El camino a Villavicencio en Mendoza es sorprendente, eso sí da un poco de miedo. Otra cosa que me ha encantado fue la Península Valdés, no solo los atractivos de la misma, sino llegar... en un momento del trayecto se veían cuerpos de agua a ambos lados de la ventanilla de la combi, fue algo que nunca me había pasado!