Saltar al contenido

Buscar en la Comunidad

Mostrando resultado de los tags 'Ciudades' .

  • Buscar por Tags

    Type tags separated by commas.
  • Buscar por Autor

Tipo de Contenido


Categories

  • Noticias
  • Tips y Consejos
  • Destinos
  • Libros y Guías
  • Reportajes y Curiosidades
  • Excursiones y Rutas
  • Fiestas y Celebraciones
  • Ofertas

Foros

  • Foros por Destino
    • Europa
    • América Latina
    • América del Norte
    • Asia
    • Oceanía
    • Oriente Próximo
    • África
    • Compra - Venta
    • Compañeros
  • Discusión General

Blogs

  • Sur de Italia
  • Avani's Blog
  • Yorkshire, Norte de Inglaterra
  • Montenegro
  • Excursiones y visitas por Cataluña :)
  • Que ver y visitar en Sevilla
  • Norte de Argentina
  • Secretos de Sudamérica
  • Granadina de ruta
  • Encantos de México
  • Pueblos argentinos para descubrir
  • 1 El inicio: Ruta 3 de La Plata a Ushuaia
  • Misterios de Europa
  • Rincones de mi ciudad: Mar del Plata
  • Chiapas, México
  • Veracruz, México
  • Destinos turísticos famosos
  • Historias del Sur de Argentina
  • Ciudad de México
  • 2 Tierra del Fuego: En el Fin del Mundo
  • Lindos rincones y pueblos de Portugal
  • Viajes con sabor a sol y playa
  • 3 Por la mítica Ruta 40
  • México Central
  • Viajes por América
  • Oaxaca
  • 4_Vida y colores del Norte argentino
  • Viaje a recitales
  • 5_ Por los caminos de Bolivia
  • La Europa menos conocida
  • Guatemala
  • Monterrey
  • 6_ Perú, legado de Incas
  • Perú
  • Bolivia
  • Argentina
  • 7. All you need is Ecuador
  • Chile
  • España
  • Alemania
  • Francia
  • Europa
  • Livin' in Australia
  • Polonia
  • Oceanía
  • Italia
  • Visitando Europa
  • Marruecos
  • Bélgica
  • Escandinavia
  • Islandia
  • Reino Unido

Encontrar resultados en...

Encuentra resultados que...


Fecha

  • Inicio

    Final


Última Actualización

  • Inicio

    Final


Filtrar por número de...

Registrado

  • Inicio

    Final


Group


Vivo en


Intereses


Mis Viajes


Mi Próximo Viaje


Mi Viaje de ensueño


AIM


MSN


Website URL


ICQ


Yahoo


Jabber


Skype

Encontrado 3247 resultados

  1. Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  2. Ayelen

    La ciudad de Salta

    Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  3. Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  4. Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  5. Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  6. Ayelen

    La ciudad de Salta

    Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  7. Ayelen

    La ciudad de Salta

    Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  8. Ayelen

    La ciudad de Salta

    Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  9. Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  10. Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  11. Ayelen

    La ciudad de Salta

    Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  12. Ayelen

    Llegando a Salta

    Del álbum Salta, La Linda

    No dejes de leer mi Blog!!! Salta, La Linda
  13. Y llegó el gran día, veinte kilómetros nos separaban de Santiago de Compostela, nuestra meta, el fin. El despertar fue un augurio de lo que nos esperaría horas después. El día amaneció lloviendo, pero no chirimiri como otros días, no, llover llover. Salimos del albergue, y a partir de ahí todo serían rituales que ya no volveríamos a hacer. Sellar la credencial al salir del albergue y no encontrar la montaña de botas en el pasillo son las cosas que se echan de menos al día siguiente. Las botas se ponen en el pasillo para no aromatizar el ambiente con ese ligero olor a pies las habitaciones. Con el chubasquero puesto nos adentrábamos en el bosque para empezar la caminata. El suelo era barro y había hojas caídas en algunos tramos, así que podéis imaginaros lo que eran las suelas de las botas al cabo de un rato. Mientras íbamos caminando bajo la lluvia, los recuerdos de los días anteriores venían a la mente. La lluvia acabó con el murmullo mañanero, cada uno iba inmerso en sí mismo y en sus pensamientos y sólo se oía el goteo de agua en los árboles. Conforme íbamos andando la lluvia cesó, pero sólo a ratos. Cruzamos el río Brandos y llegamos a Cimadevilla. Hay que decir que la mañana se puso dura, esta última etapa guarda algunas subidas bastante grandes y la lluvia y el barro no ayudaban mucho. Un monolito con el bastón, la calabaza y la concha nos recibe al llegar al municipio de Santiago. A partir de aquí rodearemos la carretera y el aeropuerto de Santiago. Si tenéis suerte veréis despegar o aterrizar algún avión. Sabréis que estáis allí porque hay una valla que nos acompaña llena de cruces, incluso puede parecer algo tétrico, yo en primera instancia me pensé que era otro sitio de recuerdo a los fallecidos, pero no, las cruces son por la cruz de Santiago. El día seguía lluvioso y muestra de ello es esta bonita foto de un río rojo. El color supongo yo que será por el suelo arcilloso que pisábamos, pero como no soy geóloga tampoco puedo confirmar ciegamente que sea ese el motivo. Antes de llegar a Lavacolla paramos en una pequeña iglesia que había porque me había entrado agua en las botas, y necesitaba saber si todos mis dedos estaban sanos y salvos. Así que entramos y mientras nos ponían nuestros sellos, allí mismo delante del cura que era el que ponía los sellos me quité las botas y los calcetines y lo comprobé. El hombre se me quedó mirando un poco raro , normal por otro lado, pero yo tenía que ver que el agua no había hecho ninguna rozadura. Lo que quiero que veáis de la foto es la tienda de campaña que hay al lado. Algunos peregrinos hacen el Camino de Santiago y van pernoctando en tiendas de campaña que llevan a las espaldas, y cayendo como estaba cayendo el agua ese día, yo simplemente me quito el sombrero y felicito a esas personas que en días como ese no se dan media vuelta y se refugian en algún lugar. Somos muchos peregrinos los que hacemos el Camino y por tanto son muchos los motivos o las convicciones que nos llevan allí e ir contra viento y marea eso tiene que ser duro y por eso chapó por ellos. Continuamos y lo siguiente que vimos fue una subida que aún me estoy acordando de ella. Llegamos a Lavacolla y atravesando el pequeño pueblo vemos su iglesia, y como no, su cementerio adjunto. Lo que me llamó la atención aquí, ya no es que esté todo junto, sino que había casas alrededor que al abrir la ventana lo único que veían eran el cementerio. Las viudas del lugar dan los buenos días al marido directamente desde la cama, vamos, he visto matrimonios que durmiendo en la misma cama estaban más separados. En fin, allí estarán acostumbrados. Ya hemos llegado a mitad del camino prácticamente, a partir de ahora andaremos por travesías de asfalto, aunque hubo un tramo que me encantó porque mirad que hermosura. El poder de atracción que tienen allí los árboles es increíble. El Camino hizo que pasáramos por donde están los estudios de televisión española y televisión de Galicia. Esta parte no es nada bonita porque es un polígono industrial. Y después de eso llegaremos a San Marcos, que en una de las calles hay un puesto que vende recuerdos del Camino de Santiago y que por entretenernos en mirar nos despistamos y en vez de seguir el camino pues nos fuimos para el lado opuesto. Claro, dejamos de ver peregrinos y saltaron las alarmas. Porque algo característico del Camino de Santiago francés es que suele haber peregrinos cerca de ti siempre y entonces si no ves a ninguno puede que haya pasado dos cosas, una que te hayas equivocado, o dos, que se haya acabado el mundo, y como nos cruzamos con un autobús dedujimos que nos habíamos equivocado, y efectivamente así fue. Así que caminantes no os distraigáis. Y una vez devuelta al sendero bueno pasamos por la casa del zapatero y me encantó la bota que tenía en la entrada, y si no llega a pesar me la llevo. Y por fin llegamos al Monte Gozo. Faltaban cuatro kilómetros para ver al apóstol. Aquí el Papa Juan Pablo II dio una misa una vez que fue a Galicia. Y vemos en la escultura que culmina el monte retratos en la piedra de él. Algo que personalmente me pasó, es que al llegar allí dije, ya está Santiago aquí, porque en un día despejado se ve al fondo la catedral, como ese día nos pilló nublado la verdad que se veía poco. Pues los kilómetros que me faltaban hasta Santiago fueron los más largos de todo el Camino, fruto de la ansiedad que me produje yo misma de ver que ya estaba llegando. Bajamos el monte y a lo lejos vemos Santiago. Aunque repito que la catedral no se ve por las nubes. La rúa de San Lázaro sería la que atravesaríamos una vez entrados en Santiago de Compostela. Un cartel y una estatua que me recordaba a Patricio (Patricio es el amigo de Bob Esponja) nos dan la bienvenida. Bueno antes de eso vi algo que me llamó mucho la atención, ¿sabe alguien qué es esto? Dejaré unos minutos de reflexión antes de dar la respuesta. Nos adentramos por la rúa, ya digo que para mí la rúa más larga de Santiago de Compostela, de Galicia y de España, madre mía, que larga se me hizo. Y por si fuera poco, ya que llevábamos como seis kilómetros sin lluvia se puso a llover un poco. Mi atención se desvió cuando al mirar a la derecha vi una cabeza muy grande en el suelo . Un poco tétrica la estatua. Avanzábamos y ya nos adentrábamos en las calles asfaltadas con piedra, era señal de que estábamos llegado (la lluvia empezaba a apretar un poco más). Llegamos a la rúa de Acibechería y ya veíamos la catedral, la sonrisa se dibujaba en la cara, entramos en la Plaza de la Inmaculada, y la sonrisa ya iba acompañada de ansiedad y alegría, estábamos viendo la parte trasera de la catedral, pasamos el arco y… HABÍAMOS LLEGADO A LA PLAZA DEL OBRADOIRO!!! Ese momento de satisfacción, cuando te encaminas al centro de la plaza, esa alegría de llegar y ver llegar a los demás, esas… ¿qué pasa… ? La lluvia empezó a caer como si el mundo se fuera a acabar, mientras mirábamos la catedral y asumíamos lo que habíamos hecho, lo que habíamos sufrido y lo que habíamos superado, una tromba de agua empezó a caer sobre Santiago de Compostela. La plaza se desalojó en unos instantes, la gente buscó refugio en cualquier sitio cercano, nosotras nos metimos en un soportal que hay en el Ayuntamiento y desde allí me hice mi primera foto, había terminado el Camino de Santiago. Llegamos a la hora de comer, así que nos perdimos la primera misa del peregrino. Nos fuimos a cambiar, a comer y a pedir la Compostela. Aviso para peregrinos, la cola para conseguir la Compostela puede durar perfectamente dos horas. Nosotras no llegamos a eso, pero había gente que si había tardado ese tiempo. En la rúa do Villar, en la oficina del peregrino es donde las recogimos. Puedes pedir, la Compostela (gratuita), el certificado de kilómetros (tres euros) o los dos. Yo pedí los dos, es verdad que yo no soy muy de ir a misa, pero el Camino ha revivido en mí sentimientos religiosos y hacia la iglesia que no recordaba. No digo que ahora vaya a ser la mejor cristiana del mundo, pero sí voy a intentar estar más en paz conmigo misma y con los demás. Me revisaron la credencial y me la sellaron, aquí os dejo las tres cosas. Una vez tenía la Compostela entre mis manos, era como tener un huevo, no querías que se mojara, que se estropeara, que se perdiera, vamos, como un hijo, y nos compramos unos tubos donde meterla y protegerla de todo mal, me gasté dos euros en el tubo, para los futuros peregrinos os digo que en esa misma calle, en cualquier tienda de regalos podréis comprar el tubo por sesenta céntimos. Como este año también es el Año Jubilar de la Orden de San Francisco en conmemoración de la peregrinación de San Francisco de Asís a Santiago, la Orden entrega a los peregrinos “La Cotolaya”, que es un certificado que se recoge en la Iglesia de San Francisco. Resumiendo, en una tarde he conseguido más títulos que en siete años en la facultad, jeje . Después de recoger todos los títulos habidos y por haber, nos fuimos a la misa del peregrino a las siete de la tarde. Sinceramente, es la misa más bonita que he visto en mi vida. La catedral estaba llena, todos los bancos estaban llenos, la gente se sentaba en las escaleras, en el suelo, donde podían. Antes de empezar salió una monja, muy graciosa por cierto, y nos puso a cantar las canciones que luego en misa cantaríamos, nos hacía repetir porque decía que cantábamos muy flojito. Acto seguido salieron como veinte curas y uno de ellos tomo la palabra y dio misa, una misa muy bonita. Al finalizar, un grupo de coreanos pagaron para que el botafumeiro se alzase y se balanceara durante un par de minutos y nos impregnara con ese olor a incienso. Desde aquí doy gracias a ese grupo por pagar y que todos disfrutáramos del espectáculo, ya que sólo los viernes es cuando los comerciantes de alrededor pagan para que una vez a la semana paseen el botafumeiro. Y una vez purificadas de cuerpo y alma fuimos a abrazar a Santiago y a darle las gracias por protegernos en el Camino. Tenía pensado hacerme un selfie con Santiago pero hay un cura allí custodiando el santo, así que me quedé con las ganas. Haciéndose de noche debajo de aquel soportal y mirando la catedral a través de la lluvia recuerdas los seis días anteriores, desde que partes desde Sarria, y te acuerdas de aquella mujer que nos llevó a Sarria, de las chicas que conocimos de Jaén y Córdoba, del peregrino madrileño que llevaba la rodilla destrozada, de la chica asiática que iba sola y que al final del camino hizo amigos, de las cuatro señoras mayores que siempre madrugaban y que al final del día siempre nos las encontrábamos hablando de sus cosas y que al oírlas hablar te entraba la risa, de aquellos chavales de poco más de ocho años, que con su música llevaban el ritmo a todos los caminantes y que cuando se cabreaban no le cogían el móvil a la madre, a las abejitas mayas que cantaban canciones infantiles y que tenían mucho salero, a los ciento doce malagueños que me adelantaron cuando mi rodilla no podía más y todos te saludaban y decían ¡buen camino! a la monja que me dio aquel beso, a todos y cada uno de ellos, gracias por acompañarme en el Camino, seguramente no hubiera sido lo mismo sin ellos. No quiero olvidarme de las personas que me han acompañado/soportado durante las veinte cuatro horas de ese camino, gracias por acompañarme/soportarme, que lo que el camino ha unido no lo separe nadie, ¡volveremos! Gracias a todos por leerme, espero que os haya gustado y que os sirva de motivación para algún día ir, y por qué no, encontrarnos en el Camino. ¡BUEN CAMINO A TODOS! PD: Lo de la foto era un buzón...
  14. AlexMexico

    De vuelta en Oaxaca

    Del álbum Oaxaca

    No olvides leer el relato que acompaña esta foto: Bahías de Huatulco
  15. El plan era el siguiente: Queríamos llegar a Paraguay porque su ciudad limítrofe, Ciudad del Este, es famosa por sus precios rebajados y era necesario un cambio de cubiertas para la moto. Atravesaríamos Paraguay y volveríamos a entrar a Argentina por la provincia de Formosa, para recorrer el Norte. Aquel día el calor era especialmente sofocante. Dentro del casco me sentía como un pollo al horno! Pero mientras avanzábamos velozmente por la ruta, el viento fresco nos daba un alivio. Sólo a pocos kilómetros de la ciudad de Iguazú, se encuentra la ciudad brasilera Foz de Iguazú. Para llegar a Paraguay, primero deberíamos pasar por allí. Cruzamos sin problemas las fronteras brasileras, pero cuando llegamos al límite con Paraguay todo fue un CAOS. :zsick: De repente estábamos atrapados en un amontonamiento de autos, bocinazos por todos lados, camiones que se nos tiraban encima y pequeñas motos que como moscas se metían por todos lados, cualquier recoveco era suficiente para ellos para pasar velozmente sin miramientos. Mientras hacíamos la fila para cruzar la frontera, todos los autos que pasaban a nuestro alrededor nos hacían señas para que pasáramos por un costado, esquivando aquella larga fila. Fue tal la confusión del momento y tan grande la insistencia de los conductores que finalmente nos hicimos paso por un costado y sin más ingresamos a Paraguay…. Terrible error cometimos. Hacia Paraguay En fin, avanzamos, esquivando enormes buses repletos de personas, tratando de no chocar a nadie porque la gente se cruzaba por cualquier lado, mientras las pequeñas motos que funcionaban como taxis, llevando pasajeros, nos pasaban a centímetros (de hecho, una nos chocó en la valija trasera… ). Y además de todo este quilombo, en cada esquina, éramos prácticamente acosados por 5, 6 sujetos que nos rodeaban y en cualquier idioma (francés, inglés, español o chino mandarín) nos ofrecían alojamiento, estacionamiento para la moto, tours y un sinfín de cosas… todo aquello era bastante estresante. Nos detuvimos unas horas en Ciudad del Este para hacer el cambio de cubiertas de las ruedas de la moto, probamos los típicos chipá, unas masas saladas, y para la tarde ya seguimos viaje. Los famosos chipá paraguayos Corríamos sobre la ruta, ya alejados de aquella caótica ciudad, y rodeados de campos y algunas que otras casitas, cuando de repente un policía al costado de la carretera nos hizo señas para que nos detengamos. Desde ya debo aclararles que los policías suelen ponerme MUY nerviosa, por lo general son personas que poseen un poder que no saben usar y la impunidad en ellos es total (sin ofender a nadie). Este policía, con todo su aire engreído comenzó a pedirnos todos y cada uno de nuestros papeles: carnet de conducir, seguro de la moto, documentos del vehículo, documentos personales de ambos… todo. Al ver que llevábamos todo en regla, el señor policía pareció un poco decepcionado. Ya estaba por dejarnos ir, cuando nos pidió el papel para transitar por el país. En la confusión de la entrada y no me pregunten POR QUÉ, pero nunca habíamos hecho el trámite correspondiente y no teníamos ningún papel encima. Ruta paraguaya Nos hicieron bajar de la moto y nos metieron en una pequeña casucha donde se encontraba el jefe que miro y remiró nuestros documentos. Sin decirnos ni una palabra y sin siquiera levantar la vista hacia nosotros anotaba no sé qué cosas en su libreta y mis nervios estaban a punto de hacerme estallar un ojo . Comenzaron a preguntarle a Martin cómo podían arreglar este asunto (…claramente hablaban de un soborno) porque estábamos ilegales dentro del país. La cosa se tornó bastante fea para mí, cuando dos policías se llevaron a Martin detrás de aquella casilla y cerraron la puerta tras él. Además, para hacer más turbia toda la situación, los policías que se quedaron conmigo se comunicaban en su idioma, guaraní entre ellos y yo no entendí nada. Después de quince minutos que para mí fueron eternos, Martin salió y rápidamente nos fuimos. Toda la plata que acabábamos de cambiar a guaraníes (la moneda paraguaya) ahora reposaba en el bolsillo del señor policía. Con una amargura que no podía contener y comenzaba a brotarme como lágrimas , recorrimos unos pocos kilómetros y nos detuvimos a acampar al lado de una estación de servicio, siendo ya de noche. Empezamos a preocuparnos porque realmente estábamos en falta y sin ese papel podían pararnos en cualquier momento y podríamos meternos en un problema más grave, habíamos escuchado que hasta podían sacarnos la moto! Decidimos entonces regresar sobre nuestros pasos y hacer el trámite en Ciudad del Este. Para ello deberíamos levantarnos antes del amanecer para evitar ser detenidos otra vez por algún policía. A la cinco de la mañana y antes de que saliera el sol, desarmamos campamento y salimos viendo el amanecer. Semidormidos, retrocedimos por la ruta completamente desolada. Cruzamos nuevamente por esa casilla donde el día anterior nos habían detenido y se encontraba completamente cerrada, para nuestro alivio. Ya estábamos por cantar victoria, porque nos faltaban pocos kilómetros para llegar a Ciudad del Este, cuando en el horizonte, vimos un auto de la policía carretera al costado de la ruta y un robusto policía uniformado con un traje mostaza nos hacía señas para detenernos. El nudo q sentí en el estómago en cuestión de segundos subió a mi garganta y ya nos imaginaba presos en alguna comisaría de Paraguay, telefoneando a mi mamá para que viniera a rescatarnos. Pero entonces, cuando ya habíamos aminorado la marcha y nos estábamos orillando al costado de la ruta, el policía vio nuestra patente argentina y sin mucha importancia hizo un pequeño ademán con su mano para que continuáramos nuestro camino. El alivio que sentimos en ese momento fue enorme! Nos reímos durante largo rato hasta q llegamos a Ciudad del Este, hicimos la fila como correspondía, el trámite necesario y ahora sí, legales y con todo en orden, nuevamente tomamos la ruta hacia el Oeste… por segunda vez. Fue tan amarga esa experiencia policíaca que realmente ya no nos apetecía mucho seguir en Paraguay, por lo que durante todo el día no hicimos más que avanzar sobre la ruta. Pasamos por la capital de Paraguay, Asunción, una gigantesca ciudad donde el caos se duplicó, y continuamos nuestro viaje hasta que el sol se ocultó. Llegamos a la frontera con Argentina de noche y en pocos minutos ya estábamos nuevamente en nuestro territorio, en la provincia de Formosa. Hicimos noche, acampando en la ciudad fronteriza de Clorinda, ya dentro de Argentina y al día siguiente seguimos viaje hacia la ciudad capital de la provincia que lleva el mismo nombre. Ya nos estamos acostumbrando a las sorpresas que nos viene dando este viaje, y la ciudad de Formosa fue una de ellas. La ciudad de Formosa Formosa es una prolija y cuidada ciudad, de grandes avenidas y mucho verde. Las plazas y los parques le brindan una belleza única a las ciudades. Situada sobre el Rio Paraguay, la costanera de Formosa era un precioso paseo para hacer por las tardes. Con una fuente de colores y música ambiental, las vistas sobre aquella costanera eran únicas. Costanera de la ciudad de Formosa La primera noche la pasamos en un hotel. Una ducha caliente y un bendito colchón era lo que necesitábamos para recobrar fuerzas. Ni hablar del desayuno que tuvimos la mañana siguiente. Tomé todo lo que pude de ese preciado desayuno y lo guardé como mi tesoro. Mi tesoro!! Los siguientes días volvimos a nuestra carpita, y nos instalamos en un gran parque ubicado a las afueras de la ciudad. Aprovechamos nuestra visita a Formosa para descansar un poco y hacerle algunos cariños a la moto. Llegamos así al taller de Carlos, un tipo capo (otra expresión argentina, que significa genio) que nos atendió… bah, atendió a la moto de maravillas. Además de mecánico, Carlos fue nuestro guía turístico y junto a él recorrimos sobre la moto toda la costanera de la ciudad. Debido a las crecidas de los ríos debido a la última tempestad, el agua había sobrepasado bastante las costas de la ciudad, por lo que el paisaje era bastante impactante. Sobre las orillas, entre altos pastos podían verse garzas y garcitas alimentándose de algunos insectos o pequeños peces, con sus patas sumergidas en el agua. Nuestro último día en la ciudad de Formosa, lo dedicamos a recorrer una localidad muy recomendada por Carlos, La Herradura. Nuevamente las inundaciones no nos permitieron disfrutar por completo del lugar, pero sin lugar a dudas se trata de un sitio con mucha naturaleza floreciendo en cada rincón y mucha tranquilidad. La Herradura, Formosa Sobre la costa de aquel pueblo, podía verse como las crecidas habían inundado parte del parque aledaño, y se podían ver bancos de plazas completamente bajo el agua. Aun así, las grandes plantas acuáticas flotando sobre el agua y el radiante día nos brindaron un paisaje maravilloso para disfrutar aquella tarde. Luego de aquella veloz visita a La Herradura, continuamos nuestra ruta, atravesando la provincia de Formosa. Nuestra última parada antes de dejar la provincia fue en un pequeñísimo poblado, perdido en el mapa, en el que acampamos como siempre solemos hacer, al costado de una estación de servicio. Aquel pueblito al costado de la ruta, con sus callecitas de tierras y sus sencillas casitas realmente tenía un aspecto algo aterrador, pero no era NADA comparado con los insectos que en él habitaban. Cuando descubrí una enorme chinche de agua, camino al baño, y vi sus grandes pinzas y su tamaño (como la palma de mi mano) me metí en la carpa, cerré todo perfectamente y no quise salir hasta el amanecer. Linda chinche de agua A la mañana siguiente continuamos nuestro camino. Pocos kilómetros delante nuestro se encontraba el paso hacia nuestra siguiente provincia, Salta, con la que iniciaríamos nuestra travesía por el Norte Argentino. <<<ANTERIOR *** SIGUIENTE>>>
  16. Ayelen

    Enorme chinche de agua

    Del álbum Paraguay y Formosa (Argentina)

    Entra a mi blog y echa un vistazo a mi relato aqui!
  17. Del álbum Paraguay y Formosa (Argentina)

    Entra a mi blog y echa un vistazo a mi relato aqui!
  18. Del álbum Paraguay y Formosa (Argentina)

    Entra a mi blog y echa un vistazo a mi relato aqui!
  19. Del álbum Paraguay y Formosa (Argentina)

    Entra a mi blog y echa un vistazo a mi relato aqui!
×
×
  • Crear nuevo...

Important Information

By using this site, you agree to our Normas de uso .