Ciudad Universitaria UNAM
He creado este nuevo blog exclusivamente dedicado a la ciudad más grande del mundo: la Ciudad de México, el Distrito Federal de mi país.
Hace dos años tuve la fortuna de vivir seis meses en esta interminable ciudad, gracias a un intercambio estudiantil que tramité desde mi universidad. Fueron los seis meses más largos y maravillosos de mi vida hasta ahora, y más adelante les contaré el porqué.
En esta ocasión hablaré un poco sobre la escuela que alojó mis estudios durante mi quinto semestre como estudiante de Ciencias de la Comunicación, la Universidad Nacional Autónoma de México.
Es la Universidad pública más grande e importante de Latinoamérica y una de las 100 mejores del mundo. Fue fundada como la Real Universidad de México en 1551, para convertirse en Nacional Autónoma en el siglo pasado.
Actualmente tiene varios campus alrededor de la capital mexicana, pero el principal sigue siendo la Ciudad Universitaria, conocida también como CU. Ésta última se ubica al sur de la Ciudad de México y cubre un área basta de 7 km cuadrados, y en 2007 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Mi primer reto al mudarme de una ciudad de 800,000 habitantes a una capital con más de 27 millones de personas, fue encontrar un sitio ameno para vivir.
Como había sido aceptado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, debía buscar un apartamento cercano, que me permitiese no tener que madrugar mucho. En México muchas clases en la escuela empiezan a las 7 am, y las distancias en el D.F. son más que gigantescas.
Hallé un sitio a 15 minutos caminando de mi facultad, lo cual en D.F. es un milagro. No me gustaba del todo, pero tenía todos los servicios, era limpio y no era muy caro. Los apartamentos en esta zona suelen subir de precio, ya que CU se encuentra en el Pedregal de San Ángel, una zona un poco exclusiva dentro de la delegación Coyoacán, que es bastante cotizada. Al final, me di cuenta que vivir en Coyoacán fue lo mejor que pude hacer en esta ciudad.
Mis primeros pasos en la universidad fueron un verdadero caos. La circulación de transeúntes es continua y no se detiene nunca. Todo el campus cuenta con servicio de transporte gratuito, el cual funciona a la perfección. No obstante, los autobuses no se dan abasto, y todo el tiempo van llenos a tope. Así que la primera vez tuve que ir colgado de la puerta (lo cual es muy común en las grandes ciudades de mi país).
Las calles de CU son todas curvas. Al principio me confundieron mucho, pues para mí todo simulaba un laberinto. En verdad que todo el campus parecía del tamaño de mi ciudad, y eso me asustaba mucho. Pero poco a poco uno se va acostumbrando.
La UNAM es conocida por la fuerte identidad de sus estudiantes y maestros con su institución. Su imagotipo es la cara de un puma, y todos se llaman a sí mismos pumas, incluyendo a su equipo de fútbol, que juega en la primera liga nacional. Todos se sienten muy orgullosos de formar parte de ella, y al final entendí por qué.
Pero no quiero parecer un nerd hablando del excelente nivel educativo y las miles de certificaciones de la escuela, sino de lo que puede atraer a cualquier visitante en la ciudad.
Ciudad Universitaria se considera la quinta Universidad más atractiva al turismo cultural a nivel mundial, y tiene sus razones. Su campus central fue construida por los mejores arquitectos mexicanos del siglo XX.
Una de sus maravillas es la Biblioteca Central. Su exterior fue diseñado por el artista Juan O'Gorman, y está hecho con piedra volcánica (bastante común en los suelos del sur del D.F.) y piedras de todo el país, lo que lo convierte en uno de los mosaicos más grandes del mundo. Los murales representan el pasado prehispánico, el pasado colonial, el mundo contemporáneo y la Universidad y el México Moderno. Una de sus características principales es la fuente de roca que tiene forma del rostro de Tláloc, dios azteca de la lluvia.
Hoy en día miles de estudiantes de toda la ciudad hacen consultas en este inmenso acervo bibliográfico. Cabe mencionar que la facultad de Filosofía y Letras se encuentra a un lado; por ello, es común ver en su exterior a los neohippies y algunos artistas o intelectuales fumando marihuana y tabaco.
Detrás de la Biblioteca Central se encuentra un gran campo de césped verde, donde los estudiantes se relajan con distintas actividades: yoga, fútbol, baile, juegos de apuestas, cigarrillos, lectura, música, artes visuales, improvisaciones actorales e, incluso, momentos íntimos entre parejas. Para mis amigos y para mí, fue el sitio perfecto para hacer nuestras tardes de picnic.
Este campo es, también, el punto de reunión para los meetings sociales. La UNAM es el centro de movimientos sociales más importantes en el país, como el de 1968 y el reciente movimiento #YoSoy132, del cual yo formé parte y les invito a leer sobre él, pues no quiero politizar el asunto en este blog de viajeros
Alrededor del campo se encuentran la mayoría de las facultades: medicina, ingeniería, arquitectura, derecho, filosofía, psicología, odontología, economía y el centro de idiomas. Como era de esperarse, la facultad de Ciencias Políticas y Sociales está alejada de todas. Tenemos un poco de fama de ser revoltosos y fiesteros. En fin, es el síndrome universitario.
Al Oeste de la ciudad se encuentra el complejo olímpico, que alojó las olimpiadas de 1968. El estadio es bastante atractivo. Es el más grande de México y también luce murales de piedra.
El sur es la zona más nueva de la ciudad. Allí, de entre el bosque, emerge la facultad donde yo estudié un semestre . Debo decir que también es común encontrarse con neohippies (de sociología) hipsters (de comunicación) "comunistas" (de ciencias políticas) e intelectualoides (que incluye a todas las áreas). La verdad es que la diversidad cultural de la UNAM es mágica, pues te encuentras a todo tipo de personas, cada una con una identidad marcada de pies a cabeza. Todos suelen ser muy expresivos.
Una de las cosas que me llamó mucho la atención, es la facilidad con la que se puede compra marihuana dentro del campus, pues al poseer una filosofía de "amor a la humanidad", a todo ser humano (e incluso animal) se le permite la entrada al campus. No por ello es peligroso, hay un respeto mutuo.
En la punta extrema sur de CU se halla el novedoso Centro Cultural Universitario, un complejo rodeado por una maravillosa reserva ecológica. Cuenta con dos teatros, dos salas de cine, una sala de danza y una famosa sala de conciertos. También hay un camino de esculturas contemporáneas, en medio del frondoso bosque.
Esta es una de mis zonas favoritas, pues desde ciertos puntos de altura se pueden apreciar las montañas que rodean al Distrito Federal. Además, el sur de la ciudad está vigilado por la majestuosidad del volcán Ajusco, que luce desde varios sitios del valle central de México.
Y si hablamos de gastronomía, en cada facultad existen cafeterías que ofrecen comidas enteras por precios baratos. En la Facultad de Ciencias Políticas yo pagaba 27 pesos (aproximadamente 2 dólares) por un menú completo que dejaba mi panza a reventar. Además, alrededor y fuera del campus existen innumerables puestos de calle (¡cuidado! muchos no son nada higiénicos, y si no les gusta el picante, recuerden pedir sin chile).
La Ciudad Universitaria es atravesada por la Avenida Insurgentes (el Brodway de México). Llegar a ella es muy fácil. Tiene varias formas de acceso: el metro, metrobus, trolebus, varias líneas de microbuses y combis.
Si lo que disfrutan en la ciudad es un rato al aire libre, estar rodeados de naturaleza, tardes de deportes, obras de teatro, senderismo, espectáculos al aire libre, el olor a rocío regado en el pasto, un buen libro y un café, o simplemente el ambiente estudiantil, les recomiendo mucho visitar la Ciudad Universitaria. Es algo que no deben perderse
- 5
6 Comentarios
Recommended Comments