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A todos nos gustaría no pasar una noche en blanco durante un viaje, siempre se trata de una pérdida de sueño que afloja nuestros reflejos y capacidad de absorber al día siguiente. Además no siempre es fácil encontrar hoteles que estén cerca de un aeropuerto o, como pasa en muchos casos, compatibles con horarios de vuelo extremos, me refiero a volar por ejemplo a las 5 de la madrugada o a los casos de múltiples vuelos como nos sucedió en 2012 a nosotros que teníamos un vuelo a las 5 de la mañana y el día anterior llegamos a las 11 de la noche con otro, ¿ me vale en este caso la pena buscar un hotel, estoy dispuesto a pagar para 4 (imprescindibles) horas de sueño? Os voy a contar mi pequeña experiencia de una noche en blanco en la nueva terminal 1 del aeropuerto de Barcelona aunque mi noche no fue del todo en blanco, conseguí descansar al menos 2 horas y medias, no fue tan mal y al día siguiente rendí lo mínimo necesario. La mejor hora para dormir en el aeropuerto de BCN Terminal 1 sin que nadie te diga nada son las 1 de la madrugada, cuanto más tarde mejor. La mayoría de restaurante cierra alrededor de la 24-30h 1.00h, en algunos el cierre es total (después de la limpieza) en otros notarás que las luces siguen encendidas, algún componente del personal sigue trabajando para limpieza o para preparar la apertura del día siguiente. Tras deambular por la terminal estas fueron mis reflexiones, escritas a altas horas de la noche antes de quedar rendido en uno de los asientos del Lizarrán. La zona del McDonald es para mí la más interesante para encontrar un buen sitio para descansar aunque he de reconocer que no es el más tranquilo (el Mc Donald está abierto las 24h). Es la zona con más posibilidades de encontrar un asiento acolchado aunque, perdonadme si lo recuerdo, nunca hay que exagerar ni abusar, si en los aeropuertos se nos permite descansar es porque todos debemos ser responsables. El restaurante Lizarán: justo al lado del McDonald, tal vez uno de o sitios más cómodos. Tiene largos asientos acolchados donde resulta cómodo descansar, leer o escribir unas notas con el ultrabook. Pans & Company: la cadena tiene algunos sitios interesantes pero son pocos, me parece que cerró a la una. Lo mismo para Pastafiore que dispone de algunos lugares más cómodos ubicados detrás del logo de pared de la compañía. Desayunos Dehesa Santa Maria: Ubicado en la grande hall de la entrada en la Terminal de Salidas, este café restaurante se ha quedado toda la noche iluminado aunque no abierto al público, a parte que su posición muy visible impiden que sea un lugar ideal para dormir en la Terminal 1 del aeropuerto de BCN. Siguiendo por el otro lado del hall de entrada tenemos las siguientes tiendas: Il Cafè di Roma que dispone de acolchonados interesantes, la única desventaja es que el personal estaba aún trabajando a las 2:30, no creo que pongan pegas a alguien que se quede tranquilamente leyendo en uno de sus asientos. Organg Co (restaurante chino) es otra buena opción con la ventaja añadida de estar en una área muy tranquila dela Terminal, ventaja que comparte con los demás establecimientos contiguos como por ejemplo Moncho’s con saofas de primera clase (este último lugar está medio cerrado de noche, no he probado a quedarme dormido aquí). Tapa Gorumet no dispones de asientos aptos. Al salir de las puertas de entrada me he encontrado con el Häagen-Dazs la famosa heladería que casi a las 3:00 de la madrugada de un día de verano estaba animada por algunos clientes supérstites (la tienda estaba cerrada del todo). La amplia terraza externa del otro lado del aeropuerto es lugar ideal para descansar (por supuesto solo en verano) si estás equipado con mantas y sacos que podrás usar para dormirte en los bancos o suelo de madera acompañado por el agradable perfume de la lavanda y el romero plantados en los alrededores de los bancos y si como hoy sopla una ligera brisa del mar te llegará también el aroma del Mediterráneo. Es toda una experiencia dormirse con este perfume y al día siguiente despegar a primera hora sobre el mismo e intenso mar azul. El Lizarrán del otro lado no es apto (no dispone de asientos acolchados) y tampoco sirve cualquier otro establecimiento ubicado en los Gate B. Si te quedas en el tramo longilineo no te queda más remedio que el tradicional método de juntar dos bancos e intentar dormir. Otra grande pega de dormir dentro del aeropuerto es la elevada humedad, no se entiende cómo no haya deshumidificadores eficaces y no sé cómo los trabajadores aguantan tantas horas con aquella humedad (salvo que no fuese una cosa puntual del día que pasé en la nueva Terminal de BCN). El aeropuerto de Barcelona recobra vida a partir de las 5 de la madrugada, en este momento los cafés y los restaurantes vuelven a abrir, no queda nadie durmiendo en esos lugares y ya falta poco para el embarque de nuestro avión. Aunque mi experiencia se remonta al verano del 2012 espero que resulte útil o como mínimo entretenida