajes. Mientras que la mejor opción para disfrutar de la noche es mirar la infinita cantidad de estrellas que se encuentran sobre el desierto más árido del mundo….
  2. 2 puntos
    Málaga es la capital de la provincia del mismo nombre, una sitio con varias propuestas que van desde la visita a museos, recorrer el Jardín Botánico, disfrutar de las playas e ir de tapas. La ciudad cuenta con varios espacios verdes como el Parque de Málaga, el cual es simplemente conocido como el Parque. Otro importante espacio de recreación es el Jardín Botánico subtropical el cual se sitúa paralelo al puerto, allí se pueden ver especies de los cinco contenidos las cuales se han podido adaptar de manera natural a la ciudad de Málaga, es una auténtica rareza botánica de Europa. Un paseo por Málaga no está completo sin antes recorrer el Centro Histórico y Conjunto Histórico. La Alameda Principal es la principal calle del centro, un paseo decorado por varios ficus que son testigos del paso del tiempo en la ciudad. Un sitio para conocer en el centro es la Antigua taberna donde se pueden degustar los vinos malagueños. La ciudad es famosa porque allí nació un importante pinto: Pablo Picasso, por ello una visita obliga es recorrer su casa natal donde se encuentra el museo del artista, donde además pueden verse artículos relacionados con su infancia. Otra de las calles a recorrer es la calle Alcazabilla, un recorrido cargado de historia donde se encuentran importantes construcciones históricas como el Palacio de la Aduana, el Teatro Romano y un palacio muy llamativo de estilo renacentista, el Palacio de los Condes de Buena Vista. La ciudad cuenta con varios mercados artesanales como el Mercado Barrio de las Artes, ubicado en el Barrio del Soho, una propuesta para conocer más sobre la ciudad, donde se pueden encontrar antigüedades, objetos de estilo vintage, además de productos gourmet. Es importante prestar atención a las aperturas de estos mercados, por ejemplo este mercado tiene lugar el primer sábado de cada mes. Hay dos momentos ideales para sacar una buena postal de Málaga: el amanecer y el atardecer. Vale la pena salir temprano e ir a las playas para contemplar los tonos dorados. La zona popular del centro histórico y sus alrededores invitan a descubrir la vida local y conocer el movimiento de la ciudad, gente que va y que viene, vendedores de pescados, aromas de frutas y verduras. Recorrer el centro es una buena opción para desayunar con churros y un café o chocolatada doble. Las horas del atardecer tienen también su encanto, un buen plan es en horas previas a la caída del sol , buscar una terraza donde se pueda tomar algo y disfrutar de este momento tan único del día. Por las noches existen varias opciones, desde zonas bulliciosas con música para bailar y también zonas más tranquilas que invitan a la charla. En algunos bares puede disfrutarse de música en vivo. En los alrededores de la ciudad también se encuentran otras propuestas como la zona de la Plaza Mayor, disfrutar de discotecas y bares de un ambiente muy animado. Museos de Málaga Museo CAC: es un museo de Arte Contemporáneo, se encuentra en la zona del Soho de Málaga.Picasso: Es el museo más importante y representativo de la ciudad, donde se puede ver una importante colección del renombrado autor. Centre Pompidou: Sitio donde se pueden ver obras de magritte, Giacometti, Kahlo, Chagali entre otros. El Museo de San Petesburgo: la ciudad de Málaga cuenta con una sede estatal del museo ruso, comparte el espacio con el Museo Automovilístico donde además se puede ver una interesante colección de ropa. El Museo de Málaga: edificio muy llamativo donde se pueden ver más de 2200 piezas de las colecciones de museos de Bellas Artes y también piezas relacionadas a la arqueología y de reconocidos artistas. Información útil Málaga tiene un promedio de 300 días de sol por año y se estima que en promedio sólo llueve 50, el clima siempre es benigno, no se puede dejar de probar los helados de la ciudad. Una de las playas más concurridas es la playa de Malagueta con mucha gente paseando y disfrutando de distintos deportes. El punto panorámico para obtener la mejor vista de la ciudad es Gibralfaro, es un paseo imperdible. Una buena opción para conseguir souvenires es recorrer la tienda el Museo de Picasso
  3. 2 puntos
    Grecia es un país clásico y moderno a la vez, combina ciudades muy importantes con paraíso de olivares, tesoros arqueológicos, barrios urbanos y playas... Entre los principales destinos griegos se encuentran... Atenas, una ciudad cargada de historia Atenas es una ciudad en la que todos sus habitantes son vecinos de algún sitio arqueológico. Es un sitio donde el patrimonio ocupa un lugar muy importante. Si una persona desea hacer una reforma en su casa, no basta simplemente con que se comunique con un arquitecto, o con el consorcio del lugar, hay que comunicarse con la "patrulla arqueológica", quienes se encargar de chequear que no haya un templo o una tumba detrás de los muros. Uno de los ritos que ningún viajero que pase por Atenas puede perderse es el cambio de guardia en la Plaza Syntagma frente al parlamento, representa uno de los atractivos turísticos del lugar. Esto sucede cada hora, por lo que no hay excusa para no verlo. Uno de los platos tradicionales del lugar es el souvlaki, se trata de una versión similar a las empanadas, se come a cualquier hora del día con la mano y siempre parado. Se preparan con carne de cerdo, cebolla, yogur y salsa de tomate.Este relleno se envuelve en un pan que se llama pita grueso. A veces se suele acompañar con papas fritas. Uno de los lugares emblemáticos es la Acrópolis con el emblemático Partenón. El Partenón es uno de los iconos de Grecia ubicado en la ciudad de Atenas, es un templo que fue construido entre los años 447 a.C. y 432 a.C en la Acrópolis. Según cuenta la historia, esta construcción fue dedicada a la diosa griega Atenea, a quien se consideraba la protectora de la ciudad. Este imponente monumento fue realizado casi en su totalidad con mármol blanco. También exite una zona tranquila, con locales de diseño, un cine al aire libre, cafés y bares llenos de jóvenes, este barrio lleva el nombre de Thisio. Otro barrio elegido por los jóvenes es Exarchia, es más de estilo bohemio, con bares de comida orgánica, con música cubana y cerveza muy barata Por supuesto que también hay una opción más chic, el barrio de Kolonaki con macas de lujo. a 150 kilómetros de Atenas, se encuentra el Teatro de Epidauro, en una zona virgen de montañas llenas de pinos y de eucaliptos, es un santuario para las obras clásicas desde el siglo IV a.C con una acústica calificada como excepcional. El tiempo no afectó la acústica. Se dice que un murmullo desde el escenario puede ser escuchado por los 15000 espectadores que entran sentados en sus gradas de piedra. Otro dato importante es que no hacen falta micrófonos. Korfos En la costa del Peloponeso, se encuentra Kofos un pueblo de pescadores donde existen playas, cafés y barcos que atracan en el muelle. Creta En un largo de 260 kilómetros se concentran un poco más e 600 000 habitantes. Recorrer bien este sitio lleva como mínimo una semana. La mejor opción para recorrerla bien es alquilando un auto y adentrarse en la isla. Para quien va en busca de playas, el consejo es ir al rocoso sur, allí están las mejores mientras que entre las montañas se encuentran los pueblos más auténticos. Uno de los pueblos que vale la pena visitar es Archanes, ubicado al sur de la isla, allí llaman la atención los balcones con flores, una plaza donde el domino es un juego muy popular y los viñedos que crecen en los jardines de las casas. La visita no está completa sin detenerse en un Kafeneio, nombre con que los griegos llaman a sus típicos cafés. En las ciudades se están perdiendo, pero en los pueblos representan el centro de la vida social. Otro dato importante: la playa más famosa e todas se llama Matala. Curiosidades... El queso feta, es el de la ensalada griega, uno de los que no se puede dejar de probar, se hace con leche de oveja o de cabra. Grecia es el mayor consumidor de quesos del mundo, con una ingesta de aproximadamente 25 kilos por año por persona. Vale la pena visitar las típicas tabernas para escuchar la rembetika, el blues griego que se toca con una guitarra llamada Bouzouki. Siguiendo con las curiosidades, el mayor bosque de olivos del Mediterráneo es Creta. Sus habitantes consumen en promedio 25 kilos de aceite de oliva por año, se considera que es el secreto de su longevidad. Sobre el Idioma Griego El griego se considera como una de las lenguas más antiguas. Su difícil alfabeto tiene más de 34 siglos de antigüedad. El griego moderno se habla solamente en Grecia y en la isla de Chipre. Dentro de la cultura occidental ocupa un importante lugar, con obras de gran relevancia histórica como los poemas de La Ilíada y La odisea.
  4. 1 punto
    Entre Asia y Europa se encuentra Turquía un país que por su ubicación estratégica entre ambos continentes y además de encontrarse entre tres mares ha sido escenario de encrucijadas, hogar de grandes civilizaciones y lugar de muchas batallas. Hoy en día es un país que cuenta con varias propuestas interesantes desde el punto de vista turístico. ¿Qué ver y que hacer en Turquía? Turquía cuenta con varios destinos turísticos que ofrecen playas y lugares con una rica histórica. Existen varias actividades para hacer y muchas ciudades para conocer como Ankara, Estambul y otros sitios menos conocidos pero igualmente interesantes para descubrir. Ankara, ciudad capital La Capital de Turquía es la ciudad de Ankara con más de 5 mil millones de habitantes. Se trata de una ciudad ubicada estratégicamente en el centro de las redes turcas de autopistas y ferrocarriles. Es una ciudad muy famosa por su preciada lana la cual se llama mohair, por su exclusiva raza de gato, los gatos de angora, además de sus conejos blancos, las peras, la miel y su variedad de uva moscatel que se produce en la región. Ankara es una ciudad muy importante a nivel cultural con varios museos como el Museo Etnográfico ubicado frente a la casa de Ópera, el Museo de las Civilizaciones de Anatolia (nombre que lleva la región donde se encuentra ubicada la capital), entre otros. Estambul Primero fue conocida como Bizancio, posteriormente como Constantinopla y en la actualidad se llama Estambul. Es la ciudad más poblada de Turquía, además de ser el centro histórico, cultural y económico más importante del país. Es una gran megalópolis con más de 14 millones de habitantes. Aunque la capital política y administrativa del país es Ankara, Estambul es una ciudad con un papel muy importante en la industria, el comercio y también a nivel cultural, tiene más de una docena de universidades y es la cabe de la Iglesia Ortodoxa. Sus zonas históricas fueron declaradas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad por la gran cantidad de importantes monumentos y restos históricos. Es una ciudad cargada de historia ya que fue capital de tres imperios: el Romano, el Bizantino y el otomano. Uno de los barrios imperdibles a recorrer para los turistas que visitan Turquía es el barrio de Sultanahmet, donde se encuentran la gran mayoría de los monumentos más representativos como la Mezquita Azul, el Palacio Topkapi entre otras mezquitas y palacios. El Palacio de Topkapi es un sitio cargado de historia, fue el centro administrativo del imperio Otamano entre los años 1465 y 1853, además su llamativa fachada amerita una parada para sacar algunas fotos. Otro de los monumentos más representativos del lugar es Santa Sofía una antigua basílica ortodoxa, posteriormente convertida en mezquita, en la actualidad funciona como museo. Sigue en la lista de postales más representativas de Estambul la Mezquita Nueva o Mezquita Yuni la cual fue inaugurada en el año 1665. Pasear en Globo en Capadocia Capadocia es una región histórica ubicada en Anatolia Central, se caracteriza y es famosa turísticamente por tener una formación geológica muy llamativa además de un rico patrimonio histórico y cultural. Por estos motivos hace unos años fue incluida en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Una de las mejores maneras de conocer estas llamativas formaciones rocosas es dando una vuelta en globo, generalmente los tour son de una hora e incluyen el servicio de pasar a buscar a los viajeros por el hotel y llevarlos al mismo terminado el paseo. Antalya En la costa mediterránea se encuentrala ciudad de Antalya situada en un acantilado y rodeada de montañas. En el centro de la ciudad se encuentran varios lugares históricos como la muralla, la torre del reloj y varias mezquitas. El casco histórico de la ciudad se encuentra restaurado y allí se pueden encontrar varios hoteles, bares, clubes y restaurantes. Kuşadasi Siguiendo con los lugares turísticos de Turquía se encuentra esta ciudad de difícil pronunciación, una ciudad balnearia cuyos ingresos principales son consecuencia del turismo. Para entender el por qué del nombre es necesario recorrer la costa de la provincia y ver las pequeñas especies de plantas que afloran, las cuales llevan el mismo nombre que la ciudad.
  5. 1 punto
    Eslovenia es un país europeo al que se lo puede describir como un territorio verde, más de la mitad del territorio esta compuesto de bosques, cascadas, parques naturales... Este país enamora a los amantes de la naturaleza y también a los amantes de los deportes como el senderismo, ciclismo, escalada y kayak. El encanto de este país no se limita solo a la naturaleza sino también a sus ciudades de estilo medieval como la ciudad capital: Ljubljana donde se pueden ver castillos, palacios de cuento y confiterías donde se sirven ricos cafés y también cerveza. La capital es un buen punto de partida para recorrer Eslovenia ya que se encuentra situada estrategicamente y desde allí se pueden ver el resto de los lugares de interés. A pesar de ser una capital, esta ciudad de difícil pronunciación es una ciudad que trasmite mucha tranquilidad especialmente en la zona más céntrica ya que allí pueden encontrarse grandes zonas peatonales que invitan a pasear y descubrir el lugar. Liubliana nombre con el que también se llama a Ljubljana está habitada por aproximadamente 270000 personas que viven en compañía de vestigios que datan de la época romana. Es imperdible recorrer el casco viejo para encontrarse con el Castillo Medieval, la Catedral y otros edificios de la época barroca italiana. Desde el castillo pueden obtenerse las mejores vistas de toda la ciudad. Una zona del castillo tiene entrada libre y gratuita pero si el plan es ir a la parte más alta, se debe abonar una entrada. Además en este sitio histórico pueden comprarse souvenires y tomar algo en la terraza de su restaurante. Lo ideal es recorrer la ciudad y dejarse llevar e ir descubriendo al andar las maravillas de la ciudad como el Mercado que se encuentra en la Plaza Vodnikov, allí pueden adquirirse producos típicos además de comprar frutas, verduras y llamativos ramos de flores. Se suman a los atractivos de la capital los puentes, se puede realizar una excursión en barco por el río y apreciarlos mejor. La ciudad cuenta con tarjetas para turistas con varios beneficios como por ejemplo entradas gratuitas a algunos museos y lugares de interés, visitada guiada gratuita de la ciudad, viajes en autobuses, red inalámbrica de internet en el centro, crucero por el río. Ljublana es una ciudad con varias opciones, ideal para el turismo de relax, para disfrutar paisajes y de pasear por tranquilas calles al igual que practicar deportes de riego como escalada, rafting, esquí, senderimo o por qué no alquilar una bicicleta y recorrer de una manera diferente. Otra de las principales atracciones del país es recorrer la vid más antigua del mundo en Maribor, se suman a los sitios a conocer recorrer las Salinas de Secovije además de degustar de la gastronomía local. Pese a tener un litoral pequeño de 40 kilómetros, existen playas bañadas por las aguas del mar Adríatico. Es una zona muy elegida por los amantes dle submarinismo interesados en deleitarse en las profunidades de este mar. Siguiendo con la lista de ciudades a recorrer se encuentra Maribor ubicada en el noroeste de Eslovenia cerca de Austria. Es una ciudad rodeada de bosques además cuenta con una estación de esquí y una zona donde pueden verse numerosos cultivos de la vid, árbol insignia del lugar. Pasear por esta ciudad es pasear por la Capital Cultural Europea donde además se puede disfrutar de varios eventos como importantes festivales... como El Festival Vinícola gastronómico y el Festival musical. Los edificios más relevantes de la ciudad se encuentran en los alrededores de la plaza principal donde se puede visitar el Castillo de Maribor el cual fue construido en el siglo XV, en su interior alberga el museo regional. La gastronomía de la zona constituye un atractivo turístico en sí, se pueden degustar además vinos blancos elaborados en la zona. Otra opción es recorrer las Rutas del Vino. Piran es otra de las ciudades más visitadas, sus edificios son similares a los de Venecia, pueden encontrarse llamativos palacios y casas que pertenecieron a la aristocracia. Un paseo por la ciudad no está completo sin antes visitar la Playa de Fiesa, una pequeña playa de piedra y arena ubicada en el centro de la ciudad donde además pueden encontrarse numerosos bares, tiendas de souvenires y espacios donde se pueden practicar algunos deportes como vela, buceo y surf.
  6. 1 punto
    La elección de un destino siempre es difícil para un viajero. Y aunque pocas veces podemos realmente arrepentirnos, puede llegar un momento en el que nos digamos: “debí haber elegido este otro”. Y es un pensamiento inevitable. Pero cuando la elección ha sido claramente la correcta, el regocijo resultante es inminente. Escoger solo tres de las 26 regiones académicas en la Francia continental para pasar siete meses de mi vida como profesor de español no fue, sin duda, una decisión fácil. Pero ciertamente fue una de aquellas que llamaría “la correcta”. A la sombra de París, la metrópoli francesa por excelencia, se encuentra una portentosa ciudad, comúnmente puesta en segundo plano. Una ciudad que ha sido desplazada por buena parte del turismo internacional que visita a Europa, solo por ser más pequeña que su hermana del norte. Su vetusta historia, su bien conservado patrimonio, su excelente ubicación y deliciosa gastronomía hicieron de Lyon la mejor de mis elecciones para vivir en Francia. Si bien ni siquiera siete meses en “la capital de la seda” fueron suficientes para conocer todos sus rincones, un par de buenos amigos y un libro titulado Lyon: secret et insolite hicieron que aquello que es imprescindible no escapara de mis ojos. Y lo siguiente es el mejor intento de una lista de atractivos y barrios imperdibles en la que, personalmente, fue la mejor ciudad en la que pude haber vivido en Francia. Roma y los galos. Lyon no siempre fue Lyon. Y Francia no siempre fue Francia. Pero algo es claro en su rivalidad con París: Lyon es más antigua. Y a su fundación en el 43 antes de Cristo fue llamada Lugdunum, por sus padrinos los romanos. Lyon es a veces apodada la antigua capital francesa. Aunque de eso muy poco es verdad, ya que cuando Lyon pudo ser capital de algo, Francia ni siquiera existía. Pero sí lo hacía Galia, la enorme provincia romana de la que Lyon fue centro político y cultural. Es por ello que, aunque no muchos se lo esperan, en Lyon podemos encontrar dos bellos y conservados anfiteatros romanos. La ciudad está estratégicamente ubicada en la confluencia de dos importantes afluentes fluviales: el río Ródano y el río Saona, fácilmente navegables para toda sociedad que allí se estableció. Y otros dos cuerpos naturales dominan la metrópoli: la colina de Fourvière al oeste y la colina de la Croix Rousse al norte, de las que hablaré más adelante. Y cada una de estas dos colinas resguarda como tesoro los vestigios arquitectónicos más antiguos que Lyon puede poseer, de una de las civilizaciones que más marcó el mundo occidental. Aunque uno de ellos, el ubicado en la Croix Rousse, fue testigo de una cruel matanza de cristianos, en un intento de los romanos por conservar el paganismo de su religión. Capital de las tres Galias, Lyon no solo pudo mostrarme parte de lo que hoy es Francia, sino parte de lo que hace siglos fue Roma. El Vieux Lyon. Es claro que durante siglos de existencia Lyon haya tenido que cambiar sus fachadas y extender sus complejos habitacionales para dar cabida a la creciente población que llegaba a ella, atraída por la bonanza económica de la que gozó por mucho tiempo. Y aunque los anfiteatros son los remanentes más longevos, el Vieux Lyon es la zona más antigua donde todavía vive gente (incluido mi amigo Jonathan, quien me invitó a emborracharme en el interior de este antiguo e histórico complejo). La primera vez que di un paseo por el Viejo Lyon, que resulta ser la zona más turística de la ciudad, simplemente no me sentí en Francia. Y no resulta extraño. De hecho la mayoría de este barrio medieval-renacentista fue construido bajo los estándares italianos, debido a la oleada de florentinos que llegaron con el matrimonio de Catalina de Médecis con el hijo del rey francés. Es por ello que esas grandes edificaciones poseen un patio interior al puro estilo itálico. Y los callejones que abren paso entre el interior de las manzanas son uno de los símbolos más apreciados de Lyon. Los llamados traboules. Un paseo por Lyon no puede estar completo sin caminar por el oscuro interior de un traboule. Y no se trata solo de la funcionalidad de acortar las distancias por esta estrecha parte peatonal de la ciudad. Es un legado que hoy forma parte innata de la identidad lionesa. Es en uno de esos coloridos edificios italianos que se aloja el Museo Gadagne, que cuenta la historia de la ciudad con piezas y mapas originales, entre las que se encuentran una cama hecha exclusivamente para Napoleón Bonaparte y el cartel de la Exposición Internacional de 1914. Pero si hay un museo que debió llamar mi atención desde que caminé por primera vez por el barrio es el Museo del cine y miniatura. Aunque Lyon no es reconocida internacionalmente como una capital del cine, es el lugar que prácticamente vio nacer al séptimo arte. Los hermanos Lumière, inventores del cinematógrafo, hicieron allí la primera película de la historia: la famosa cinta Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir, donde hoy se encuentra en su honor el Instituto Lumière. La cinta no mostraba nada más que, literalmente, la salida de los trabajadores de una fábrica. Y ese nuevo invento que ellos mismos dijeron que no poseía futuro alguno, se convirtió en una de las industrias de entretenimiento más grandes del planeta. Y aunque Lyon no cuenta con estudios cinematográficos ni ha sido sede de muchos rodajes, se ha encargado de mostrar a la gente la magia de aquello que Auguste y Louis Jean Lumière crearon en el siglo XIX. El Museo de cine y miniatura ha recopilado piezas originales de algunos de los filmes más famosos de la historia. Desde la escalofriante escenografía francesa de El Perfume (con réplicas tamaño natural de Jean-Baptiste Grenouille) hasta las máscaras de El planeta de los Simios. Mis alumnos de intercambio provenientes de Mallorca pudieron no haber apreciado como yo las páginas del storyboard original de Troya o la cabeza del triceratops de Jurassic Park. Pero la utilería y miniaturas allí presentes me hicieron sentirme mucho más niño que ellos. El barrio central del Vieux Lyon alberga también a la catedral de Saint-Jean, una de las dos iglesias más icónicas de la urbe. Su fachada delantera y posterior recuerdan mucho a la catedral de Notre Dame de París, obteniendo casi el mismo valor emblemático para los locales y turistas que su gemela parisina. Pero si una iglesia debía imperar la ciudad, Saint-Jean pudo hacerlo solo hasta la llegada de su nueva rival en el siglo XIX. Altos de Fourvière. Lyon fue fundada en el lado oeste del río Saona. Pero no tan al norte en el actual distrito 9 (a donde me dirigía diario para trabajar en el colegio público Jean Perrin). Sino en lo alto de una de las dos colinas que mencioné con anterioridad. La célebre colina de Fourvière, a la que hoy puede accederse fácilmente a través de un funicular. Fourvière vio nacer a Lyon en manos de los romanos y fue testigo del crecimiento de la metrópoli a sus pies, con los imponentes Alpes en su difuminado horizonte (donde con suerte puede verse el Mont Blanc en un día bastante despejado). Y fue justamente al lado de este increíble mirador que los lioneses decidieron erigir un templo en agradecimiento a la Virgen María por salvarlos de la peste en el siglo XVII. Esa modesta capilla fue remodelada a partir de 1870 para darle forma a la actual Basílica de Notre Dame de Fourvière. Su imponente y alternativa arquitectura inspirada en el arte románico y bizantino, pero sobre todo su perfecta ubicación a 120 metros de alto, la ha hecho el símbolo religioso de Lyon. Al otro lado del mirador, una torre de metal apodada “la Torre Eiffel” también domina la ciudad. Se trata de una torre de telecomunicaciones que fue mandada a hacer por un restaurantero durante la Exposición Universal de Lyon en 1914 para atraer turistas a su restaurante. Este par se ha convertido en la corona lionesa, pudiendo ser vistos desde casi cualquier punto de la ciudad. Sea cuando salía a comprar pan, paseaba en bicicleta, corría a orillas del Ródano o, incluso, desde mi salón de clase, la basílica y la torre de Fourvière me harían no olvidarme nunca de que me encontraba en Lyon. La presqu’île y Terreaux. Cuando Lyon se vio atrapada entre la colina de Fourvière y el río Saona no le quedó otro remedio que extenderse hacia la península contigua que hoy da lugar al centro de la ciudad. Terreaux, Hôtel de Ville, 1er arrondissement son algunos de los nombres con los que los lioneses llamarían a esta zona de la ciudad, ubicada justo en medio de los dos afluentes que la atraviesan. Este estrecho trozo de tierra, llamado en francés presqu’île (literalmente “casi isla”), es la península más cotizada donde la mayoría de los locales quisieran vivir. A pesar de mis esfuerzos, encontrar un apartamento en esta zona fue imposible para un joven extranjero sin experiencia laboral y con un salario bajo en relación al resto. Pero mis últimos 15 días en Lyon los pasé refugiado en el estudio de mi amigo Loïc, justo en el corazón de este bullicioso y haussmanniano vecindario. La Plaza de Terreaux es el núcleo de la presqu’île, flanqueada por bares y cafeterías que dan a toda la península más vida que en cualquier lugar de Lyon. Al sur de la explanada se encuentra el Palacio de Bellas Artes, que alberga al Museo de Bellas Artes de la ciudad. Sí, es verdad que Lyon no destaca tanto en las artes como lo hace París, con sus mundialmente famosos museos. Pero fue una buena manera de pasar mis domingos lluviosos, cuando todo lo demás está cerrado en la ciudad. Al este se alza el Hôtel de Ville. Es importante saber que en francés la palabra hôtel no siempre querrá decir lo que en español. Así, la traducción de Hôtel de Ville no es “hotel de la ciudad”, sino más bien “ayuntamiento”. Y justo detrás del ayuntamiento se halla un edificio que todo buen lionés ocupa como punto frecuente de reunión, incluyéndome a mí. La Ópera de Lyon se resguarda bajo esa majestuosa construcción coronada por ocho musas griegas (sí, normalmente son nueve, pero ocho es un hermoso número par que conserva la simetría arquitectónica). Hasta este punto haría pensar a cualquiera que Lyon es una ciudad burguesa y chic, como la gente suele pensar que es París. Una ciudad donde la gente acude a la ópera vestida de gala y visita un museo cada domingo. Pero no es así. De hecho, en la Ópera de Lyon algunos jóvenes han encontrado un lugar propicio donde contraponer sus expresiones artísticas ante la música clásica occidental. A diario es posible encontrar en el pasillo exterior de la ópera a grupos de bailarines de música urbana practicando sus coreografías. Los más avanzados enseñan a los novatos los pasos básicos del hip-hop y break dance, mientras cúmulos de gente los observan con detención. Era una manera sumamente entretenida de esperar a mis impuntuales amigos antes de salir a buscar un café. Y al norte de la ópera, la explanada de asfalto sirve a los skaters para practicar sus movimientos, dando un peculiar espectáculo a los que toman su cerveza en las terrazas contiguas. La Croix-Rousse y los canuts. Ha quedado claro que Lyon es más que una ciudad burguesa y refinada. Es una mezcla de contrastes para todos los gustos y edades. De hecho, Lyon no siempre gozó de una aristocracia de edicios haussmanianos (típica postal parisina de la belle époque). Lyon salió adelante gracias al trabajo. Y no hay trabajo que le haya sido mejor reconocido que haber dominado el tejido de la seda. Lyon fue uno de los últimos destinos de la ruta de la seda en Europa, que transportaba la codiciada fibra natural desde el Lejano Oriente. El siglo XIX fue la época dorada de la seda, cuando muchos artefactos fueron desarrollados y cuando aumentó el número de trabajadores dedicados a la industria. Máquina de tejido de seda. La mayoría de esos obreros, llamados canuts, poseían un taller (atelier en francés) en el barrio al que ellos mismos dieron vida. La famosa Croix-Rousse. Se trata de la segunda colina que domina la ciudad. Igual de famosa que su hermana Fourvière, la Croix-Rousse ha estado a la vez separada y unida a Lyon desde su existencia como comuna. La Croix-Rousse vista desde el río Saona. Mientras Lyon se ha desarrollado como una gran metrópoli, la Croix-Rousee ha conservado ese ambiente de pueblo, que hace sentir a sus habitantes en una especie de isla en medio de la gran ciudad. Muchos de ellos nunca “bajan”, haciendo la totalidad de su vida en lo alto de la meseta. El siglo XIX significo muchas cosas para este vecindario y para el mundo entero. Fue el siglo en el que se unió oficialmente con Lyon, derribando la muralla que las separaban y creando un lazo inminente a través de un funicular, el primero en el mundo. Pero fue también cuando nació la primera protesta laboral del planeta, en manos de los canuts. Los trabajadores de la seda estaban sometidos a condiciones muy duras, por lo que alzaron la voz ante las autoridades, siendo violentamente reprimidos. Los canuts dejaron su legado en la Croix-Rousse. No solo en el tipo de viviendas altas con traboules y con amplias ventanas (la luz ayudaba a trabajar la seda), sino con la atmósfera bohemia que heredaron al día de hoy. Antiguo edifico de canuts. La colina se divide en dos barrios: el plateau y les pentes. El plateau es la meseta, zona residencial con la más alta densidad de población. Y les pentes son las pendientes que suben desde el centro de Lyon, cuyas estrechas calles albergan hoy el barrio artístico y bohemio de la ciudad. Les pentes de la Croix-Rousse. Subir por las cansadas pendientes de la Croix-Rousse era algo indispensable cada vez que un día bello y despejado ameritaba sentarse ante una linda panorámica. La llanura este hacia los Alpes desde lo alto en medio de un ambiente bohemio es una de las mejores cosas que pueden hacerse en Lyon. Quais du Rhône. Si preguntamos a un lionés cuál de los dos ríos que atraviesan la ciudad prefiere, sería quizá una pregunta muy difícil. El río Saona flanquea al Viejo Lyon y pasa junto a la colina y la Basílica de Fourvière, siendo el preferido de los turistas si de un paseo en bote se trata. Pero el Ródano tiene lo suyo. El Ródano puede ser un río más bien destinado a los locales. En su extenso malecón (quai du Rhône en francés) puede encontrarse cientos de personas a todas horas del día. Desde los que, como yo, corrían en las templadas mañanas (excepto cuando el invierno lo volvió imposible) hasta los indigentes que se refugiaban bajo los puentes. El malecón del Ródano tiene vida. En sus simétricas alamedas que colorean la ciudad de acuerdo a su estación. En la increíble vista de la presqu’île y Fourvière desde cualquiera de sus puntos. La Croix-Rousse vista desde el quai du Rhône. En la línea de botes aparcados a sus orillas donde se puede beber una cerveza en la terraza. En la piscina municipal al aire libre que, incluso en invierno, siempre está llena. Pero sobre todo tiene vida los jueves por la noche, cuando todos los estudiantes acuden a su escalinata a admirar a los skaters hacer sus piruetas y a beber vino y cerveza hasta que llega la hora de buscar un club. El quai du Rhône me dio las mejores y más inolvidables noches en Lyon. Seis botellas de vino para tres personas, ver el trasero desnudo de estudiantes que cantaban al unísono “muéstranos tus nalgas”, música hip-hop francesa que escuchaban los racailles… Bien, creo que la elección no me es difícil. Mi río preferido es el Ródano. Y seguro el de muchos otros también. Confluences. Pero la lucha entre ambos ríos termina justo donde llega a su fin la ciudad de Lyon. Confluences es, literalmente, la confluencia del Ródano y el Saona. Los ríos se vuelven uno solo y eso da fin a la presqu’île y a la ciudad entera. Es en realidad un barrio un tanto lujoso, donde se halla un famoso centro comercial y un conjunto de edificios habitacionales ultramodernos. Entre ambos, un pequeño embarcadero sirve como aparcamiento del vaporeto, un bote de servicios turísticos que ofrece paseos por el río Saona. Pero el emblema del vecindario es el Museo de Confluences, ubicado en la punta extrema sur de la península. Es otra edificación ultramoderna que alberga exposiciones permanentes y temporales que vale la pena visitar. Una sala con réplicas de tamaño real de las especies animales del mundo, una exposición contemporánea sobre expediciones a la Antártica, hasta una muestra de la historia de los zapatos. Pero la mejor parte es la vista que se tiene desde su terraza, que nos deja admirar el fin de Lyon. Es posible caminar por ese pequeño estrecho, donde las olas poco a poco cubren el último pedazo de tierra. Ciudad de los murales. Otro de los grandes secretos que resguarda Lyon. Muy poca gente llega sabiendo la cantidad de murales que posee la ciudad en cada uno de sus rincones. Desde murales que simulan una biblioteca a orillas del Saona hasta frescos que hacen honor a Diego Rivera y la cultura mexicana en el lejano distrito 7. El más famoso, sin duda, es el fresque des lyonnais, un enorme mural ubicado en el centro de la ciudad, que muestra a los lioneses más célebres de la historia. Se presumen personajes como los hermanos Lumière, Laurent Mourguet (creador del teatro guiñol), Paul Bocousse (uno de los mejores chefs de Francia) y Antoine Saint-Éxupery, el famoso piloto y autor de El Principito. Por cierto, el aeropuerto de Lyon lleva su nombre. Pero el más alucinante es ciertamente el mur des Canuts, ubicado en la Croix-Rousse. Muchos dicen que es el mural más grande de Europa. Yo diría que quizá lo fue en su tiempo. Sea cierto o no, su tamaño es colosal, y el empeño que los artistas pusieron en él puede notarse a leguas, sea visto desde lejos o desde cerca. Pero a mi primer acercamiento el mural engañó mi vista. La perspectiva de escalera y el conjunto de edificios pintados en otro edificio me hizo creer que todo ello era real. El fresco se ha renovado con el paso del tiempo y ha sido financiado por patrocinadores. Todo en él hace honor a la Croix-Rousse, conteniendo elementos característicos de la vida cotidiana en aquel afanado barrio. Hay muchas razones por las que diría que prefiero Lyon ante cualquier otra ciudad francesa. Su clima, su trazo urbano, su comida, su limpieza, su seguridad, su cultura. Lo cierto es que me es muy difícil pensar en Lyon como una ciudad turística. La pienso solo como un melancólico hogar. Pero sé que estos sabios y sinceros minirelatos pueden motivar a muchos a conocer Lyon hasta lo más profundo de su ser. Porque aunque sea la tercera ciudad más grande de Francia, siempre seguirá siendo secreta e insólita.
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