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flormdk

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Relatos publicado por flormdk

  1. flormdk
    Yo ya había experimentado dentro de mi país, algunas diferencias en cuanto a la gastronomía, supermercados y forma de vender los alimentos cuando viajo a otra provincia, pero estando en Australia a más de 12 mil kilómetros de distancia de mi ciudad, esto se volvió aún más intenso…
    La primera visita al supermercado si que fue todo un desafío… Yo sabía que algunas cosas iban a ser distintas, por supuesto que no iba con la intención de comprar dulce de leche, ni alfajores, ni ninguno de los productos típicos de mi país…
    El primer "inconveniente", el gran problema de no encontrar nada… La primera impresión fue la de sentirme desorientada… es difícil encontrar un producto en la góndola… Por empezar viene todo en envases distintos… vlas galletitas de agua vienen en caja, el puré de tomate en lugar de venir en caja viene en lata, dentro de las latas se puede encontrar una gran variedad de productos que van desde remolachas hasta salchichas… (Sí, salchichas en lata!!)
    La góndola de comida congelada lista es super gigante, se puede comprar desde un bife con guarnación hasta el plato que se imaginen ya listo, para meter al microondas y en menos de 5 minutos comer. Esto va en contra de mis costumbres, ya que me gusta preparar la comida de manera casera.

    No todo es negativo, hay que contar también lo bueno de los supermercados australianos… La presentación de los productos lleva un diez, todo viene super prolijo y listo para usar. Las verduras vienen ya lavadas, las ensaladas ya listas para condimentar y comer y las verduras de hoja ya cortadas y lavadas.

    Los distintos cortes de carne vienen ya desgrasados y fileteados. Pero mejor no hablemos de este tipo de comida, acá se vende oveja, canguro y unos cuantos animales más. Por supuesto que no pienso probarlos con lo que me gusta ir a visitarlos.
    Lo que sí recomiendo probar son las frutas y las verduras, todas tienen un sabor muy rico y aunque los precios sean un poco caros, no hay desperdicio, están impecables en perfecto estado, listas para preparar un rico plato.

    En el supermercado se ahorra tiempo, en Australia se compra todo aquí, muy distinto a mi país donde tenemos varias verdulerías para ir a comprar frutas y vegetales, también tenemos panaderías pero aquí no, todos los productos se compran en el supermercado inclusive las flores.
    De todos los productos hay mucha variedad, inclusive las mascotas pueden comer variado, la góndola de alimentos para ellos tiene muchísimas opciones.
    Se suma a la lista de las grandes diferencias, los horarios de cena, aquí todo el mundo cena entre las 16:30 y las 18:00, algunos que otros a las 19:00. Esto es para mi algo super raro ya que a esa hora acostumbro a tomar la merienda. En ese horario es bastante complicado encontrar un café abierto, muchos de ellos cierran sus puertas a las 15:00. 
    Si vas a un restaurante luego de las 20:00 es probable que puedas tomar un trago o beber algo, pero comer puede ser difícil, la cocina en algunos de ellos puede esta cerrada. Seguramente es mejor comer temprano y acostarse más liviano a dormir, pero esta rutina no es para mí. Y debo confensar que sigo manteniendo mis horarios y costumbres de cenar tarde. Jamás sacrificaría mi merienda, de un rico café con algo.
    Si les gusta probar gastronomía asiática, van a estar en el lugar correcto. Se pueden encontrar muchos productos de la cocina asiáticas, además de varios locales gastronómicos, se ven muy bonitos y prolijos, pero aún no me animé. También hay locales donde se puede comer comida mexicana como burritos y fajitas.
    Me habían comentado que existía un restaurante de comida argentina, lo busqué en internet pero en la actualidad se encuentra cerrado. Quizás en parte mejor para probar algo de la comida local. Probé pizzas, las cuales tienen gustos por supuesto diferentes pero son muy ricas. También probé el tostado de pan turkish, el famoso turkish bread muy recomendable!
    Algo interesante es visitar los "markets" que se encuentran en la calle donde se pueden comprar productos frescos y de muy buena calidad.
    Hay algunos locales donde se puede comprar comida latina y también de cocinas europeas, no es que haya cientos de estos locales, pero algunos hay. Gracias a Google es posible encontrar toda esta información, además de la mejor manera de llegar. Allí pude conseguir dulce de membrillo y saquitos de yerba mate. Había también ingredientes útiles para platos de cocina mexicana, griega, española e italiana. El lugar era bastante grande y con varias opciones. Aproveché para comprar productos europeos también, de los cuales recomiendo el queso alemán, muy rico!
    Después de haber estado ya unos cuantos días puedo decir que me acostumbré bastante y encontré la manera de hacer casi todos los platos que como en mi país, es todo muy distinto pero es un desafío adaptarse y también probar cosas nuevas, especialmente nueva especias, nuevas frutas y nuevas verduras a las que seguramente voy a extrañar cuando esté de regreso en mi tierra.


  2. flormdk
    Brisbane es una ciudad con muchos paseos y cosas para hacer, estando ya desde hace un mes viviendo aquí sigo descubriendo nuevos lugares y nuevas cosas para hacer… Además de recorrer el centro de la ciudad el cual es sumamente prolijo y lindo también hay otros barrios que vale la pena recorrer como por ejemplo, South Bank un punto ideal para caminar y también refrescarse en la pileta.
    New Farm es un barrio al que no hay que dejar de ir, ideal para desconectarse en el parque… Cruzar el puente  y llegar a Kangaroo Point un sitio con vistas al lago y cafés es otro paseo, visitar canguros y koalas en el santuario más antiguo... pero una de las propuestas que me pareció muy interesante fue la de tomar un café con gatos…
    Había leído antes de viajar, que en Australia y Japón es posible tomar un café acompañado por gatos. Me gusta hacer cosas distintas y además soy una fanática de los animales, especialmente de los gatos, no dudé en ir al café para pasar un rato agradable del fin de semana.
    El Café se llama Lucky Cat Café está ubicado en Annerley, bastante cerca del centro de la ciudad de Brisbane o de la “City” como se le suele llamar al centro en la ciudad más grande de Queensland. Tomando un colectivo se llega muy fácilmente (el transporte público es super cómodo y ordenado además de sumamente puntual con los horarios por lo que es muy fácil trasladarse de un lado a otro)
    Es importante, antes de ir, reservar... Es conveniente visitar el sitio web y elegir el momento en que se va a hacer la visita. La visita dura una hora y se puede elegir cualquiera de los horarios disponibles hasta las 4 de la tarde, momento en que cierra el café. Es muy cómodo ya que se puede hacer todo por internet inclusive pagar.
    Para aprovechar el tiempo de visita a los gatos, se recomienda llegar unos minutos antes, para poder tener el café listo para el horario en que empieza el turno.
    Demás está decir que el lugar es super lindo, no es como un café tradicional con mesas y sillas ordenada de manera monótona, sino que es un living con rascadores, sillones, juguetes para gatos, peines y cepillos, camitas y todo lo que un gato puede necesitar para estar cómodo, por supuesto que es un lugar muy iluminado y prolijo.

    La propuesta es muy interesante, porque además de pasar un lindo rato esto permite ayudar a los gatos. Algunos de ellos fueron rescatados y ahora se encuentran muy felices y contentos disfrutando del lindo lugar y del cariño que reciben de los visitantes y de “sus familiares”.
    Todos eran hermosos, no sabría decir cuál es el más lindos de todos, pero sí recuerdo particularmente a Archer, era muy inquieto y juguetón, tenía un pelaje muy particular y unos intensos ojos verdes que demostraban curiosidad por todo lo que pasaba en el lugar aquella tarde...

    A parte de disfrutar de una gran variedad de cafés, entre ellos los fríos los cuales son riquísimos para un día de mucho calor también se puede comprar merchandising,todas cosas de gatos, todas cosas que un fanático de gatos quisiera tener, desde remeras, camisas, tazas, accesorios para pelo, carteras, medias y todo lo que uno pueda querer e imaginarse..

    Hay que tener en cuenta algunas reglas y cuestiones antes de llegar al café, son muy sencillas (principalmente cuidados que todo fanático y amante de los gatos sabe de antemano) una de ellas es que los gatos que están allí no están en adopción, así que si vas con la intención de adoptar a un gatito, no es el lugar.. Además los gatos están muy bien y felices en el lugar. Es necesario también respetar los horarios de los turnos y lo principal respetar a los gatos, de todas formas son muy sociales y están dispuestos a jugar y hacerte compañía. Se pueden sacar todas las fotos que se desee pero siempre sin flash.
    Para terminar, puedo decirles que fue un lindo paseo al que sin lugar a dudas volveré alguna otra tarde para pasar un rato entre los gatitos….
     

  3. flormdk
    Brisbane es una de las ciudades más pobladas de Australia, una ciudad muy linda y especialmente cálida, con gente muy amable, un buen clima (especialmente si te gustas las altas temperaturas como a mí, con un promedio de 30 grados por día y con poca lluvia) y muchos paseos y cosas para descubrir.
    La city, es el centro de la ciudad. Si venís a Brisbane y querés llegar al centro de la ciudad, no debes preguntar por el “center” si no por la city. Hay muchos negocios de ropa, souvenires y también unos cafés muy lindos para tomar algo junto con varios restaurantes. Eso sí, algunos cafés suelen cerrar temprano, ya que a las 4:30, 5:00 de la tarde, ya se empieza a cenar…(Una costumbre muy rara para mí, ya que en mi país se suele cenar después de las 9:00 pm)
    Otro interesante paseo para hacer es recorrer la Universidad de Queensland, especialmente la gran sede que está en el Barrio de Santa Lucia. Si verdaderamente quieren tener un paseo genial, lo mejor es ir en Ferri. Ya ir por el río es todo un paseo.También se puede ir en colectivo y combinando con trenes para quienes deseen llegar más rápido, pero si el tiempo no es una cuestión importante, lo mejor es tomarse el ferri y recorrer el río Brisbane por 40 minutos hasta llegar a destino.
    La construcción de la facultad es alucinante, junto con su entorno natural, en donde se pueden ver distintos tipos de animalitos inclusive pájaros muy vistosos. También pequeñas tortugas acuáticas en un lago.
    Pasear por la costa y ver el río, desde cualquiera de sus barrios o caminar por alguno de sus tantos puentes es un interesante paseo.
    También se pueden ver algunas construcciones más históricas como el edificio donde funciona el casino. Ver la ciudad de noche también tiene su encanto ya que está muy bien iluminada, por lo que vale la pena algún día salir a la tardecita para recorrer la ciudad y disfrutar de sus luces. Si la idea es tomar algo, el mejor punto es Fortitude Valley, o simplemente el Valley como le llaman los locales.
    Dentro de mis barrios preferidos está South Bank, es un punto muy concurrido especialmente durante los fines de semana, momento en que la gente que vive acá también aprovecha para ir y disfrutar de la pileta gigante que está al aire libre, tiene el agua con una temperatura muy agradable.
    Uno de mis lugares preferidos es el Santuario de Koalas y Canguros, queda a unos 10 kilómetros del centro, pero en colectivo se llega bastante rápido. Ya fui unas 4 veces y pienso aprovechar algún otro momento para volver a ir, me encanta pasar un rato viendo a estos animalitos tan lejanos a mi continente. Se les puede dar de comer y también se puede disfrutar de la experiencia abrazar a un koala.
    El paseo hasta el Santuario se puede combinar con una visita a un Shopping muy grande que queda a mitad de camino entre la City y el Santuario. El famoso shopping de Indooroopolly, eso sí, si el plan es pasar bastante tiempo recorriendo o comprano, lo mejor es ir el jueves, día en que cierra más tarde.
    Para ir a tomar algo a la noche, cenar o simplemente tomar un café, hay muchos lugares, pero quizás uno de mis preferidos is a Eagle St,una parte de la cosa muy pintoresca. Pero no es el único lugar donde se puede disfrutar de un café frente al río, también en Kangaroo Point está esta opción. Yo recomiendo cruzar el puente, el famoso Historic Bridge caminando y luego disfrutar de un rico café. Se puede volver en Ferri o caminando.
    Una cosa para destacar es que la ciudad tiene muy buena conexión, todos los medios de transporte están perfectamente sincronizados con horarios puntuales.
    La ciudad tiene varios museos, a mí el que más me gusta es el de City Hall, se puede subir a la parte donde se encuentra el reloj y tener una vista muy linda de la ciudad.
    Siguiendo con los paseos, otro de los puntos que recomiendo es ir al Jardín Botánico, ya fui unas cuantas veces. Por la mañana hay algunas visitas guiadas, de las cuales participé y las recomiendo, pero también es muy interesante en cualquier momento del día recorrer el parque y ver distintos tipos de flores y de árboles, algunos con raíces muy curiosas… Forman parte del paisaje patos, aves y una abundante vegetación con árboles que pertenecen a distintas partes del mundo. Es un paseo interesante para desconectarse y reencontrarse con la naturaleza, es un sitio donde se respira tranquilidad.
    Se puede decir que la ciudad de Brisbane tiene varios paseos para hacer y con distintas opciones para los distintos gustos. También hay varias actividades gratuitas como por ejemplo ir a los workshop de distintas temáticas o ir a los grupos de conversación en inglés donde además de practicar se puede hacer nuevos amigos.
  4. flormdk
    Soy una viajera inquieta, que siempre tiene ganas de conocer lo que está a su alrededor y más también. Voy a estar tres meses en Australia, bueno en realidad ahora un poco menos ya que el tiempo empezó a correr en cuenta regresiva y se pasa muy rápido…
     
    El primer fin de semana que estuve en la ciudad me lo tomé para recorrer la costa, el centro y también la Reserva donde están los canguros y los koalas.
     
    En mi segundo fin de semana, ya me empezaron a dar ganas de conocer los alrededores. Estaba pensando en tomarme un avión o tren e ir a alguna otra ciudad de las más conocidas de Australia como por ejemplo, Sydney o Melbourne, pero decidí ir de a poco… entonces esta vez tocó ir a la Gold Coast.
     

     
    Vivo en una ciudad de playa, pero de todas maneras me resultaba interesante visitar otro mar, especialmente si este en lugar de estar en el Atlántico corresponde al Pacífico.
     
    Luego de hacer las averiguaciones pertinentes de cómo llegar, fui hasta la estación de trenes, la cual por suerte me queda muy cerca de donde estoy parando.
     
    Tomé el tren y fui rumbo para la “Playa Dorada”... Debo confesar que en esta oportunidad el viaje no fue directo, sino que por no haber averiguado con suficiente anticipación, perdí algo de tiempo ya que me pasé y me bajé dos estaciones más de donde debía bajarme.
     
    Afortunadamente en todas las estaciones hay mapas y también gente muy amable, dispuesta a ayudarte. Luego de que me recomendaran que lo mejor era volver al tren y retroceder a la estación correspondiente, volví a subir al tren.
     
    El siguiente paso, ya estando en la estación correcta era tomar un colectivo. El colectivo era nuevo, con aire acondicionado, pero lo que no me gustó para nada era la velocidad a la que iba. Ya empezaba a marearme de lo rápido, pero veía que todos los autos iban a la misma velocidad y que inclusive es como si fuera una autopista, todo muy seguro, pero aún así el viaje no fue muy placentero ya que además me tomó como media hora.
     
    Luego de llegar a destino, la sensación amarga del viaje en colectivo se esfumó. La playa estaba muy linda. Con el agua cristalina y cálida . No era el mejor horario para haber llegado a la playa ya que era medio tarde, pero de todas maneras fue muy lindo el paseo.
     
    Una curiosidad es que de cerca no se ve el horizonte por el gran oleaje. Fue muy lindo llegar por fin al Pacífico (Espero también llegar al Índico)
     

     

     
    Vimos también esculturas que estaban haciendo con arena unos artistas, las cuales estaban muy bien hechas. Por supuesto que no podía faltar una escultura de un koala, la cual estaba perfectamente hecha, toda una obra de arte con tan solo granitos de arena...
     

     
    La zona comercial es muy entretenida, con varios locales de todas las marcas y también con muchos locales gastronómicos. Antes de volver tomé un cafecito(Por suerte en Australia se toma mucho café cosa que me encanta, creo que es una e mis bebidas preferidas)
     
    Para evitar tomarme el colectivo nuevamente, decidí ir en tranvía. El tranvía estaba muy cómodo. Hicimos un trayecto en tranvía y luego tuvimos que combinar con los poco deseados colectivos (pero esta vez menos tiempo) y finalmente con el tren.
     
    Es otra cosa muy llamativa de Australia, lo lejos que se encuentran de todo las estaciones de tren. Pero es todo sumamente organizado, llega el colectivo a la estación y no tenés que esperar más que cinco o siete minutos hasta que llega el tren.
     
    Para resumir… vale la pena realmente ir a la Gold Coast, es una zona muy linda con muchos comercios y unas playas muy bonitas y tranquilas. A pesar de que es una de las playas más concurridas del Estado de Queenslad de Australia, aún así se la pasa muy bien. La gente es muy tranquila y educada.
     
    La playa tiene lugares para hacer barbacoas y duchas y canillas públicas para que antes de irte te saques toda la arena posible.
     
    Las olas son espectaculares especialmente para los amantes del surf, es más la playa principal de la zona se llama Surf Paradise. Es un lugar muy elegido por los jóvenes pero también por las familias. Para quienes deseen pasar más tiempo hay hoteles y otro tipo de alojamiento para alquilar.
     

     
    Otra opción puede ser hospedarse en Brisbane, lugar en donde yo estoy viviendo. El viaje en total (sin perderte, ja ja) te lleva unas dos horas, dos horas y cuarto de ida y el mismo tiempo para regresar.
     
    Generalmente todos los servicios de transporte suelen ser muy puntuales, salvo alguna que otra vez, pero es muy útil chequear los horarios antes de salir para no esperar demás.
     

  5. flormdk
    Hello From the other side, justo estaba escuchando el conocido tema de Adelle cuando aterricé en Australia… Y viene muy bien para mi situación porque vivo bastante lejos de esta gigantesca isla… Soy de Argentina, lugar que muchos de los lugareños no conocen, ni siquiera saben en que idioma hablamos…
     
    No vayan a creerse que los lugareños son antipáticos ni descorteses porque más bien son todo lo contrario, son super amables. Su inglés es un poco particular, pero tienen una gran paciencia, son muy serviciales y te ayudan en todo lo que puedan.
     
    Llegué a Australia a raíz de una beca de mi novio, el tenía la posibilidad de elegir cualquier lugar del mundo… Habíamos empezado por Europa, primer continente que a todos se nos viene a la mente a la hora de viajar. Yo tenía muchas ganas de aprender Francés, pero empecé a pensar en que en esta época del año allí es invierno, entonces decidimos buscar algo que estuviese en nuestra misma latitud o similar… y terminamos aquí en Brisbane, una ciudad sumamente encantadora por donde se la mire.
     

     
    Brisbane es la tercer ciudad más grande de Australia, eso también ayudó en nuestra decisión... Estamos acostumbrados a vivir en una ciudad mediana a bastante grande. Nos encantan los pueblos pero no para vivir, sino para pasar unos días. Sabíamos que si no era un lugar grande nos ibamos a aburrir fácilmente.
     
    Hace una semana que estoy aquí de los tres meses que vamos a pasar. Paseando vi muchísimas cosas muy interesantes y llamativas.
     
    La limpieza es muy impresionante, vas caminando por las calles y es practicamente imposible encontrar un papel tirado o basura. Ni siquiera se ven las bolsas de basura, ya que se guardan en contenedores en lugares poco visibles. Otra cosa, es que no se ven pintadas, ni graffitis, el arte callejero no tiene lugar aquí.
     
    Wifi en el banco! Sí, claro… te podés conectar gratuitamente cuando estás en el banco sin que nadie venga a decirte lo contrario o a pedirte que guardes el teléfono.
     
    Algo que si es realmente curioso son los “Nail Bar”, sí, hay lugares específicos para ir a pintarse las uñas y arreglarselas. En estos bares, solo se arreglan uñas y se puede elegir el color que quieras de un catálogo de infinitos colores.
     

     
    No menos llamativo son los horarios, todo es extremadamente temprano … aquí la gente se levanta tipo 5 o 6, algunos incluyendome a las 7. Abre todo temprano y cierra todo temprano… en la semana a las 5 empiezan a cerrar varios locales. A las 7 de la tarde, ya no queda nadie en la calle. Esto es quizás un puntito en contra… a esa hora sería el mejor horario para salir a hacer las compras (durante el día la temperatura llega a 33 grados con una sensación térmica de 37 grados), pero no, está todo cerrado… Eso sí se puede aprovechar a ir a caminar por la costa del río y tomar algo en alguno de los pintorescos bares que existen por allí…
     

     

     

     
    El viernes es el día que cierra todo más tarde, hasta tipo 21 horas quizás un poco más. Pero el domingo, si venís por aquí no se te ocurra ir al centro a la tarde, tenes que ir si o sí a otro lado, una de las opciones principales es South Bank, una hermosa zona donde hay piletas púlicas gigantes que están geniales con una temperatura bien templada, ideal para refrescarse.
     

     
    Siguiendo con las curiosidades de Brisbane, otra cuestión es que es difícil ver gente muy grande, aquí el promedio de edad es de 20 y 30 años, vienen muchos chicos a estudiar. Se ve por supuesto gente más grande pero no tanta como en otras ciudades.
    Es una ciudad multicultural, hay gente de todos lados y todos somos bienvenidos. Se ven muchos chinos, indues y gente de todas partes mezclada con los lugareños. Muestra de ello es el supermercado, se puede encontrar cualquier producto de estos lugares asiáticos.
     
    Fotos del Barrio Chino de Brisbane, que demuestran la multiculturalidad de esta ciudad
     

     

    Debo confesar que la compra del supermercado es algo difícil, en primer lugar tenes que saber como se dice cada producto y sino usar el famoso translate.
     
    De todas maneras, los vendedores son super amables y te ayudan a buscar los productos que necesitas, el problema es que no encuentro todo lo que como en mi país…. Aquí no existe (o de momento no he encontrado) el dulce de batata y de membrillo que todos comemos de postre, por supuesto que dulce de leche no hay, ni tampoco alfajores… Se vende canguro y diez mil productos del auténtico y regional animalito, a mi criterio un horror!!
    Por supuesto que después de haber ido a visitarlos y acariciarlos, además de sacarles varias fotos, ni loca lo probaría. Son tan amigables que sería imposible para mí.
     
    Aquí en Brisbane se encuentra la reserva más antigua y más grande del mundo, donde también se pueden ver koalas. Siempre los van a encontrar dormidos o entredormidos, ellos duermen 20 horas por día!
     

    En la Reserva también se pueden ver algunas aves y el famoso demonio de Tasmania. Está la posibilidad de hacerse amigo de la reserva y visitarla cuantas veces uno desee durante el año, por supuesto que soy amiga e iré muchas veces a compartir un rato con estos simpaticos animales.
     
    Para cerrar este primer relato, les puedo decir que Brisbane es una ciudad que vale la pena descubrir, tiene un clima muy caluroso, la mayoría de los días en esta época del año (febrero) hace unos 32 grados con una mínima de 25. La sensación térmica puede subir a 37, pero un buen protector solar y un paraguas (como lleva la mayoría de la gente que camina por aquí) ayudan a seguir paseando y disfrutando.
  6. flormdk
    Si estás por viajar a Australia, o si pensás en Australia, quizás una de las cosas que primero te viene a la mente son los canguros y los koalas. Esto fue también uno de los motivos que nos impulsaron a llegar a este continente.
    Ya tuve la suerte de ver pingüinos, aves de distintas partes del sur, coatíes y tucanes en las cataratas, ballenas… pero dentro de la lista de los que me faltaban conocer están los canguros y los koalas. Todo viaje es siempre una buena oportunidad para ver la fauna local.
     

     
    Estando en Brisbane por supuesto que una de las primeras cosas que hice el fin de semana fue ir a visitar la reserva que se encuentra en la ciudad.
    Tomamos un colectivo. Debo decir que el servicio es muy bueno, los colectivos están muy bien cuidados y limpios. Tienen aire acondicionado lo cual es sumamente necesario especialmente si afuera en la calle hace más de 30 grados, también tienen wifi. Otro punto a favor es que pasan puntual por la parada, lo único que puedo criticar es a la velocidad a la que manejan, pero de todas maneras el tránsito es muy organizado con semáforos en todas las esquinas.
    Tomamos el colectivo, el cual está muy cerca de nuestro departamento. Afortunadamente conseguimos un departamento privado muy cerca de la zona céntrica.
    Después de unos minutos de andar en colectivo llegamos a destino. Una vez que llegás, tenes la opción de elegir entre pagar el pase diario o el pase anual. Yo voy a a estar tres meses en la ciudad, pero resulta que el pase anual sale 72 AUD (dolares australianos) mientras que el pase diario sale 36 AUD. Claramente resulta conveniente pagar el pase anual ya que seguramente vaya unas cuantas veces más a visitar a estos animalitos tan adorables.
    El nombre de la Reserva es Lone Pine Koala Sanctuary. Esta reserva fue creada en el año 1927, dicen que es la reserva de koalas más grande del mundo con más de 130 animalitos grises.
     

     
    Al entrar a la Reserva no hay guías, cada uno puede hacer su recorrido con el tiempo que desee y por el camino que crea más conveniente. Hay canillas con jabón para limpiarse luego de estar con los animalitos. Otra cosa muy llamativa es que hay wifi en varios puntos del lugar con sillas y unas especies de ventiladores gigantes que tiran algo de aire fresco. De todas maneras, para lo único que se me ocurre sacar el celular en un sitio así es para tomar alguna foto rápida, pero lo demás me parece impensable..
    Ver los canguros fue algo único, al principio guardamos distancia hasta que vimos que toda la gente estaba al lado de ellos. Así que nos acercamos para sacarnos algunas fotos. También los acariciamos. Son sumamente tranquilos y dóciles.
    Algunos de ellos saltaban esquivando a la gente, otros tenían a sus crías en las “bolsitas”, fue realmente muy lindo.
     

    Después de unas fotos y unas “charlas” con los canguros nos fuimos a visitar al resto de los animales del Santuario, empezando por los Koalas. Son muy pero muy lindos, parecen de peluche. No pudimos abrazarlos y sacarnos la foto porque era fin de semana y las personas que cuidan el lugar no permiten esta actividad cuando hay mucha gente para preservarlos. Dicen que hay que ir un día de semana, por supuesto que voy a ir, no quiero perder esa experiencia que parece única.
    En el lugar también estaba el demonio de Tasmania, quien estaba bastante activo y resultó bastante complicado sacarle una foto sin que quedase movida.
     

    Se pueden ver varias aves en el lugar, algunas de ellas sueltas volando por allí o caminando y otras en jaulas, lo que me resultó un poco amargo de ver. No me gusta ver a los animales encerrados, mucho menos si son aves que nacieron para volar y ser libres.
     

    La visita no fue muy larga porque el santuario cierra temprano, a eso de las 16:30. Pero fue una tarde agradable, nos quedaron muchas ganas de volver a pasar más tiempo con los koalas y canguros.
    La próxima visita la haremos a través del Ferri. La ciudad tiene distintos tipos de transporte públicos, además de los colectivos, están los trenes y los ferries que son muy pintorescos porque se ve la ciudad con sus torres y sus arboladas calles. El ferri tiene la ventaja de que pareciera que vas más lento.
    Un detalle más, el transporte en la ciudad es caro, pero es tan cómodo que vale la pena su precio. La mejor manera para moverse es utilizando una tarjeta local que sirve para todos los medios de transporte, de esta manera es más barato comprar los pasajes que pagando con tarjetas o con efectivo.
    Siguiendo con los consejos y detalles, otra cosa a resaltar es que se puede pagar en todos lados con tarjeta lo cual resulta muy cómodo.
  7. flormdk
    Nueva York, es una ciudad caleidoscópica como casi todas, bastante neurótica como muchas, pero irresistible como muy pocas.
     

     
    Es imposible no sentirse con la ansiedad al mil, al saber que vas a conocer una de las ciudades más fabulosas e inquietantes del mundo. La ansiedad se va acrecentado cuando vas armando el viaje, y creo que se acelera aún más el día que tenés el pasaje en la mano.
     
    Ni bien estaba confirmado que iba a partir hacia allá, empecé a buscar todo tipo de información, de cómo llegar, recomendaciones de restaurantes, opiniones de viajeros. Los puntos para conocer ya los tenía en mente, de mirar tantas películas y de leer cosas sobre la ciudad.
     
    Nueva York siempre había despertado en mí un interés enorme… Es una ciudad que a mi criterio, tiene un imán, atrae a turistas y viajeros de todo el mundo.
     
    Llegué al hotel, extremadamente cansada, pero desesperada por salir. Hice el famoso check in y me senté a desayunar, mientras sacaba mi cuaderno de anotaciones y miraba el plano de la ciudad para ver por dónde empezar.
     
    Hay tanto para ver y para hacer, que es imposible no ponerse ansioso e intentar organizar todo para que los tiempos alcancen y rindan al máximo.
     
    El primer lugar de la lista de puntos a conocer fue la Quinta Avenida, uno de los principales símbolos de la ciudad de Nueva York.
     

     
    Dicen los lugareños, que hace muchos años atrás era uno de los lugares turísticos fundamentales, pero que actualmente no es tan así. No sé cómo sería antes para que opinen así, pero hoy en día es un mundo de gente que va y viene y sin quererse se choca.
     
    Otro de los lugares que visité, al día siguiente, fue el Central Park, pulmón verde por excelencia.
     

     
    Cada barrio tiene su parque, pero este es único. Podría definirlo como “el rey de los espacios verdes”. Cada habitante y cada turista se adueña del parque a su manera, algunos haciendo algo de deporte, caminando a ritmo rápido, otros haciendo running, por supuesto que no faltan las parejas de turistas que están de picnic, otros leyendo, otros haciendo fotos para una fiesta o boda, otros con música, otros como yo observando todo lo que pasa en este lugar tan emblemático de la ciudad.
     

     
    Está la opción de alquilar una bicicleta para dar un pantallazo por el Parque, se alquilan por hora, lo recomiendo, es otra manera de conocer el lugar y el precio no es muy caro.
     
    No me gusta la comida china para nada, en lo más mínimo, tampoco me gustan sus souvenires y adornos, ni su estilo de dragones, no es que esté menospreciando a la cultura china, para nada. Me llama la atención a pesar de que no comparto su gusto.
     
    Por eso, aproveché para ir a conocer el Chinatown de Manhattan.
     

     
    Según leí en algún lado, se calcula que hay tres millones de chinos en el país (contando tanto los residentes legales como los ilegales) conforma la comunidad más grande fuera del continente asiático.
    En Chinatown hay de todo para comprar, joyas, carteras y productos que son réplicas de reconocidas marcas a precios muy accesibles.
    Las pescaderías, como se podrán imaginar, abundan. Por supuesto, que cada vez que veía alguna pasaba “bien rapidito”.
    Sin exagerar, en este barrio hay más de 200 restaurantes donde se pueden probar platos típicos. No me animé, no es mi estilo de comida, pero aproveché a caminar y conocer por fuera los distintos lugares. Me gusta además, observar a la gente (creo que me hubiera gustado estudiar antropología, siempre estoy leyendo cosas sobre lenguaje corporal u observando, me encanta, me apasiona y más en un lugar tan especial como el Chinatown)
     
    Otra zona comercial que quedó grabada en mi memoria es el “Time Square”, el mítico cruce de Broadway y la 7ª, un punto de la ciudad de Nueva York que brilla las 24 horas sin parar. Durante varios años había tenido muy mala fama, pero con el tiempo se fue transformando en un lugar turístico sin igual. Es bastante difícil avanzar por la gran cantidad de gente que hay, y lo que hace aún peor las cosas a la hora de caminar, es los grandes descuentos que ofrecen las tiendas.
     
    La gente se detiene a ver y se dificulta el paso. Las publicidades son totalmente distintas a las que estoy acostumbrada a ver en mi ciudad, (en Mar del Plata un reciente código publicitario, prohibió los carteles de gran tamaño como así también los que sobresalen, la ciudad cambió totalmente y quedo muy limpia en ese aspecto)
     
     

     
    Pero, en Nueva York, y especialmente en este lugar, las pautas son otras. Aquí las publicidades son tamaño extra large, especialmente los de los musicales, que se pelean para ver que cartel llama más la atención y logra vender más y más entradas. El Time Square es una esquina fascinante, alucinante por dónde se la mire…
     
    Por supuesto que es imposible ir a Nueva York y no visitar Lady Liberty. El viaje a este punto es emocionante, es el símbolo democrático por excelencia, y lo más llamativo es que durante el paseo se puede ver gente de todos lados. El día que la visité había gente de todas partes, de India, Israel, Trinidad y Tobago, Venezuela, España y la lista podría continuar.
     

     
    Luego de compras y paseos por calles coloridas, pobladas y luminosas, dejé la ciudad de Nueva York, por supuesto que sin las más mínimas ganas de irme. Creo que haría faltan al menos un mes para poder conocerla en detalle…
  8. flormdk
    Un destino muy conocido por los deportes relacionados con el viento es Ceará. Este sitio es muy buscado por los amantes del Kitesurf y del windsurf y también es una buena opción para turistas curiosos, ávidos de nuevos paseos, como es mi caso. Vale aclarar que los “deportes de viento” no me atraen, prefiero los de invierno. Además, en este viaje tenía en mente la idea de broncearme y descansar.
     

    Primera parada: Canoa Quebrada
    El primer punto que visitamos fue Canoa Quebrada. En sus cuadras cada noche se da un encuentro único donde tienen cita artesanos ambulantes, músico, bailarines espontáneos que llevan el ritmo en su sangre, trotamundos y todo tipo de curiosos. La “fiesta” dura hasta el amanecer. Nadie parece cansarse ni querer irse a dormir.
    Hace muchos años atrás, este sitio supo ser una Aldea de Pescadores además de un reducto hippie. En su calle central siempre existieron algunos “mercadinhnos”. Dicen los lugareños que nunca antes había habido tanta gente como ahora, hoy la peatonal de difícil pronunciación: “calçadão es un hormiguero humano y doy fe de ello. A la tardecita cuando van terminando las horas de playa, el lugar se llena de gente.
    Algo que me llamó la atención, fue enterarme por los lugareños, que cada playa tiene su color. En el caso de Canoa Quebrada, la playa tiene un color rojo ladrillo, pero también las hay de color blanca muy blanca y también azules. Canoa Quebrada es un lugar realmente enigmático.
     

     
    Historia en Aracatí
    Para conocer el pasado de Ceará, lo mejor es recorrer el centro histórico de Aracatí y eso fue lo que hice un día un poco nublado.
     

     
    Los centros históricos siempre tienen su encanto y son una invitación para conocer el pasado del lugar.
     
    Es muy llamativo, ver las fachadas de los edificios, casi todos ellos tienen dos plantas, algunos esperan ser restaurados (o deberían serlo), tienen llamativas decoraciones con azulejos reflejando el antiguo gusto portugués y colores fuertes. La variedad de formas y de diseños es increíble, hay tramas y diseños en gamas del verde, también del amarillo, blanco y azul.
     

     
    No pude con mi genio, de querer saber de dónde provienen los nombres y le pregunté a uno de los lugareños, quien me respondió que el nombre proviene de la lengua tupí y que significa “aire perfumado”.
    Luego de dar el primer recorrido por Aracatí y apreciar las fachadas del lugar, me senté a almorzar en uno de los restaurantes más recomendados.
    Desafortunadamente había varios platos a base de pescados y cangrejos, cosa que no me atrae en lo más mínimo, debo admitir que estoy considerando la idea de hacerme vegetariana, cada vez consumo menos carne. Lo que hice fue optar por algo refrescante. En realidad no tenía tanta hambre, sólo cansancio y sobre todo sed, mucha sed.
     
    El punto en que se pone más interesante el viaje: Fortaleza
    Llegué a la capital del estado, una ciudad que es llamada como ciudad noctámbula, hay quienes dicen que es la meca de los noctívagos.
     
    En Fortaleza, al caer el sol empieza la fiesta y dura hasta la mañana siguiente. Hay de todo para hacer… visitar restaurantes de moda, recorrer las ferias de artesanos en las playas, ir a bares con música en vivo, la verdad que las opciones son inagotables. Me hubiera gustado quedarme más tiempo, adoro bailar y sobre todo al compás de la música brasilera. Hay varios clubes, o como les llamo yo, boliches, en donde se pasa muy buena música.
     
    Pero no sólo la vida nocturna es lo que tiene Fortaleza para ofrecer, sus playas tienen su encanto. Praia de Iracema, fue la primera que visité. Es un punto muy elegido para eventos importantes, sobre todo los deportivos, y también para megashows. Dicen que el evento más importante es la Fiesta de Año Nuevo de Fortaleza, donde van más de un millón de personas.
     

     

    También aproveché las tardes de Fortaleza para conocer la playa de Titanzinho, la playa más chica de fortaleza. No es para nada turística, quizás ese motivo fue lo que me dio curiosidad para ir. Es muy buscada para la práctica de surf, no conozco nada de surf, pero de todas formas fue divertido ver a chicos hacer piruetas en el agua con sus tablas.
     
    Pero, como si a Fortaleza no le bastaran las largas noches divertidas y las espectaculares playa, también tiene varios shoppings. Así que reservé uno de los días en que estuve por allí para conocerlos y también para hacer compras.
     

    Además de llevar algunos regalos, no dudé en comprar el típico souvenir cearense, la llamada “Garrafa de Areia Colorida”. Se trata de unas botellitas con diseño de paisajes hechas con arena. Las más conocidas son las de Canoa Quebrada, además como fue uno de los puntos que más me gustó del viaje, aproveché para comprar esas.
     
    Con las valijas algo más abultadas por las compras, con el cansancio de las tardes de sol y de las noches de baile, volví hacia mi ciudad. Costó mucho acomodarse a la rutina después de haberla pasada tan bien. Por supuesto que ronda en mi mente la idea de planificar otro viaje a algún punto de Brasil…
  9. flormdk
    Hoy voy a contarles mi viaje a la tierra de corsarios, a la tierra de hippies, al lugar donde nació Bob Marley.
    En el pasado, supo ser un enclave pirata, más precisamente allá por el siglo XVII, fue también un refugio de bucaneros famosos, hablo de nada más y de nada menos que de Jamaica.
     

    Jamaica es como todos bien sabemos, la cuna del reggae, una de las islas más grandes y hermosas del Caribe y sobre todas las cosas, es un excelente lugar para descansar y tomar sol.
     

    Debo admitir que llegué a la isla con un poco de miedo, yo creo que fueron mis amigos y familiares quienes con sus comentarios me dieron un poco de temor. “¿Te vas a Jamaica?” “¿No pensaste en un lugar más seguro?”, “¿Vos estás segura de que es una buena idea?”, éstas y unas cuantas preguntas más (del mismo estilo) eran las que escuché. Pero, no me detuve. Yo hacía tiempo que quería conocer este país, así que a pesar de todo, seguí en pie con mi idea y de todas formas viajé dispuesta a disfrutar y conocer.
    Una de las primeras cosas que hice al llegar, mientras completaba el famoso “Check In” en el hotel, fue hablar con el recepcionista. Después de algunas preguntas no tan significativas del tipo “¿vino mucha gente esta semana?”, “¿Refresca mucho a la noche?”, como para entrar mínimamente en confianza, me animé a preguntarle por aquello que daba tantas vueltas en mi cabeza, la cuestión de la seguridad en Ocho Ríos y en el resto de las ciudades a las que iba a conocer.
    Me dijo que había situaciones como en todos lados, pero nada grave como para andar preocupándome en exceso, que bastaba con tener las precauciones que se tienen en cualquier ciudad.
     
    Un poco me alivio, pero recordé una frase que una vez me dijeron cuando era chica “Si no pensás el miedo desaparece”, así que lo que hice en los próximos días, fue disfrutar de mi viaje sin pensar en más que en el famoso “amor y paz” de los hippies.
     
    Mi viaje transcurrió entre Ocho Ríos, Montego Bay y la capital del país, Kingston. Lugares increíbles si los hay. Las playas parecen postales.
     

     
    Recuerdo a una pareja casándose en la playa, parecía el rodaje de una película pero era totalmente real. La flamante novia disfrutaba de una ceremonia al aire libre, caminaba acompañada de sus padres para encontrarse con su futuro marido, en uno de los mejores lugares del mundo.
     

     
    En este viaje opté por conocer las playas de tipo all inclusive, quería hacer algo diferente en este viaje de sol y playa y conocer otra cara del turismo, pero de cerca. Como se imaginaran, están todas las comodidades y uno pasa las mejores tardes que pueda imaginarse.
     

     

     
     
    Una cosa fantástica que se suma a los encantos de Jamaica es la variedad y belleza de sus aves, seguro que para los amantes del “birdwatching”, esto debe ser todo un paraíso.
     

     
    Además de conocer las playas, tomar sol y darme unos cuantos baños y chapuzones en las aguas celestes cristalinas, visité un sitio que hacía tiempo que tenía ganas de conocer: el “Mausoleum de Bob Marley”.
     

     
    Es una aldea ubicada a un poco más de hora de distancia de Ocho Ríos, si mal no lo recuerdo, creo que el viaje duró una hora y media. Fui en un autobús que llevaba el nombre de “Zion” y estaba pintado con los colores típicos: rojo, amarillo y verde. Como podrán ver, todo está acorde y perfectamente ambientado.
    Qué decir del traslado, ¿Hace calor para ir? Sí, es cierto, el camino tampoco está en las mejores condiciones, hay varias curvas, pero les aseguro que vale la pena y el esfuerzo tomarse la “molestia de ir”. En el camino nos encontramos con varios niños que notaban que éramos turistas y venían a pedir algunas monedas y algunos caramelos, como sucede en otras partes del Caribe.
    Esta pequeña aldea fue el sitio donde nació el querido Bob y también es el lugar donde fue enterrado.
     

     
     
    El Mausoleum, es un lugar que tiene sus particularidades, hay gente fumando marihuana y vendiendo, porque allí es legal. Es una visita que se recomienda no hacer con niños, o no hacerla si se van a considerar este tipo de cuestiones como ofensivas. Ya me las habían aclarado previamente, pero de todas formas no me pareció que esto tuviera que ser un impedimento, elegí pasear ignorándolos, me interesaba mucho conocer el punto dónde nació el creador de tan fantástica música.
    Está la opción de solicitar una visita guiada al llegar al lugar, no tiene un valor muy costoso y es interesante, porque como toda guiada, va acompañada de explicaciones y detalles que si no fuera por la ayuda de los guías, uno los pasaría por alto o se los perdería. Demás está decir que el recorrido también está acompañado por música reagge.
     

     

     
    En el lugar hay además, un restaurante vegetariano, pero no probé los platos porque ya habíamos almorzado previamente. Entonces aproveché el tiempo para entrar a la tienda y comprar algunos souvenires, y bueno claro, algunos regalos para mí ja ja.
    Con unas cuantas bolsitas en la mano, me despedí de Nine Mile, la aldea dónde nació Bob, escuchando su música y pensando en su talento.
  10. flormdk
    El mar que se encuentra en México tiene su encanto propio, evidencia colores que sólo los trópicos saben acentuar con ganas. Es una tierra en dónde las arenas brillan todo el tiempo, especialmente al anochecer con la luz de la luna y también, (lógicamente) con la luz del sol. Ese sol típico de las tierras caribeñas, que invita a estar en la playa todo el día.
     

    Aunque todo lo que haya dicho, quede medio poético, puedo dar fe que Tulum, es un lugar mágico, es uno de los mejores lugares de playa en donde tuve la oportunidad de estar. Mucha gente lo define como lo más cercano que existe al ideal de playa caribeña en la Riviera Maya.
     

     

    Tulum es un sitio que se destaca sobre todas las cosas por la tranquilidad (o al menos esta cualidad es una de las que yo más rescato del viaje) . Su calle principal, la cual está un poco lejos del mar, unas treinta cuadras, no es para nada glamorosa. Pero eso sí, tiene todo lo que hace falta, farmacias, algunos mercados, algunos bares ideales para sentarse a tomar algo fresco a la tardecita y también restaurantes, pero muy pocos.
     
    Lo más típico y recomendado por los lugareños son los tacos, y claro como no sentirme tentada a probarlos estando en México. Me encantaron, por suerte no estaban muy picantes.
     
    Una de las cosas que me comentó el simpático mozo que atendía en el restaurante del hotel, fue que el chile habanero es uno de los cultivos más típicos de la región de Yucatán, la cual es productora de unas mil quinientas toneladas anuales. Es un tipo de ají muy particular, que no me animé a probar (como se darán cuenta no soy amante de lo picante). Es el más picante de todos y uno de los más usados.
     
    Siguiendo con la cuestión gastronómica… recomiendo, que si andan paseando por Tulum, no pierdan la oportunidad de probar los postres helados, son deliciosos.
    Algo que también recomiendo, es el “yaxhú”, es un jugo muy refrescante, ideal para una salida post playa. Se prepara con piña, chaya, apio y licor de xtabentún. (Este licor de difícil pronunciación es de anís y de miel de abeja)
     
    Si hay algo que sí es masivo en Tulum son las ruinas mayas. A tan sólo un kilómetro y un poquito más, es posible visitarlas. A diario llegan contingentes de turistas deseosos de visitar este interesante legado que dejó la civilización maya.
     

     
    Eso sí, no son tan llamativas como lo son las ruinas de Chichén Itza, pero lo que las hace famosas y también interesantes de conocer, es su ubicación. Creo que mejor ubicación no podrían haber tenido: frente al mar.
     

     
    Pero no quiero que esto se preste para confusión, no son las únicas que tienen vista al mar. En las guías de viajes figuran otras, como es el caso de la costa oriental del Mayab a unos 70 kilómetros del Tulum (yo me conformé con visitar las más cercanas, prefería estar en la playa)
    Una de las características más destacadas que tiene el conjunto arquitectónico de Tulum (el cual en lengua maya significa muralla) es que es uno de los más importantes, además de ser el que está a mayor altura.
    En la entrada del lugar, se puede contratar de manera opcional, un guía. Yo lo recomiendo, porque gracias a ellos se puede conocer cómo funcionaba esta ciudad, la cual fue construida entre los años 900 y 1500.
    De todas formas, los guías cuentan su versión, lo más importante, o lo que más me gustó a mí, fue el hecho de que ellos ayudan a ver detalles, cosas que uno no puede ver con tanta facilidad. Me refiero a formas de serpientes en la columna, nichos con dioses grabados en la piedra y también frisos con mascarones zoomorfos.
    Todos los aplausos, se lo lleva el Castillo. Este es, el edificio principal, el que sale en todas las fotos. El que todos tenemos en mente a la hora de llegar. Lo que primero nos paramos a ver.
     

     
    Según el guía que contratamos, el Castillo tiene unos doce metros de altura. Está construido al borde del acantilado que cae a pique en el mar. Dicen que se había construido en ese punto y con esa altura para funcionar como un faro.
     

    Terminé la tarde de paseo por las ruinas mayas viendo las casas, adoratorios y los templos. En total hay unas doce construcciones y además una muralla. Todo se puede ver pero está prohibido subir a las pirámides. Hay que ver sin tocar.
    Lo que más me gustó fue bajar a la tranquila e íntima playita que está bajo el Castillo. Vino muy bien entrar en ese mar increíblemente calmo y verde para refrescarse. Desde el agua seguí contemplando las construcciones de piedra, esos vestigios eternos que dan una sensación que en pocas palabras puedo calificar como única.
     
    No sé cuál habrá sido la primera sensación que experimentaron los primeros conquistadores que llegaron a estas tierras mayas de la Península de Yucatán, pero si puedo asegurarles que el paisaje es, como dije antes, único, difícil de describir en palabras...
  11. flormdk
    Fue en sus comienzos un pueblo minero y hoy en día se transformó en una de las estaciones de esquí más chic o más top (como dicen hoy en día)… Me refiero a Aspen, un lugar para disfrutar la nieve a pleno, un lugar para conocer también en primavera. Es difícil decir que estación es la mejor, ambas tienen su encanto, sus particularidades. Es un sitio al que volvería a ir, pero la próxima vez, espero que sea en navidad para conocerlo en otra faceta.
    Pero volviendo a lo que “estaba diciendo”, les voy a contar de mi paseo en época invernal y también en época primaveral para que comprueben por ustedes mismos que es muy difícil decir cuál momento es el mejor para ir…
     
    Días de nieve
    Hace algunos años, tuve la oportunidad de viajar por primera vez a estas tierras. El primer viaje fue en invierno, con mucho frío. Más de lo que creí que iba a hacer.
     

     
    Por supuesto que fui bien equipada, con guantes, con sweaters bien grandes (de esos que parece que pesaras cinco o diez kilos más cuando te los pones), pantalones gruesos para soportar el frío de la nieve, guantes de polar (varios pares) y soquetes azules tejidos por mi abuela .
     
    Además de partir con mi terror al frío y con la cámara de fotos con varias baterías… Empaqueté también dos días antes de salir, dos ideas que me daban un poco de miedo, quizás más pánico que el frío mismo…
     
    Bueno, las confieso… La primera de ellas, era que en estas tierras donde la gente derrocha simpatía y gracia deportiva, mi condición de completa principiante quedaría totalmente descubierta y en evidencia. Me daba bastante vergüenza de sólo pensarlo. La segunda idea que rondaba por mi cabeza era me pasaría una semana completa a base de cosas ricas y calóricas, hamburguesas, papas fritas y platos abundantes con salsa barbacoa acompañarían mis días. Ésta segunda se cumplió. De solamente recordarlo, se me hace agua la boca…
     
    No solo el viaje con sus encantadores paisajes me sorprendieron, sino algo aún mejor, para mi segunda clase de esquí ya estaba en condiciones de ir a pistas más difíciles y parecía una esquiadora experimentada, de esas que todos los años viajan a algún destino de nieve.
     

     
    Mis días en este primer viaje invernal, transcurrieron entre esquí, nieve, tropezones y comida rica con salsa barbacoa…
     

     
    De todas formas, debo admitir, que para aprender a esquiar bien, tuve que recurrir a las clases para principiantes. La verdad que valieron la pena, además había instructores bilingües, que explicaban y enseñaban muy bien el arte de esquiar, siempre dando ánimos a quienes al principio pasábamos más tiempo tropezando que esquiando.
     

     
    Días primaverales en Aspen
    La segunda vez que planifique mi viaje hacia Aspen, fue en primavera. Una estación que siempre me gusto, siempre me ha parecido romántica.
     
    Para mí la primavera es sinónimo de amor. Es que el aire primaveral tiñe los paisajes de otro encanto. Los lugares parecen ser distintos.
     
    No sabría decir con certeza cuál de las dos postales es mi preferida, lo cierto es que las actividades y los paseos son otros. Por supuesto, que también los recomiendo. Pero no me pidan que les diga cuál es mejor o más lindo, porque como viajera fanática que soy, me gustan todos los lugares a los que voy, en cualquier estación.
     
    En este viaje primaveral, uno de los paseos que hice fue visitar una Reserva Forestal, que lleva el nombre de White River.
     

     
    Luego de pedalear varias horas, entre subidas y caminos un tanto difíciles llegué a destino. El paisaje es muy parecido al Parque Yellowstone, pero sin la enigmática fuente termal.
     

     

     
    Por momentos me acordaba de la serie del osito famoso de televisión.
    La vista de los montes y de los espejos de agua, son difíciles de describir con palabras. Varios turistas aficionados posan y sacan fotos. El aire puro y cálido acompaña el lugar, un sitio ideal para andar en bici y también para caminar. Es un punto que se recomienda sobre todo para los amantes del trekking. Después de varias vueltas en bici, llegué al hotel sumamente cansada, a degustar nuevamente un plato de salsa barbacoa y a dormir para reponer energías.
     
    Otra de las cosas fantásticas que tiene la primavera, es que invita a almorzar al aire libre, con vista a las montañas nevadas. Un momento increíble.
     

    Algo que me sorprendió bastante, es que según me comentó el mozo, los restaurantes usan productos orgánicos para apoyar a los productos de la economía local y también para mejorar la salud de los residentes y también, de nosotros los turistas. Sea como fuese que estuviesen preparados, los platos eran realmente increíbles.
     
    Con el recuerdo del aire primaveral, los paseos en bicicleta y ganas de regresar, volví a mi país. Espero que el próximo viaje sea en alguna Navidad, para ver a Aspen con otro encanto…
  12. flormdk
    Es bien conocido por todos, que en el Viejo Continente, es decir en Europa, los países que se ubican más al sur son “más exóticos”. Uno de los países que tuve oportunidad de conocer hace poco tiempo fue Croacia: una joven república con un largo convulsionado pasado de identidad negada y recuperada. Su presente está marcado por turistas y viajeros deseosos de conocer “la otra Europa”.
    Pero no solo su pasado y su posición en el mapa eran las cosas que me motivaron a llegar a estas tierras, también sus puntos turísticos…
     
    Al llegar a “tierra firme” fui descubriendo varios secretos del lugar, gracias a los folletos turísticos y también gracias a los relatos de los lugareños. Algunas de las cosas interesantes que recuerdo son…Es un país que recientemente se incorporó a la Unión Europea, es un país con más de 1200 islas (me dieron ganas de tener tiempo y plata para conocerlas a todas), con ciudades protegidas por la UNESCO y, este país exótico tiene unos ocho Parques Nacionales.
     
    Hice la primera parada en la ciudad capital, Zagreb. Una ciudad donde llama la atención como los “zagrebíes” toman café, sentados en las terrazas sin ningún apuro. Yo, creía que esta era una costumbre netamente argentina, pero, dicen que los sábados aquí el “cafecito” es toda una moda y un acontecimiento para el cual todos se hacen tiempo.,,
     

     
    Una cuestión que me llamo mucho la atención de Zagreb, es que no es una ciudad netamente consumista. No se ven las grandes tiendas típicas de Europa, como las de Francia o Italia. Es más austero, pero no por ello feo o aburrido. Es diferente a los otros países de Europa. Tiene su encanto propio, su particularidad.
     

     
    La calle principal es Ilica, aquí se levantan vidrieras sobrias. Predominan las casas de zapatos y sombreros (cosa que también me llamó la atención, porque en mi país los sombreros cada vez se usan menos). La ropa es sumamente discreta, como ya dije, nada que ver con las deslumbrantes tiendas de otras capitales europeas o grandes metrópolis americanas.
     

     
    Siguiendo con las curiosidades (cosa que me encanta), aquí va una… ¡La corbata nació en Croacia! Fueron los soldados croatas quienes empezaron a marcar esta tendencia, que en la actualidad sigue en vigencia. Ellos colocaban en sus cuellos, pañuelos atados de los cuales colgaban extremidades. Los franceses (siempre interesados en la moda), no pasaron por alto este detalle, para ellos desconocido y no dudaron en incluirlo en su vestuario.
     
    Los franceses le pusieron el nombre de “Cravate”, una derivación de la palabra croata. Con el tiempo, la original “Cravate” se modernizo y llegó a tomar la forma que tiene hoy en día, elegante y, como dicen casi todos: complicada de colocar. La corbata original se puede ver en una boutique de Zagreb.
     
    Otro de los lugares que visité en el país exótico de las curiosidades, fue un lugar maravilloso de nombre un tanto complicado de pronunciar (que aún no logré poder enunciar correctamente) Plitvice.
     

     
    Se trata de un Parque Nacional, ubicado nada más que a dos horas de Zagreb. Es un lugar encantador, como todo espacio protegido, difícil de describir con palabras.
     

     
    Recomiendo que lo visiten. Es uno de los puntos más elegidos para “dar el sí”. Dicen los lugareños, que muchas parejas eligen este escenario natural para casarse. Según me contó el guía que nos acompaño a Plitvice, anteriormente, todos los 25 de mayo tenían lugar allí, decenas de casamientos. Inmediatamente le pregunté el por qué de la fecha, a lo que el me respondió: es el día del cumpleaños de Tito, los casamientos eran cientos.
    Otra curiosidad es un museo muy especial, el Museo de Broken Relationships. Es un espacio que fue creado por una pareja de artistas tras su separación. Como no sabían qué hacer con sus cosas en común y regalos, decidieron ponerlos en un museo.
     

     
    Es un museo nuevo, fue inaugurado en el 2010, hay de todo. Son varios quienes tras separarse, donan los objetos para enriquecer al museo. Abundan los ositos de peluche, los vestidos de novia e inclusive vidrios rotos tras peleas. Eso sí, también se venden souvenires para olvidar los malos momentos.
    Después de pasear unos días fugaces por Zagreb, me despedí de la ciudad donde nació la corbata y donde las relaciones terminadas se transforman en arte, pero antes compré algunos "licitar". Es un souvenir que aunque parezca de plástico, es un pastel exquisito con sabor a miel. ¡Riquísimos!
     

  13. flormdk
    Me encanta ver películas, el fin de semana suele ser el momento en qué aprovecho para ir al cine y ver algo. Me gusta casi todo… comedia, drama (de vez en cuando), terror (aunque nunca una película logró asustarme, ni siquiera cuando era chica), suspenso (el género que más me gusta), infantiles por qué no, históricas, películas 3D, etc, etc. Dije “casi todo” porque las de acción no son santo de mi devoción, me parecen todas iguales.
    Además de ir al cine, en el “finde” o en la semana cuando tengo tiempo, me veo alguna serie o película. Estoy siguiendo varias series, casi todas muy interesantes. Como se podrá notar, soy cinéfila…
    En la ciudad de Mar del Plata, todos los años se celebra el Festival Internacional de Cine y por supuesto que no pierdo la oportunidad de ir. En esta edición el Festival cumplió sus 60 años, ya que fue concebido en el año 1954. Yo todos los años espero ansiosa la llegada de este evento, a mi me encanta. Un detalle no menor es que es el único de toda Latinoamérica que tiene la categoría “A”, calificación a mi criterio bien merecida.
     

    Desde hace algunos años se viene haciendo duramente el mes de noviembre, antiguamente era durante el mes de marzo. Es una oportunidad que considero sumamente interesante, ya que puedo ver películas “no comerciales” y conocer más del mundo del cine, vi películas de Irán, de Colombia, de Venezuela… También es interesante porque podes escuchar a los directores y a los actores contar anécdotas y cosas sobre el rodaje de la película. Se proyectan entre 300 y 400 películas, lamentablemente dura una sola semana y lógico es imposible ver todas. Yo siempre pienso en que sería ideal que durara por lo menos dos semanas. Con las ocupaciones cotidianas, a lo sumo hago tiempo para ir a ver una película por día, y no todos los días hago tiempo a ir. Pero debo admitir que hago mis esfuerzos para organizarme y poder ir.
     

    Este año aproveché para ver de todo un poco, películas de competencia Latinoaméricana, películas de competencia Internacional y también otras que no estaban en competencia. Y en el último día aproveché para ver una de las ganadoras a mejor guión. Igual, yo creo que es cuestionable lo de las calificaciones, hubo otras que me gustaron más y no recibieron ningún premio…
     

    Hay de todo, algunas son muy buenas, con guiones super interesantes y originales, pero también hay algunas que son un poco aburridas, o demasiado lentas en comparación con el cine “tradicional” o el que uno acostumbra a ver.
     
    En cuanto a los actores, algunos son muy buenos, hay otros que no son actores pero que hicieron buenas películas y también vienen algunos que son famosos.
    Una de las mejores cosas es que podes ir en cualquier momento del día a ver películas, se empiezan a proyectar desde las 9:00 am y hasta la madrugada hay funciones. Yo generalmente aprovecho para ir a ver las que pasan en el Audiotorium, es una de las salas más grandes, con un sonido espectacular. Está ubicado en el Gran Hotel Provincial, “a pasitos” del mar.
     

     

    El Festival también ofrece varias actividades especiales, como por ejemplo, charlas con directores, con personas especialistas en cine, presentaciones de libros de cine, etc. Son principalmente actividades para estudiantes y entendidos del cine. Yo me conformo por ahora con ver las películas, quizás en algún momento lea algún libro de cine o vaya a algunas de las charlas.
    Hoy fue el último día del Festival de este año, debo confensar que me da una pequeña sensación de tristeza, los pasillos de los cines se ven menos poblados de gente, hay menos movimiento, se empiezan a ir todos los turistas cinéfilos y hay una sensación de calma, como si hago faltase.
     
    Ver por última vez la presentación del Festival proyectada en la fachada del Provincial, aplaudir por última vez a una película de cine arte, cerrar el librito de la programación y guardarlo junto con los otros en la biblioteca, son situaciones que hacen pensar en que el tiempo pasa muy rápido y en que el festival se va a extrañar.
     

     

     

     
    Pero, como dije el tiempo pasa rápido, será cuestión de esperar al próximo año, que seguramente va a ser aún mejor ya que será la 30 edición (Vale aclarar que el Festival no se llevo a cabo de manera continuada desde sus comienzos) Mientras tanto habrá que conformarse con volver a ver las “pelis” de todos los “findes” las de Hollywood (que también me gustan!)
  14. flormdk
    Hace un tiempo, viaje a la ciudad de La Plata, la ciudad de las diagonales... El motivo principal del viaje no era conocer la ciudad en sí misma, sino ir a ver el recital de una de mis bandas preferidas: U2. Es uno de los grupos de música que más me gusta, además sus shows no son solamente música, son sumamente extraordinarios…
    Al principio, la idea que tenía en mente era ir y venir en el día, yo estoy a unos 400, 500 kilómetros de esta ciudad. Por suerte me di cuenta que sería agotador y además muy incomodo ya que no sabía la hora de finalización y probablemente íba a tener que hacer tiempo para tomar un micro que me trajese de nuevo hacia mi ciudad, Mar del Plata.
     
    Fue por ello que empecé a organizar mi viaje y a buscar dónde hospedarme. Resultó muy difícil efectuar una reserva por teléfono, cosa que me pareció sumamente extraña. Probablemente, la ciudad de las diagonales no estaba acostumbrada (por lo menos en esa época) a recibir grandes aluviones de turistas, pero con el surgimiento del Estadio Único de La Plata y la llegada de U2 varias personas (fanáticos, curiosos y acompañantes) iban rumbo hacia allí.
     
    Tomé el colectivo a las ocho de la mañana (con bastante sueño, la ansiedad me había jugado una mala pasada y no había dormido casi nada) y al mediodía ya estaba allí.
     
    Fui a un locutorio dentro de la terminal para internar comunicarme con distintos hoteles para verificar la existencia de alojamiento disponible. Luego de dar algunas vueltas por la ciudad, finalmente conseguí donde dejar el equipaje y donde dormir luego del evento.
     
    Tomé un taxi para llegar al Estadio Único de La Plata. El recital comenzaba a la tardecita, pero había que estar antes, para conseguir una buena ubicación. Hacía bastante calor para ser el mes de abril, pero a pesar del calor, de las pocas horas de sueño, el tiempo voló y se hizo la hora de poder entrar después de varios controles. Elegí la ubicación que creí más conveniente y allí me quedé esperando al show...
    Con respecto al estadio, en ese entonces prácticamente nuevo, recién pintado, podemos calificarlo de cómodo, lindo y obviamente grande, muy grande. Esperé allí un rato hasta que llegó la banda soporte Muse, la cual no conocía pero me pareció buena. Después me enteré que muchas personas fueron para ver especialmente a Muse.
    Finalmente empezó el tan esperado show 360 de U2. Fue espectacular tanto en cuanto a la música como a la infraestructura, los efectos de luces y por el impecable sonido. Una experiencia única que me dejó con ganas de volver al próximo.
     

     

     
     
    El día siguiente amaneció con lluvia. Tuve suerte de haber elegido el día anterior para ir al recital y evitar mojarme en la cola de ingreso.
     
    Fui a desayunar y a comprar los pasajes para regresar. Pero, tenía ganas de dar una vuelta y conocer a la ciudad en sí misma, por eso compré los pasajes para la salir a la tardecita.
     
    Partí de la terminal siguiendo las diagonales que caracterizan a esta ciudad de perfecto trazado urbano, hasta arribar a la plaza principal. En esta se concentran los edificios más importantes e históricos como el de la municipalidad y el de la Catedral.
     

     

     
    Luego de tomar un par de fotos con el cielo gris como telón de fondo, entré a conocer la Catedral Metropolitana de La Plata “Inmaculada Concepción” de manera muy silenciosa ya que en ese momento se estaba desarrollando una misa.
     

     

     
    Después de esta visita fui hacia el centro para almorzar y ver el camino más conveniente para llegar al Paseo del Bosque, una de las zonas más atractivas de La Plata con una tupida vegetación.
    Caminé varias cuadras para llegar a esta zona donde se presentan varios puntos interesantes como el Museo de Ciencias Naturales. El paseo que conduce hacia el Museo es muy pintoresco, con varias especies de aves y árboles como decoración.
     
    El Museo de Ciencias Naturales conserva su llamativa y original fachada cuya construcción data del año 1884.
     

     
    Era domingo, pero había varias personas dentro del imponente edificio. A vuelo de pájaro, por que el tiempo apremiaba, pude ver colecciones de mariposas, muestras arqueológicas, una sala dedicada al sistema solar entre otras cosas más.
     

     

     

     
    En el Paseo del Bosque hay otros puntos para conocer como el Jardín Zoológico y el Observatorio Astronómico. Me quedé con ganas de conocer el Observatorio, el sistema solar siempre ha sido una cuestión interesante para mí, pero no había tiempo. Y en cuanto al Zoológico, que decir… lógicamente no entré, no solo por tiempo, sino por una cuestión ideológica, no estoy para nada de acuerdo con ello.
     
    Fue un viaje fugaz pero a mi criterio muy bien aprovechado. Quizás si no fuera por el recital o por algún motivo en especial, nunca hubiese pensado en viajar para conocer a la ciudad de La Plata, pero lo cierto es que tiene varios puntos turísticos interesantes para conocer. Lo recomiendo para pasar un fin de semana o por lo menos una noche…
  15. flormdk
    Entre fuentes y pastas: Roma
     
    Fui rumbo a la sede del poder de la Iglesia católica, a la llamada Ciudad Eterna por su deslumbrante belleza plasmada en espacios naturales y culturales, a una tierra de vestigios arqueológicos, es decir a Roma. Una ciudad con unos tres mil años de historia y con tanto para ver y para hacer que apodos no le faltan.
     
    Visitar Roma creo que es una de las mecas de muchos turistas y claro como no verse tentado a pisar estas tierras cargadas de historia y cultura. Tuve la suerte de poder conocerla hace un tiempo.
    Luego de unas horas de viaje, afortunadamente sin largas demoras llegué a destino. Pisar el suelo de la capital italiana es una oportunidad única para transportarse al pasado y revivir la historia en museos y galerías.
     

     
    Hay mucho para ver y para hacer, creo que la lista de lugares para conocer y paseos es casi infinita. Hubiera necesitado varios meses para conocerla a fondo, pero los viajes son fugaces.
     

     
    A mi particularmente me interesaba conocer la Fontana de Trevi o como dicen los italianos la “Fontana di Trevi”.
     

     
    La había visto en fotos y un poco más en detalle en la película de “Elsa y Fred” una de las mejores películas de la querida China Zorrilla…
    Debo admitir que pasé varias veces por este punto. Es que el primer día que fui había muchísima gente y logré verla de muy lejos, a riesgo de recibir un codazo o un manchón de helado de alguno de los otros turistas que por allí estaban.
     

     
    No conforme con esta primera visita, volví una segunda y también una tercera vez. Esta es la fuente más grande de la ciudad de Roma, tiene más de cuarenta metros de frente y un estilo barroco único e impecable.
     
    Otro apodo que le pondría a Roma sería la “ciudad de las fuentes”, es que en Roma el agua sale por todos lados a los que uno mire, por bocas de peces, de tortugas, de gárgolas.
    En la visita de día aproveché para sacar buenas fotos, en la visita nocturna aproveché para escuchar el sonido del agua (de día es imposible!) Si claro, también tiré una moneda y pedí un deseo…
     
    Es una ciudad hermosa que invita a caminar y caminar. Pero después de pasear tanto es necesario reponer energías. Obviamente que al llegar a Italia, es imposible no sentirse tentado a probar un típico plato de… ¡Pastas caseras! Realmente exquisitas en especial la salsa. Tiene un toque único, no sé cuál será el secreto.
     

     

     
    La ciudad más románticas de todas: Venecia
     
    Estando en Europa es imposible no sentirse tentado a elegir Venecia, a mí por lo menos, siempre me resultó enigmático saber cómo es vivir en una ciudad donde en una de sus partes, no hay autos ni colectivos, en donde para trasladarse hay que ir sí o sí por agua. Es raro, muy raro.
     

     
    Venecia es una ciudad única en donde el transporte sobre ruedas no suele ser moneda corriente. En una de sus partes más antiguas, el transporte se realiza en embarcaciones, las cuales los italianos con su dulce cantar le llaman vaporettos.
    Desde su fundación, la ciudad ha sufrido los efectos de inundaciones periódicas, que en la actualidad siguen repitiéndose.
    Además de los vaporettos que mencioné antes, también existen los taxis llamados traghetti. Estos se diferencian de los vaporettos, son privados y de costo más elevado.
    Pero, la clásica embarcación veneciana, que viene a la mente de todos los que pensamos en la romántica Venecia, es la góndola.
     

     
    Este medio de transporte es utilizado para todo tipo de eventos: bodas, funerales, ceremonias y por supuesto que también por nosotros: los turistas. No me privé del gusto de dar un paseo en góndola y vivir la experiencia. Es más ya lo tenía en mente antes de llegar a destino. Realmente es una experiencia agradable y plancentera, porque a lo novedoso del paseo, se suma la vista a las antiguas y pintorescas viviendas.
    Otro atractivo de esta ciudad son las calles angostas de trazado irregular, muy llamativas para mí que estoy acostumbrada al trazado en damero.
     

     

     
    Lo más curioso es que al meterse en los callejones desconocidos, siempre terminas en algún canal.
     
    Adoré a Venecia desde antes de conocerla y al estar me enamoré aún más. Es un sitio con encanto, ideal para pasear sin rumbo y perderse llegado a un canal, un paseo para los sentidos y para acercase a la cultura. Un lugar para pasear en góndola, admirar paisajes y remontarse al pasado…
     

     
    Adiós a Roma, Adiós a Venecia, mi viaje por el viejo mundo debía continuar pero con los mejores recuerdos y por supuesto la promesa de algún día volver…
  16. flormdk
    Fui a Cuba con un grupo de amigos. Siempre me han gustado los viajes con amigos, son a mi criterio uno de los más entretenidos y lindos para recordar. Uno vuelve cargado de fotos y anécdotas las cuales siempre reviven en cumpleaños y reuniones sociales.
     
    Pero volvamos a la cuestión del viaje... El motivo por el cual fuimos a Cuba era porque a todos nos unía el mismo interés: conocer y vivir unos días en esta isla enigmática.
    Y le llamo enigmática porque aquí el estilo de vida y modo de pensar, es como todos saben muy distinto.
     
    Es una isla en la que recientemente los cubanos pueden salir de su país sin tener que conseguir una “carta de invitación”, algo que para cualquier habitante de otro país resulta bastante llamativo. En los graffitis callejeros se leen frases como “Vivo en un país libre”, definitivamente unas vacaciones no bastan para comprender la realidad de estas tierras.
     

     
    Estar en un país distinto, es una oportunidad ideal para hablar con otras personas y conocer otras culturas. Lo primero que hicimos al llegar a destino fue preguntarle a uno de los primeros cubanos con quién tuvimos oportunidad de hablar, si realmente era verdad que para salir de la Isla solía necesitarse una carta de invitación. Para colmo de asombros, nos responden que siempre se ha podido salir. Un millón de dudas y misterios forman parte de la isla. Es un sitio verdaderamente enigmático, un viaje fugaz no basta para conocerla a fondo, pero sí que vale la pena pasear por aquí aunque uno vuelva con más preguntas que respuestas.
     
    Un viaje en el tiempo: La Habana
     
    Caminar por las calles de La Habana, es una situación bastante difícil de describir, es como estar en un museo a cielo abierto o como dar un viaje en el tiempo, algo simplemente fantástico.
     
    Es posible ver varios coches, todos muy antiguos. Son como las reliquias que los coleccionistas conservan pero allí están en funcionamiento, en perfecto estado y son moneda corriente. Según nos comentó un taxista, algunos de ellos han sido declarados como patrimoniales.
     

     
    Por supuesto que visitamos el clásico de La Habana “La Bodeguita”. En nuestra querida Mar del Plata, tenemos una réplica de este bar, con el mismo estilo, paredes cargadas de frases y firmas y exquisitos mojitos.
     
    Esta bebida es tradicional y típica de Cuba, por lo que no nos privamos de probar uno auténtico hecho por lugareños. Yo creo que algún secreto guardan los cubanos, porque a todos nos pareció mucho más rico que los que solemos tomar en nuestro país.
     

     
    Según Manolo, el barman, fue Hemingway quien hizo que el trago fuera famoso. También me dijo que en La Habana se venden los mojitos más caros de toda Cuba, pero que es posible encontrar aún más caros en Francia, pero eso sí hechos sin ron cubano.
     
    Forma parte de los puntos turísticos e indispensables para conocer de La Habana, el Museo de la Revolución. A decir verdad, el material y las colecciones relacionadas con la historia cubana no eran tanto lo que estaba buscando ver, sino la llamativa construcción del edificio.
     

     
    El detrás de escenas de La Habana también es interesante para descubrir. Me gusta salirme de lo “esencialmente turístico” para mezclarme con la gente del lugar y conocer sus costumbres y modos de vida. Fuera del casco histórico donde se concentran la mayoría de los turistas hay otra vida… habaneros que bailan al ritmo de sus músicas, encantadores viejitos que juegan al domino en la vereda y jóvenes paseando tomando helado.
     

     
    Siguiente parada: Santiago de Cuba
     
    Tras despedirnos de La Habana, nos fuimos a Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia de esta isla de misterios y encantos.
     
    Es una ciudad muy llamativa desde el punto de vista arquitectónico, es como un catálogo de estilos… hay construcciones barrocas, neoclásicas, casas de distintos colores, construcciones coloniales, calles escalonadas que invitan a prestar mucha atención por donde uno camina, pero debo confesar que fue uno de los paseos más divertidos.
     

     

     

     
    Y hablando de arquitectura, creo que todos los premios y aplausos se lo lleva la Catedral, la cual fue construida y reconstruida en varias ocasiones por distintos motivos. Por supuesto que dimos una vuelta para conocerla.
     

     
    Finalmente un descanso en Trinidad
     
    Después de tantos días de idas y venidas y de largas caminatas, merecíamos un descanso.
     

     
    Por eso, planificamos pasar los últimos días de nuestro viaje en Cuba en Trinidad. Otra ciudad caracterizada por gente calida que vive sin apuros y sin prejuicios. Me llamó profundamente la atención que la gente vive con las puertas y las ventanas abiertas, como si el tiempo no hubiera pasado y los robos por aquí no existieran.
    Las playas de arenas finas y sus aguas transparentes nos brindaron un descanso reparador y claro… ganas de quedarnos a vivir aquí.
     

     
    Pero como en todo viaje, llega el momento de regresar, cargados de “buena onda” y con muy buenos recuerdos.
     

     
    Por último algunos detalles… Si van a visitar Cuba, hay algunas palabras que tendrán que recordar… Hacer dedo para los cubanos es “hacer botella”, “empignarse” es enojarse, “ser candela” es ser pícaro” y “follón” es borrachera. Es interesante aprender sus palabras, por lo menos para mí y para mis amigos fue algo divertido.
    Por otra parte,no les recomiendo viajar en auto, las rutas no están en el mejor estado, pero no se asusten moverse en taxi es una buena opción; quienes manejan son sumamente amables y son buenos guías, siempre te dan explicaciones y sugerencias. Como dije anteriormente, la amabilidad los caracteriza.
     

  17. flormdk
    Piedras preciosas, termas y playa… ¿Se preguntarán el por qué del título? La respuesta es mi viaje.
    Salí con la idea de hacer varias escalas o mejor dicho paradas. Es que cuando tengo tiempo me gusta armar viajes con varios puntos para conocer. Esta vez el viaje empieza en Entre Ríos, sigue por Misiones y termina en una playa en Brasil…
     
    Las Termas de San José
     
    No soy muy adepta del termalismo, pero estaba en la ciudad de Colón rodeada de centros termales y me sentí tentada de ir por lo menos a uno.
     
    En Colón hay un centro termal, pero en el momento en que fui yo estaba siendo remodelado. Entonces, aprovechando una tarde calurosa, llamé a un taxi y pedí que me llevaran a San José.
    San José es un pueblo, bastante antiguo y no muy turístico, su encanto esta dado por sus termas y claro también por la tranquilidad del lugar.
    Llegué y luego de dejar rápidamente las cosas me fui a pasear por las distintas piletas… Hay varias, de diferente tamaño y temperatura. La recomendación que se da es no estar mucho tiempo adentro, dado que el calor del agua puede hacer mal. Así que pase mi tarde de pileta en pileta y sin darme cuenta anocheció.
     

     

     

     
    El taxista ya me había comentado que ellos no solían trabajar hasta muy tarde, debo admitir que una sensación de preocupación me invadió. Yo estaba parando en Colón, una ciudad vecina pero no tenía movilidad propia. Pero afortunadamente conseguí un taxi que me llevó de regreso a Colón, pasé una última noche aquí y a la mañana siguiente armé todo para seguir viaje.
     
    Próxima parada: piedras preciosas
     
    Me despedí de la provincia de Entre Ríos para ir rumbo a Misiones. Ya conocía las Cataratas del Iguazú pero estando aquí no podía privarme de verlas nuevamente. Es un paisaje tan sorprendente, tan único…
    Pero, voy a contarles más en detalle la otra excursión que hice (que en el viaje anterior no había podido hacer) la de las Minas de Wanda. Excursión que recomiendo que hagan ya que se van a sorprender.
    Para llegar a este sitio, tuvimos que tomar la Ruta Nacional 12. Luego de unos pocos minutos de recorrido, un simpático guía nos recibió para acompañarnos a realizar el paseo para conocer las fantásticas piedras.
     

     
    El paseo fue sumamente interesante, nos iba dando detalles sobre los orígenes y conformación química de las piedras, recordándome las clases de geomorfología de la facultad.
     

     
    Según nos comentó el guía, las Minas fueron descubiertas en el año 1976. Un dato curioso y llamativo que recuerdo es que el basamento donde se encuentra apoyada la provincia de Misiones se conformó hace muchos años en la era terciaria, es decir, unos cincuenta millones de años atrás, una cifra geológica que cuesta entender. Fue gracias al accionar de la lava y los posteriores enfriamientos que se formaron estas llamativas piedras preciosas.
     

     
    Avanzábamos por el lugar, sorprendiéndonos por los colores y por las formas de las piedras semipreciosas, algunas con forma de prismas, otras hexagonales, otras de formas más irregulares, todas muy distintas.
    Las piedras que más predominan en las Minas de Wanda son las amatistas, las de color violeta, pero hay de todo, es posible encontrar ágatas, cristales de roca, jaspes y otras variedades más.
     

     
    Luego de ver este hermoso catálogo, la propuesta fue conocer la sala de exposición. Aquí se venden gemas y joyas. Por supuesto, que aprovechamos para comprar algunos souvenires y adornos. Además, dicen que las piedras atraen la buena energía y yo creo que es cierto.
     

     
    Sorprendida por la singular belleza de este lugar y con algunos regalitos volví hacia Iguazú para acomodar la valija e ir a la próxima parada...
     
    Descanso en Florianópolis
     
    Después de unas cuantas ideas y venidas, excursiones, más idas y venidas, recambio de hoteles, horarios, etc, llegó el momento en que el espíritu del viaje cambió de aventura a descanso…
    Un lugar para descansar sin lugar a dudas, son las playas. Conozco casi todas las playas de mi país, las que están cerca, las que están no tan cerca e inclusive las del sur las cual son sumamente distintas.
    Luego de analizar mapas y alternativas, el punto a donde ir fue Florianópolis, una ciudad de Brasil, bastante cercana a mi país, Argentina.
     

     
    Florianópolis es sinónimo de playa, según leí hay apróximadamente unas cien playas en esta ciudad. Fui a unas cuantas, pero obviamente no pude conocer todas.
    Me tocaron días muy lindos, por suerte ningún día de lluvia. Aún recuerdo el intenso calor, las caminatas por la orilla del agua y por supuesto, los chapuzones en las cristalinas aguas.
     

     
    Las tardes las pasé en la playa, con la compañía de algún refresco, charlas y paseos alternados con descanso y juegos de cartas.
     

     
    Pero me resulta imposible quedarme quieta y descansar, aprovechaba la nochecita para salir a pasear por la ciudad.
     

     
    Una de las cosas que más me llamó la atención de Florianópolis fue la gran cantidad de graffitis y murales pintados.
     

     
    Aproveché también para probar los platos típicos, ya que viajar es una oportunidad para conocer la cultura y tradiciones de un lugar. Pero debo admitir que lo que más me gustó de Brasil fue la variedad de frutas que se sirven en los desayunos, muy refrescantes!
  18. flormdk
    Vivo en una ciudad costera, Mar del Plata y sumada a la ventaja de poder disfrutar del mar siempre, tengo la posibilidad de visitar varios pueblos y localidades costeras. Hay muchos lugares interesantes para recorrer, para ir un fin de semana o simplemente pasar una tarde distinta. Siempre que puedo me escapo y doy una vuelta. Aquí van algunas de mis historias costeras…
     
    Picnic y energía en Miramar
     
    Uno de los lugares a los que voy de vez en cuando es a la ciudad de Miramar. Está a muy pocos kilómetros de mi querida Mar del Plata, por lo que se convierte en una opción ideal para viajes rápidos.
    Aquí paso momentos muy lindos, como por ejemplo, un sábado primaveral con un sol radiante me sugirió la idea de ir de pic-nic… Después de un breve tiempo en la ruta con música y mates llegué a destino. Fui directamente hacia el Bosque Energético, lugar óptimo para un almuerzo al aire libre, donde se respira aire puro y sobre todo tranquilidad.
     

     

     
    Luego de almorzar, recuerdo que me puse a jugar con las ramitas para comprobar si verdaderamente quedaban en equilibrio como suelen decir. Después de varios intentos logré que algunas quedaran unidas y se mantuviesen así por algunos instantes. Fue muy divertido.
     

     

     
    Antes de emprender el regreso, aproveché lo que restaba de la tarde para ir al centro lugar donde hay una gran cantidad de locales comerciales y gastronómicos. Por supuesto, también disfruté de mirar el mar y dí una vuelta por la playa antes de despedirme.
     
    Tarde en Mar de Las Pampas
     

     
    Me había ido un fin de semana a Villa Gesell para cambiar de aire y salir de la rutina. El último día, recuerdo que deje el hotel temprano y me fui a pasear a la vecina localidad de Mar de Las Pampas.
     

     
    Ya conocía este hermoso pueblo al cual describiría como una alucinante combinación de bosque y playa, pero quería volver a visitarlo. Afortunadamente, el día estaba soleado e invitaba a disfrutar de la playa. Fui a caminar por la orilla apreciando la tranquilidad del día diáfano y la escasa cantidad de gente. Eran los primeros días de diciembre y como todavía no había empezando las vacaciones, había muy poca gente, es decir, estaba ideal para caminar por la orilla.
     

     
    El centro de Mar de Las Pampas, tiene también un estilo particular, los locales son de madera y piedra. Todos con el mismo diseño aparentando una perfecta armonía con la naturaleza..
     

     

     
    Me senté en un café, después de hacer unas compras y disfruté de una rica merienda.
    Todas las veces que pasé por Mar de Las Pampas, fue de pasada. Pero quizás algún día pasé algún “finde completo”…
     
    Paseo por Cariló
     

     
    Cariló es un sitio donde la mano del hombre y la naturaleza conviven armónicamente. Un relieve irregular que recuerda la presencia de dunas y una frondosa vegetación me dio la bienvenida.
     

     
    Es un lugar muy agradable, con algunas casas, por lo general de colores pasteles, rodeadas de árboles. El aire puro y el perfume de los pinos, aromos y acacias son otros de los recuerdos que tengo de este lugar. Dicen que los aromas y los perfumes, son lo que más se recuerda y yo creo que esto es cierto.
    El centro comercial también tiene su encanto, unas maravillosas construcciones conforman negocios. Predominan el color blanco y la madera. Hay varias escalinatas que ayudan a desplazarse por el terreno de suaves ondulaciones.
     

     

     
    Ya entrado el atardecer y antes de emprender el regreso decidí ir hacia la playa, la cual no estaba muy poblada por no ser temporada alta. Me gusta pasear en temporada baja, cuando hay menos gente y más tranquilidad.
    Llegada la nochecita, volví a Pinamar, una vecina localidad donde me estaba hospedando.
     
    Domingo en Santa Clara
     
    Los domingos son una oportunidad ideal para pasear, especialmente en primavera y en verano.
    Santa Clara, está muy cerca de Mar del Plata, aproximadamente a unos 20 o 30 minutos en auto. Además, el viaje es muy pintoresco con la vista del mar.
    Uno de los motivos por el cual elijo de vez en cuando pasar una tarde aquí, es porque es un lugar muy tranquilo, donde la gente suele ir a tomar mate y descansar.
    Otra de las cosas que me gusta de Santa Clara, es que no está permitido estacionar sobre la la línea de costa. Esta misma normativa está presente en Mar Chiquita, una localidad vecina. Me parece muy bueno, ya que el paisaje no queda tapado por los autos.
     

     

     
    Le saqué una foto más a un monumento que hay en la costa, de una sirena, realmente es muy lindo y a mi siempre me llamó la atención.
     

     
    Volví al auto con ganas de dar más vueltas, entonces pasé por el barrio de Camet Norte. Es un pintoresco barrio muy llamativo por sus casas multicolores. Las hay llamativas, ejemplo de color verde manzana y amarillas, hay algunas un poco más discretas. Pero queda muy lindo el paisaje que conforman. Es curioso ver también la disposición que tienen, pienso que están puestas de manera “desordenada” para que todas puedan disfrutar de la vista al mar.
    Di una última vuelta por el centro de Santa Clara, es un lugar tranquilo también, pero hay varios locales y también confiterías donde siempre aprovecho para tomar algo.
  19. flormdk
    Era vacaciones de invierno y tenía ganas de salir de mi ciudad, pero no tenía ganas de estar mucho tiempo en la ruta. Por lo que decidí pasar unos días en la Ciudad de Buenos Aires.
     
    Una de las primeras cosas que hice al llegar fue visitar una casa que se dedica a la venta de puzles. Adoro armar rompecabezas, sobre todos los días de lluvia. Estando allí, no podía perder la oportunidad de visitar este local, para conseguir algún nuevo puzle para mi colección.
     
    Por supuesto que aproveché a recorrer todos los barrios turísticos de Buenos Aires. Como viajé en colectivo, opté por comprar los tickets del bus turístico. Y recomiendo que lo hagan, ya que es posible subirse y bajarse en cuantas paradas uno lo desee y así poder conocer de manera cómoda y rápida los principales puntos de la ciudad.
    Recorrí los tradicionales barrios y postales que uno no puede dejar de ver… como la colorida calle de Caminito, el barrio histórico de San Telmo, la pintoresca zona de Recoleta, la calle Florida con sus imponentes galerías, el centro de la ciudad con sus renombradas construcciones como la Catedral y el Cabildo y la lista sigue… Pero son anécdotas e historias que prefiero contarles en otro relato.
     

     

     

     
    Por supuesto que no me privé de sacar la tradicional foto...La del Obelisco.
     

     
    En esta oportunidad les voy a “hablar” de mi paseo por Tigre y por Tecnópolis…
     
    Una tarde en tecnópolis
     
    Esto fue en el año 2011, recién cuando se abría el predio de Tecnópolis. Más allá de no estar de acuerdo con algunas ideologías políticas, como dice el tradicional dicho de política y religión mejor no hablar, hay cosas bastante interesantes para ver.
    Al llegar allí, me llamó la atención las dimensiones del lugar y sumado a ello, que aún se estaban haciendo más y más atracciones. Lo primero que visité fue el sector donde se encuentran los antiguos autos, trenes, avionetas y aviones.
     

     

     

     
    La cuestión de la historia del transporte es algo que siempre me ha interesado. Es posible subir a los mismos para conocerlos por dentro. Los trenes son totalmente diferentes a los actuales. Eran de madera, tenían un estilo más pintoresco, eran completamente diferentes.
    Otro sector bastante divertido, es uno donde había juegos, como por ejemplo un metegol, un juego con instrumentos musicales y muchas más atracciones, especial para los más chicos.
     

     
    Por supuesto, que es imposible recorrer y ver todo. Para entrar a ver algunas cosas, tenes que hacer cola. Y el problema es que si bien fui cuando terminaron las vacaciones de invierno, estaba lleno de maestras que llevaban a sus grupos de alumnos a recorrer el lugar. (No fue el mejor momento para visitar este lugar, pero de todas formas la pasé muy bien)
     

     
    Otra de las zonas de Tecnópolis a las que se podía entrar sin tener que esperar, era a un galpón que decía “Orgullo Nacional”… No me gustó, era netamente campaña política. Así que mejor obviemos esta parte...
     

     
    Una cosa que sí es muy interesante, es poder ver como los científicos trabajar. Se los puede ver como diseñan robots.
    Estuve bastante rato recorriendo el gran predio, claro que no pude ver todo, pero fue una linda tarde.
    Lo otro que había prometido contarles, era mi paso Por Tigre…
     
    Conociendo Tigre
     
    Quería visitar la zona del Tigre desde hacía bastante tiempo. Estando en la Ciudad de Buenos Aires, no podía desaprovechar la oportunidad de ir. Entonces, lo primero que hice fue ir hacia San Isidro.
     
    Luego de conocer esta ciudad, cómo quien dice “a vuelo de pájaro”, subí a bordo del turístico tren y al cabo de unos minutos ya estaba en Tigre.
     
    El Tigre es un lugar, a mi criterio, especial por estar enmarcada por el Delta que le confiere una belleza única… y no sólo eso, sino también un estilo de construcciones ribereñas, atípicas desde mi punto de vista. Desde la costanera pueden apreciarse estas construcciones elevadas, las cuales responden al diseño del paisaje y marco natural.
     
    La costa es un lugar que invita a caminar sin prisas. Era invierno, pero el sol armonizaba la tarde e invitaba a recorrer y también a dar un paseo sobre el espejo de agua.
     

     

     
    Como el día estaba muy agradable para estar al aire libre, seguí caminando por la costa hasta llegar al Museo de Arte Moderno. La localidad del Tigre tiene varios museos, pero sin lugar a dudas el más llamativo, en cuanto a su estilo arquitectónico es este que les acabo de nombrar.
     

     

     
    En el Museo de Arte del Tigre hay varias colecciones, entre ellas, la muestra de Milo Lockett, uno de mis artistas preferidos por su especial estilo, el cual considero muy divertido.
     
    Regresé bordeando la costanera hacia la parte céntrica de Tigre y luego de tomar algo en una cafetería tome un colectivo para ir hacia el Shopping Dot. Ya les he comentado que soy una viajera incansable..
    Pese a estar bastante distante, seguía con ganas de pasear y de disfrutar de los cines. Fue un día con muchas vueltas, bastante intenso, pero muy divertido e interesante…
     

  20. flormdk
    Una de las mejores épocas para viajar en Tandil, es en la primavera, cuando empiezan los días más lindos, más cálidos y a su vez no hace demasiado calor. Sin lugar a dudas, la época en la que este sitio recibe la mayor cantidad de turistas es durante Semana Santa, es un destino de turismo religioso por excelencia. A pesar de ello nunca me llamó la atención viajar a esta ciudad durante esta época del año, pero si suelo visitarla durante los meses cálidos.
     

     
    Cada tanto me gusta salir de mi ciudad e ir a algún punto cercano para pasar la tarde o un fin de semana. Afortunadamente, cerca de Mar del Plata (ciudad en la que vivo) hay varias ciudades y pueblos para recorrer.
     
    Se preguntarán por qué titule al relato con el nombre de “Un viaje diferente por Tandil”. La distinción se debe a que este viaje no fue solamente para pasear…
     
    En esta oportunidad, fui a Tandil, con la intención de participar de la primera Exposición de Tecnología de Tandil, TandilTec. Una exposición relacionada con productos e innovaciones tecnológicas. Siempre me ha llamado la atención el mundo de la tecnología, la idea de recorrer caminos nuevos y de crear nuevas cosas.
    Viajé entonces, para presentar uno de mis emprendimientos: El Localizador PET. Seguramente se estarán preguntando de qué se trata, es una identificación para mascotas con muchas más ventajas que las identificaciones comunes. Afortunadamente me habían asignado un stand de manera gratuita, fue una gran ayuda, además de una gran experiencia.
     

     
    Pero volvamos a la cuestión del viaje… A pesar de que el motivo no era recreativo, aprovechaba la nochecita, cuando terminaba mis actividades en la exposición, para despejarme y recorrer un poco el centro de la ciudad y por supuesto cenar algo rico.
    De todas maneras, siempre combino la diversión y el descanso con mis otras actividades, aprovecho a escribir, a sacar fotos, a buscar material para leer, a presentar mis productos, etc.
     
    Pero para conocer más y aprovechar el buen tiempo que me acompañaba, decidí quedarme también el fin de semana para poder pasear por las sierras.
     
    Para no perder ningún punto de vista y hacer los recorridos más conocidos, conseguí un folleto en donde se encontraban detallados todos los puntos turísticos de Tandil e inclusive con la diagramación de circuitos. Debo admitir que me encanta coleccionar folletos, a mi entender son el mejor souvenir que uno puede llevarse de un lugar al que visitó, junto con las fotos por supuesto.
     
    Qué decir de la ciudad en sí…Tandil es una ciudad, con aire de pueblo, es un punto ideal para pasear, se destaca por todos la cercanía que tienen los sitios de interés. Además es divertido manejar en esta zona de caprichoso relieve. Por momentos sentía que estaba en una pista de un videojuego. Sumado a ello, la ciudad es muy pintoresca. Entre cada punto turístico puede disfrutarse de vistas únicas.
     

     
    Visité los monumentos en honor a los famosos personajes de Miguel de Cervantes “Don Quijote” y “Sancho Panza” con los que me saqué algunas fotos.
     

     

     
    También hice un alto en el “Castillo Morisco”, una estructura muy bonita emplazada en un marco de gran verdor, el famoso Parque Independencia. Este sitio es muy concurrido durante los fines de semana por los lugareños y claro que también por los turistas y visitantes.
     

    Uno de los principales puntos turísticos y emblemas de Tandil son las sierras, el paseo por ellas incluye el Cerro La Movediza, famoso ahora por encontrarse una réplica exactamente igual a la antigua roca, en la misma posición… igual que antes, casi a punto de caerse. Por supuesto que no me privé de sacarle una fotografía.
     

    Otro cerro en el que hice un alto para respirar aire puro y hacer una caminata fue el Cerro El Centinela. Preferí hacer el ascenso a pie para disfrutar más del ambiente serrano en lugar de hacerlo en aerosilla. No era muy exigido el recorrido y además el tiempo invitaba a recorrer y caminar.
     

     

    Pese a que, como dije anteriormente, no soy muy aficionada al turismo religioso, si fui a la meca y punto de concentración de los días de Semana Santa: el Monte Calvario. Un dato de color, es que el Monte Calvario de Tandil, es el tercero en importancia a nivel mundial y que fue inaugurado en el año 1943.
    Las escalinatas invitan a ejercitarse un poco, según los datos del folleto, están conformadas por 195 peldaños. Pero no es cuestión de asustarse, entre el aroma de los eucaliptos, pinos, olivos, el buen tiempo y las distintas esculturas que ilustran el recorrido del Vía Crucis, uno no se entera que está subiendo tantos escalones.
     

     

     
    Es un punto realmente espectacular que justifica adecuadamente la fama de la ciudad como lugar para celebrar los días de Pascuas. En estas fechas más de 50000 turistas arriban a la ciudad para sumarse a los festejos y celebraciones.
    Luego de visitar el Monte Calvario, y ya sin ganas de elegir un restaurante fui a hacia la zona del dique para disfrutar de un pic-nic en compañía del agradable día soleado sin ninguna nube y de temperatura sumamente agradable.
     

     
    Tandil es una perfecta mezcla de ciudad con aire de pueblo. Es una suma de monumentos, locales comerciales, naturaleza, aire puro y tranquilidad es por ello que de vez en cuando vuelvo a elegir este lugar para pasar unos días, en especial algún fin de semana primaveral. Recomiendo que si tienen la oportunidad, planifiquen un fin de semana en esta ciudad…
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    Hoy les voy a contar mi viaje a la provincia de Misiones. Fui a esta hermosa provincia del litoral de mi querida Argentina hace unos años, cuando estaba estudiando la carrera de Turismo. Era, como podrán imaginar, un viaje de estudios, para ir a un Congreso de estudiantes. El evento tenía lugar en la capital de la provincia, Posadas. Pero además de conocer la capital e ir a algunas de las charlas, aprovechamos para conocer una de las Siete Maravillas: Las Cataratas del Iguazú.
     

     
    Luego de unas cuentas horas de viaje, llegamos a Iguazú. A pesar de todo, “se pasó volando”, tomando mates, jugando a las cartas, escuchando música y charlando. (El motivo por el cual fuimos primero a esta ciudad fue para poder visitar las Cataratas)
     

     
    El primer día, recuerdo que fuimos en grupo a conocer el “Hito de las Tres Fronteras”. Es un punto geográfico que se encuentra en el cruce de las fronteras de Argentina, Brasil y Paraguay. Este sitio es muy visitado por turistas que buscan sacarse una foto con los escudos y banderas de los tres países que nombré. Pero, no solo el Monolito que indica las fronteras se lleva todas las fotos y aplausos, el paisaje también tiene su encanto. Desde aquí se puede ver las aguas de los ríos Iguazú y Paraná. Las del Iguazú se distinguen por su tonalidad entre rojiza y marrón.
     
    Al día siguiente, fuimos a conocer el Parque Nacional Iguazú. Si mal no lo recuerdo, era mes de junio y hacía un calor impresionante que invitaba a estar de remera y tomar mucha agua.
     

     
    Al llegar al punto principal de nuestro viaje, quienes nos dieron la bienvenida fueron unos simpáticos coatíes, enseguida tomaron confianza y aprovecharon la visita para pedirnos comida. Siempre me encantaron los animales, así que estuve en compañía de ellos un rato y les saqué algunas fotos…
     

     
    La gran mayoría del grupo optó por hacer el paseo en lancha, yo no estaba muy entusiasmada con esta idea (debo confensar que me daba un poco de miedo), al igual que mis amigos más cercanos, así que decidimos caminar un rato por el Parque. En ese momento, las Cataratas no tenían el sello distintivo de Maravilla Natural, creo que por este motivo no había mucha cantidad de gente. Prácticamente estábamos solos junto con nuestras cámaras de fotos y rodeados de la imponente naturaleza
     

     
    Caminar por este espacio natural, es realmente sorprendente. Es difícil describirlo en palabras. Pero es una oportunidad para sentir los intensos aromas de las plantas y flores, escuchar los sonidos de las aves… podría definirlo como un “recreo para los sentidos”. La postal es única, con el verdor de las plantas y la tierra teñida de coloración rojiza como consecuencia de la presencia de hierro.
     

     
    Luego de la caminata, nos volvimos a unir al grupo y a un guía del Parque, para dar un paseo en el Tren Ecológico de la Selva, o simplemente Tren de las Cataratas. Lleva el nombre de ecológico porque, según nos comentó el guía, para no provocar impactos negativos en el medio ambiente, es impulsado a gas. Otro dato curioso que nos comentó, es que fue el primero de Argentina en contar con este tipo de propulsión. Además tiene la ventaja de que no hace mucho ruido, por lo que no perjudica a los animales del lugar. El sonido de los helicópteros que sobrevuelan el lugar para hacer la excursión a Foz de Iguazú (lado de Brasil) si afecta a las aves. Pero de todas formas, tuvimos suerte y pudimos ver unas cuantas, entre ellas un tucán.
     

     

     
    Lo que más recuerdo de este día de paseo en la naturaleza, es la Garganta del Diablo. Es el punto donde culmina el recorrido del río Iguazú en una unión de saltos, conformando una potente y única caída de agua. Para resumir… es un punto, o mejor dicho postal, donde se pueden sentir varias sensaciones: el sonido del agua, la humedad que produce el vapor de agua (te empapas sin darte cuenta, afortunadamente tenía una campera impermeable, de todos modos, al estar aquí ni te das cuenta que te estás mojando), los arcoíris que se dibujan en el cielo por la bruma del agua y los rayos del sol, se puede ver la combinación del verdor de la vegetación y las aguas, es un lugar único… Lamentablemente, es un punto muy elegido por suicidas, pero mejor, olvidemos esta cuestión.
     

     
    Terminó el recorrido y llegó el momento de regresar al hotel en compañía de un magnífico atardecer, para partir hacia Posadas para ir a las charlas y por supuesto, seguir paseando. Creo, que las Cataratas son realmente una Maravilla que todos los argentinos y también los extranjeros, por qué no, deben conocer. Yo tengo pensado hacer una escapada para visitar nuevamente este lugar y conocer los cambios que se han producido con la nueva nominación de “Maravilla Natural”, además de lógicamente volver a deleitarme con el hermoso sitio. También está la propuesta de hacer la excursión de noche, con luna llena… Las excursiones nocturnas siempre me han llamado la atención, así que ni bien tenga oportunidad de ir, sacaré fotos y les contaré…
     

     
    Antes de despedirme, si me permiten, les dejo algunos consejitos para que tengan en cuenta a la hora de ir al Parque: lleven bastante agua ya que luego de las caminatas se hace muy necesaria, es indispensable un calzado bien cómodo, pero desaconsejo las ojotas, para este tipo de lugares lo mejor son las zapatillas. No vallan a olvidarse del repelente y por supuesto del protector sol. Y una última cosa… la cámara de fotos con varias baterías o pilas!!
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    Una de mis grandes metas o mejor dicho mi sueño, es conocer todo mi país, la Argentina.
    Me gusta viajar y conocer los lugares turísticos, pero también disfruto de estar en aquellos lugares que parecen olvidados de los mapas. Debo confesar que tengo un mapa en el cual voy coloreando con fibras los lugares que voy conociendo.
    Cada vez que tengo la oportunidad de viajar, armo la valija y salgo. Esta vez, el motivo que me llevó a viajar, fue un golpe de suerte, de mucha suerte. Nunca había ganado nada, hasta que me gané un viaje para dos personas a la ciudad más antigua de todas o también conocida como “Madre de Ciudades”, es decir, Santiago del Estero. El premio era completo… set de viaje, estadía, pasajes en avión de ida y vuelta y un city tour.
    Para la gran mayoría de los viajes, al lugar donde hay que ir primero, es a la capital federal. Contraté un servicio que me llevó directamente hacia Aeroparque, aunque con bastantes horas de anticipación, pero era lo más cómodo.
    Llegué al aeropuerto, temprano. Era eso de las siete de la mañana aproximadamente.
    Saliendo para Santiago del Estero desde "Baires".
    Tenía pasajes para salir a las dos de la tarde, pero fui con ánimos de paseo y gracias a ello se me pasó realmente muy rápido. Lo primero que hice fue guardar mi equipaje para poder pasear tranquila. Después de desayunar fui a dar una vuelta para conocer los distintos negocios. Entré a la librería y me compré un libro de bolsillo que me acompañó gran parte del viaje. No sé cómo, pero el tiempo se voló y llegó el momento de hacer el famoso check in.
    La experiencia de vuelo fue divertida, a decir verdad era la primera vez que viajaba en avión, por lo que un viaje corto me vino muy bien. Iba mirando por la ventana disfrutando del paisaje en la altura, viendo los cursos de agua, contemplando el verdor de los campos e imaginando figuras con las caprichosas formas de las nubes.

    Luego de unos minutos, para ser exactos, tres cuartos de hora, pisé tierra firme en el tranquilo aeropuerto de la Ciudad de Santiago del Estero donde me esperaban para trasladarme al hotel. Me deshice rápidamente de los abrigos, pese a que era invierno, allí no lo parecía. El cálido aire invitaba a estar de remera, como en una tarde de verano.
    No tardé mucho en prepararme para salir a dar una vuelta por la ciudad. Para sintetizar, podría decir que es una curiosa mezcla de construcciones antiguas, muy antiguas, con estructuras en desarrollo y sitios nuevos. Las edificaciones antiguas como la Catedral dan cuenta del paso del tiempo por esta tierra y dan fe del apodo que lleva el lugar.



    Aproveché a hacer el city tour por la ciudad y también por sus alrededores. Siempre me ha resultado interesante disfrutar de estos paseos, ya que vienen acompañados de explicaciones. Visitamos el parque y también un sitio muy típico, un patio santiagueño donde se escucha folclore y se comen comidas típicas.


    Entramos al Museo del Bicentenario, un espacio muy moderno que reúne varias colecciones históricas, arqueológicas y mucho más. Un sitio que recomiendo visitar.

    Cuando viajo, me gusta aprovechar el tiempo y conocer lo más posible, soy una viajera incansable siempre con ansías de conocer más y sacar fotos. Después del city tour tomé un colectivo con destino a la Ciudad de Termas de Río Hondo. Fui con ganas de caminar y conocer ya que descansar en las termas no me parecía muy atractivo, no es mi estilo. Al llegar a la terminal de Termas, lo primero que hice fue visitar la oficina de información turística para buscar folletos. Con el plano en mano y una botella de agua bien fresca (aquí también seguía haciendo mucho calor), empecé a caminar acompañada por el buen tiempo.
    Es una ciudad nueva, muy diferente a la Capital. Tiene bastantes locales de ventas de artesanías, cafeterías y bares. También tiene una plazoleta muy bonita decorada con luces, frente a la cual me senté a tomar un rico café para descansar los pies. Fue un atardecer muy lindo, ya que no refrescó, parece que el invierno no tiene lugar en estas tierras del país.
    Después de haber cenado, tomé un colectivo para regresar a Santiago del Estero, para volver a descansar al hotel. Prometo en otro post, dar más detalles sobre esta ciudad tan linda que recomiendo que conozcan.

    Como comenté anteriormente, me gusta aprovechar los viajes para conocer la mayor cantidad de lugares posibles, aunque eso implique algunas horas en ruta y volver más cansada de lo normal. Por ello, al día siguiente, me levanté temprano y luego de desayunar me tomé un colectivo con destino a San Miguel de Tucumán. Es una ciudad con mucho movimiento, con gente que va y viene, con colectivos llenos y autos que poblaban las calles. Sabía que allí la alta densidad de población es una característica, pero realmente no me lo imaginaba tan así. Es más, puedo asegurar que en el centro de la ciudad hay más movimiento que en el centro de mi ciudad, es decir, Mar del Plata.
    Mural dentro de la Casita de Tucumán
    Por supuesto, conocí la Casita Histórica de la Independencia y pasee largas horas, pero prefiero contar esta parte del viaje en otro relato, para poder dedicarle más atención.
    El tiempo pasó y como de costumbre bien de prisa, (pareciera que al viajar pasa aún más rápido) Llegó la hora de acomodar el equipaje y prepararse para tomar de nuevo el avión para volver a la rutina cotidiana de la cual no podemos escapar por mucho tiempo.
    Podría decir que fue un viaje muy interesante. Sin planearlo y casi sin pensarlo llegué a la ciudad más antigua del país, conocí la ciudad de Termas de Río Hondo y San Miguel de Tucumán. Conocí varios lugares en muy poco tiempo y muchos otros me quedaron por conocer. Prometo en algún momento volver para terminar de colorear mi mapa…




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    Soy de esas viajeras inquietas que quieren conocer todo lo más posible… Si me preguntaran qué lugar quisiera conocer la lista podría ser infinita, cada vez que veo fotos o vídeos voy agregando nuevos lugares a mi lista de próximos viajes… Pero había un lugar en particular, al que hacía mucho tiempo que quería ir… Brujas… No me pregunten por qué, pero una vez cuando era chica, vi en una revista una publicación sobre este lugar con fotos maravillosas, un lugar de cuentos.. Desde ese entonces es que siempre quise conocer este lugar.
    Y mi sueño se cumplió en mi viaje de luna de miel… Salimos desde Argentina con rumbo a Madrid, conocimos otros destinos en el medio como el país Vasco, Touluose, Carcasona y París para terminar en nada más y nada menos que en Brujas.
    Muchos viajeros conocen este lugar en una tarde mediante excursión, como unos argentinos colegas que cruzamos de casualidad en un café. Es muy común que la gente visite este sitio desde París o desde Amsterdam.
    Como hacía tanto tiempo que quería conocer este lugar decidí dedicarle tres noches, podrá parecer un montón, pero aproveché uno de los días para conocer Gante…
    Qué decir de este lugar… Brujas es realmente un cuento de hadas… Aunque la ciudad nos recibió con lluvia no dudamos en salir a pasear para conocer en primer lugar la plaza principal donde se encuentra la famosa Torre Belfort, recorrer las calles, perderse en esas laberínticas calles es todo un sueño.

    El día siguiente amanecía sin lluvia, decidimos recorrer nuevamente el centro y también aprovechar a conocer otras calles. Toda la ciudad mantiene una misma fisonomía y arquitectura. Caminos hacia la terminal para tomar un tren con destino a Gante.
    Los trenes son una excelente alternativa en Europa, especialmente para moverse entre ciudades, en este caso la distancia era muy corta, pero también lo recomiendo para viajes más largos..
    En cuanto a Gante, tiene una plaza principal muy bonita. Justo era una tarde de domingo, así que por allí podían verse lugareños que se entremezclaban con turistas, gente tocando instrumentos animando la tarde y muchos bares donde la gente tomaba algo y aprovechaba a charlar.
    Al día siguiente lo pasamos en Brujas, aprovechamos para subir a la Torre. Recomiendo que vayan por la mañana, es el momento en el que hay menos gente. Otro consejo es ir con pocas cosas tratando de evitar las mochilas y bolsos grandes, las escaleras son sumamente angostas, pero vale la pena subir cada uno de esos escalones para tener la mejor vista de Brujas.

    Si de paseos lindos se trata, algo muy especial fue dar un paseo en los botecitos por los canales, pasando por debajo de los puentes mientras escuchabamos algunas anécdotas y detalles de la ciudad.
    Una curiosidad del lugar es que a las 18:00 de la tarde cierra absolutamente todo, inclusive los supermercados y como arte de magia toda la gente desaparece. No sé si en verano será igual, pero en estos días de invierno fue así… a pesar de ello aprovechamos para dar un paseo nocturno y ver los molinos los cuales se encuentran muy cerca de la ciudad. Es una sensación muy extraña caminar en medio del silencio sin gente, sin autos, pero es un lugar muy seguro y tranquilo donde viven menos de 20 mil personas.
    Una de las sugerencias que nos dieron en el departamento que alquilamos fue ver la película “En Brujas” estando en Brujas. La verdad que fue una experiencia muy linda, veíamos la película y aparecían los sitios en donde habíamos estado hace instantes.
    Siguiendo con las cosas imperdibles del lugar, recomiendo que prueben los waffles, nunca antes había probado uno, pero estando allí no pude evitar hacerlo, vienen con crema, con frutillas, con chocolate y muchas opciones más.
    También hay varias chocolaterías, los productos muy ricos pero no es una cuestión destacabale, los waflles sí.
    Lo típico de Brujas y otros destinos de Bélgica son los chocolates, la cerveza y los waffles. Probé las tres cosas. Si bien el tiempo no acompañaba para tomar cerveza ya que hacía bastante frío, no pude evitar la tentación de tomar una cerveza… hay mucha variedad, cerveza de muchos gustos distintos, elegí una muy particular: la de chocolate. Muy rica, pero un tanto empalagosa, quizás mi combinación no fue la mejor ya que la probé mientras comía una rica pizza y la terminé de tomar mientras probaba chocolates del lugar.
    Fueron tres días, a pesar de varias opiniones de otros viajeros y amigos quienes decían que era mucho tiempo, para mi estuvieron muy bien. Me quedo pendiente ir a Lovaina, otra localidad belga del mismo estilo, pero lo cierto es que no quería dejar Brujas, no quería desaprovechar la oportunidad de estar allí. Mi viaje luego continuo hacia Bruselas…
    Por último me gustaría dejarles algunos consejos…
    La guía de la ciudad es muy buena, no es gratuita, cuesta 5 euros pero no tiene nada de publicidad, tiene mucha información, recorridos e historia. Vale la pena comprarla y leerla estando allí.
    Ver la película “En Brujas” estando allí es una experiencia muy recomendable!
    Hospedarse en el centro es una excelente idea, los departamentos tienen precios razonables.
    Vale la pena hacer el paseo por los canales. Importante, llevar efectivo ya que es una de las pocas cosas que no pueden pagarse con tarjetas.
  24. flormdk
    Si hay algo que me gusta mucho además de los paisajes son los animales.. Muchas veces mi viaje ha girado entorno a visitar una reserva de animales, un Parque Nacional donde pueda ver alguna especie típica de una región. 
    Debo confesar que no soy amiga de visitar zoológicos, prefiero las reservas o los santuarios en donde los animales están en buenas condiciones como es el caso del Lone Pine, el santuario más antiguo y más grande de todo el mundo donde se pueden ver koalas y canguros. Fui muchas veces mientras vivía en Brisbane, porque los canguros y koalas realmente están muy bien cuidados y no están en jaulas.
    Los canguros están al aire libre en un campo muy grande, también tienen una zona en donde pueden descansar si desean estar a solas y lejos de los humanos Pero, generalmente son muy sociables, es como si fueran mascotas, te podes acercar, acariciarlos, darles de comer y sacarte fotos. Les encanta recibir caricias. 
    Los koalas son otros de los animales que no podes dejar de visitar y ver si estás en Australia. Son muy lindos pero tienen otro comportamiento bastante distinto, ellos duermen en promedio unas veinte horas por día y están todo el tiempo entre las ramas de los eucaliptos. Comen aproximadamente medio kilo de hojas por día y tienen un metabolismo lento, es como si estuvieran en "modo ahorro de energía". Siempre que iba a visitarlos los veía durmiendo, muy de vez en cuando veía a alguno de ellos moviéndose y cambiándose de rama, pero lo más seguro si vas a verlos es que los encuentres durmiendo en posiciones muy divertidas y adorables. Muy fácil para una foto ya que no se mueven 

    Muy cerca de Brisbane, en la zona de la Sunshine Coast está el zoológico más grande de toda Australia, el Australia Zoo. Me habían invitado a ir en una oportunidad, pero no soy muy amena de estos lugares entonces rechacé la invitación.
    En otro momento recibí nuevamente una invitación para ir a este lugar, una amiga que conocí aquí en Australia me propuso ir el domingo al Zoológico, acepté la invitación luego de hacer algunas averiguaciones por internet aunque no estaba muy segura…
    Cuando llegué pude comprobar que no es un zoológico común. Los animales tienen mucho espacio para estar. El zoológico cumple con normas de calidad, además una de las cosas que me gustó mucho, es que no hay animales que no pertenezcan a la zona climática, por ejemplo, no se pueden ver animales de zonas frías como osos polares. 
    Se pueden ver animales de Australia y también algunos de África. Una de las cosas a destacar del zoológico es que no hay jaulas.

    El lugar es como dije antes, enorme… Llegamos en una combi a las 10 de la mañana y recien a las 15:30 terminamos de recorrerlo (¡Y eso que no habíamos parado ni un minuto!)
    Se pueden ver cocodrilos, algunos de ellos son muy grandes, recuerdo que en un cartel leí que una de ellps, “Alison” había nacido en el año 1933!
    También se pueden ver cebras, jirafas y por supuesto animales de la región como los Woombats, koalas y canguros de varias especies. Mis preferidos son los canguros ya que se puede interactuar con ellos, darles de comer, sacarte fotos y selfies desde muy cerca.

    Hay mucha vegetación y  paisajes bonitos para disfrutar. Después de tanta caminata, nos quedó un rato libre que aprovechamos para descansar y tomar un café.


  25. flormdk
    La primavera es una estación ideal para pasear. Para hacer viajes de escapada, o por qué no, para hacer recorridos en el día para cambiar de aire. (Vale aclarar que para mi cualquier momento del año es propicio para irse de vacaciones o de paseo)
    Volviendo al tema de “los viajes de escapada” o de “paseos en el día”, yo creo que muchas veces las realidades, o aquello que buscamos puede estar muy cerca, inclusive en nuestra propia ciudad. Muchas veces soñamos con esfumarnos, tomarnos unos días y transportarnos a un lugar remoto. Y con el solo hecho de pensar en estas ideas y cerrar nuestros ojos por unos instantes, la fantasía se encarga de traducir todos nuestros deseos en confines donde la inaccesibilidad o lo desconocido dice presente... Pero claro, quién nunca soñó con islas perdidas, aldeas remotas ubicadas en el medio de la montaña, refugios ocultos en medio de un paisaje selvático o ese infinito deseo de irse para olvidarse de todo. Para volver renovado.
    No es que sea imposible ir a algún lugar remoto, o exótico como le suelen llamar en las agencias y en los paquetes de viajes. Pero, algo más sencillo es escaparse de a ratos, respondiendo a la lógica de nuestros ritmos diarios. Yo particularmente recomiendo, combinar ambas cosas… de vez en cuando, hacerse un “viajecito al más allá” pero combinarlo con paseos cortos.
     
    Uno de los lugares a los que suelo ir cuando quiero escapar de la rutina y del paisaje de todos los días (además de la costa de mi ciudad la cual me parece espectacularmente alucinante y nunca me abure) es ir hacia Sierra de Los Padres.
    Las Sierras se encuentran a tan sólo unos quince minutos en auto. Es un sitio que lleva la categoría de Barrio Residencial de la ciudad de Mar del Plata. También se puede ir en colectivo. Pero, es más lindo ir en auto. No solo por la comodidad, sino porque la ruta que hay que tomar para llegar hasta aquí, es una de las más pintorescas del país.
     

     
    Junto con la ruta interbalnearia están dentro de mis preferidas. La frondosa arboleda acompaña todo el recorrido. Árboles y pájaros amenizan el viaje, haciendo que sea parte del mismo paseo.
     

     

     
    Voy cada tanto. La última vez que fui, me acuerdo que fue un fin de semana largo. Nunca había ido en una ocasión así. Recuerdo que había mucha más gente que un fin de semana común. Había inclusive colectivos que traían a grupos para realizar excursiones.
    Por lo general, siempre hago el mismo itinerario…Camino por el centro comercial rumbo hacia el mirador, para deleitarme una y otra vez con la vista panorámica esplendida de las Sierras.
     

     

     
    Luego de sacar fotos, sigo paseando, comprando productos artesanales y antes de emprender la vuelta, entro a alguno de los cafés y tomo algo.
     

     

     
    Pero esta última vez, me dí cuenta que hacía mucho que no hacía el recorrido por la “Gruta de Los Pañuelos” Se trata de un recorrido por las sierras, en el cual puede apreciarse una especia de cueva entra las rocas. Allí hay varias figuras de la Virgen. Pero lo más llamativo es la gran cantidad de pañuelos anudados entre sí colocados por los turistas y curiosos que visitan el lugar. En el sector donde están los artesanos, era posible ver como los excursionistas compraban pañuelos para luego sumar a la maraña.
     

     
    Según me comentaron esta tradición, empezó hace varios años, allá por el año 1949, cuando una parejita de inmigrantes italianos colocó sobre este pedestal natural ( esta enorme cavidad entre las rocas que conforma en las grutas se formó sola) una imagen de la virgen atándola con un pañuelo. Esto simbolizaba para la pareja, la unión espiritual de sus cuerpos ante la virgen.
     

     
    Una vez anudada la figura, se arrodillaron a rezar aprovechando la tranquilidad del lugar y el silencio. Según se comenta, lo que tan encarecidamente pedían era un hijo al cual todavía no podía tener. Rezaban desesperados, pensando en que tal vez nunca tendrían la oportunidad de ser padres, ya los que años iban pasando y la mujer no lograba quedar embarazada. Pese al sentimiento de angustia, se fueron con fe. A los meses, volvieron al lugar, pero esta vez a agradecer… la mujer había quedado embarazada.
     
    Decían que realmente un milagro había ocurrido. Y como forma de agradecimiento, comentaban estos a todos los que por allí cruzaban, quienes también se sumaron a anudar pañuelos.
    Están quienes creen en los milagros y quienes no, pero lo cierto es que hay miles de pañuelos como se puede ver en la foto. No sé si por tradición, si por pedir, o porque en los artesanos se los ofrecen, la gente va y anuda su pañuelo.
     

     
    Después de visitar este mítico lugar y antes de que caiga el sol, di una vuelta más por el lugar y emprendí la vuelta en compañía de muy buena música…
     
    Les dejo para despedirme esta hermosa foto de flores primaverales
     

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